"Es preocupante", ha dicho este miércoles el inspector jefe del área central de crimen organizado de los Mossos d'Esquadra, Antoni Salleras, sobre el aumento del tráfico de hachís en Cataluña. Durante 2023, el cuerpo policial intervino más de 17 toneladas y media de esta droga, lo que supone un incremento del 134,8% respecto a 2022, cuando se intervinieron 7 toneladas y media.
Según datos de los Mossos, el 70% de la droga entra por mar, en concreto por calas y playas, cauces de ríos, canales y en infraestructuras portuarias. El pasado año se registraron 13 desembarcos respecto a los 6 del año anterior, mientras que en lo que llevamos de año solo el último grupo investigado desde septiembre hasta este mes de junio por la policía catalana y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaría habría participado en al menos 19 desembarcos en la costa catalana.
La droga también entra por vía terrestre con coches con una gran potencia, transporte de mercancías y paquetería postal. La mayor intervención de la policía catalana fue en un control a una furgoneta que en la AP-7 en el término de l'Ampolla, en cuyo interior localizaron casi una tonelada de hachís.
Las bandas criminales, que cada vez son más violentas, usan el territorio catalán para desembarcar, almacenar y distribuir hacia Europa el hachís que se produce en el Norte de África. "Cataluña se ha convertido en una región de España muy atractiva para introducir hachís", ha alertado Salleras.
Incremento de los kilos intervenidos
La tendencia en el aumento de las intervenciones de hachís se mantuvo relativamente constante hasta el año 2021, cuando se empezó a dibujar un incremento aritmético que se mantiene durante el año 2024. Hasta este junio, el hachís requisado ha superado ya lo intervenido durante el año pasado.
Aumentan las detenciones
Durante 2023, se detuvo a 1.339 personas relacionadas con el negocio del hachís, lo que supone un aumento del 24%. Además, desde enero hasta abril de este año, se ha detenido a 468, un 8% más respecto al mismo período del año pasado.
Sobre el crimen organizado, el año pasado se desmantelaron 22 redes criminales que introducían hachís en Cataluña, cuyo destino principal era el mercado internacional, aunque también para el consumo nacional. Además, han incrementado los incidentes violentos asociados al tráfico de hachís: seis durante 2022 -en el 50% se exhibieron o se utilizaron armas de fuego-, y 15 en 2023 -en el 66% hubo implicadas armas de fuego-.
Las rutas del hachís
Los Mossos destacan que hay tres rutas principales para el transporte de hachís. La primera y más corta -15 kilómetros-, comienza en el Norte de África y desembarca en Andalucía. Cuando el destino de la droga es el mercado ilícito europeo, los criminales la trasladan ya sea a través de vehículos, o mediante el método Go fast, recorriendo la AP-7 hasta llegar a Francia.
La segunda es la que sale del Norte de África, donde los narcotraficantes cargan las narcolanchas, y tiene como destino final diferentes puntos del Mediterráneo. La tercera es la ruta del Sahel, que se ha convertido en un nodo para el narcotráfico del hachís por la presión ejercida en los últimos años en el Estrecho de Gibraltar y en el Mediterráneo. En este caso, la droga se embarca en el Norte de África y se desembarca en países como Sierra Leona, Guinea Bissau o Senegal. Desde allí se inicia el transporte terrestre hasta Libia, donde se vuelve a embarcar hasta llegar a Europa, vía Grecia o Albania.
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