Crece la brecha de empleo entre jóvenes con formación superior y básica: la ocupación de los universitarios es un 19% más alta

Estudiantes el primer día de las pruebas de la EBAU, en la Universidad de Espinardo, a 5 de junio de 2024, en Murcia.
Estudiantes el primer día de las pruebas de la EBAU, en la Universidad de Espinardo, a 5 de junio de 2024, en Murcia.
Edu Botella / Europa Press
Estudiantes el primer día de las pruebas de la EBAU, en la Universidad de Espinardo, a 5 de junio de 2024, en Murcia.

La desigualdad entre los jóvenes con formación superior y aquellos con solo una de nivel básico se agranda año a año. En las últimas dos décadas, la brecha en las tasas de empleo entre ambos ha crecido ocho puntos, hasta situarse en un 19%, según señala un informe presentado este martes por el Observatorio Social de la Fundación "la Caixa". El documento, presentado ayer en Madrid en un acto en el que estuvo presente el director general adjunto de la Fundación "la Caixa", Juan Ramón Fuertes, analiza las circunstancias de los jóvenes españoles desde una perspectiva educativa, laboral y social, y concluye, entre otros asuntos, que la formación universitaria se mantiene como un importante ascensor social. 

Concretamente, y según datos recopilados de Eurostat y la OCDE de 2021, la tasa de ocupación de los jóvenes de entre 25 y 34 años con estudios superiores fue del 78,2%, frente al 59,2% entre jóvenes con estudios de Primaria o ESO. Una diferencia que, respecto a 2001, se ha acusado: entonces, el 75,7% de los jóvenes universitarios tenía empleo; frente al 64,6% de aquellos que solo tenían titulación secundaria. 

"La educación funciona como ascensor social en el empleo, pero también en otras esferas de la sociedad", ha asegurado Lígia Ferro, investigadora de la Universidades de Porto y coautora del informe, durante la presentación de los resultados. Sin embargo, y pese a que una vez en el mercado laboral los jóvenes con educación superior presentan tasas de empleo más elevadas, "muchas veces no tienen una remuneración compatible con esas calificaciones", especialmente en comparación con otros países del centro y del norte de Europa. 

Además, el informe evidencia también una realidad que se viene observando desde hace décadas: hay una sobrecualificación importante, esto es, que hay muchos jóvenes con estudios superiores y con estudios básicos, pero menos con una cualificación intermedia, lo que, para Ferro, implica "algunos riesgos de segregación y de polarización social".  "Esto es algo que las políticas públicas tienen que mirar y trabajar", ha instado la investigadora.

Otro de los problemas que enfrenta la población joven desde hace décadas es la temporalidad, que para los de 25 a 34 años se sitúa en un 30,5%, más de diez puntos superior al 18,4% de la media europea. Una temporalidad que, sin embargo, ha conseguido reducirse desde la aprobación de la última reforma laboral de 2021, que, según la investigación, consiguió bajar un 21,2% en el segundo trimestre de 2023; el doble que en la población general. "Sin lugar a dudas ha habido un efecto positivo en lo que se refiere a la estabilización de los contratos de los jóvenes en España", ha señalado otro de los coautores del estudio, Alejandro Godino, experto de la Universitat Autónoma de Barcelona. 

"La familia sustituye al Estado"

Pero el nivel educativo no solo impacta en la vida laboral de los jóvenes, sino que también acaba afectando al resto de dimensiones de la vida social. "A veces uno podría pensar que los jóvenes con baja educación pueden tener más diferencias en el mercado laboral, pero tienen otras esferas de integración, pero no es así", ha aseverado Pedro Abrantes, de la Universidad de Aberta y el ISCTE - Instituto Universitario de Lisboa. Según ha recalcado, en términos de sociabilidad, de relación y cercanía con la familia y los amigos y de participación en actividades culturales o artísticas, los resultados son siempre más altos entre aquellos con una titulación superior. "Esto es un riesgo añadido de desigualdad", ha advertido Abrantes. 

Así lo revela un apartado de la investigación en la que se estudia la sociabilidad de los jóvenes españoles que, pese a todo, son, de toda la Unión Europea (UE), los que se sienten más próximos a sus progenitores (56,6%), seguidos de los griegos (51,1%) y los portugueses (49,5%). Lejos del 37,9% de la media europea. Esa responsabilidad afectiva, a juicio del investigador Joan María Verd, "sustituye a los recursos que no ofrece el Estado", ya que en otros países de Europa tienen "políticas mucho más decididas de apoyo a la juventud", que en el sur del continente son mucho menores, pues "la familia sustituye al Estado". 

En esa línea, el nivel de aislamiento social se da en mayor medida entre jóvenes de origen extranjero, con mayor vulnerabilidad económica y en situación de desempleo. 

Elena Omedes
Redactora '20minutos'

Como redactora de Sociedad, sigo de cerca las informaciones de Igualdad, Educación, Sanidad y Derechos Sociales en la sección de Nacional de 20minutos desde 2021. Antes, me curtí durante dos años en la sección de Última Hora y Cierre. Me crié en Barcelona, pasé por Teruel, aunque Madrid es mi casa desde 2013, donde me gradué en Periodismo en la Complutense. Algo melómana y muy feminista, también cuento las historias de quienes tienen menos voz.

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