Cuando Felipe VI se asomó al balcón de la historia el 19 de junio de 2014, prometió una monarquía renovada para un tiempo nuevo. El rey ha cumplido su compromiso.
En cuanto al tiempo, ha sido de vértigo, marcado por la inestabilidad política, el independentismo, la pandemia, una guerra en Europa.
En este agitado escenario, la serenidad y empatía de Felipe VI como rey constitucional y el atinado papel de la princesa heredera, junto a la familia real, sellan un balance aprobado mayoritariamente por los ciudadanos y muy positivo para España.
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