El Ejército de Israel ha anunciado este jueves la muerte de un comandante y francotirador de las fuerzas de élite del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en un ataque aéreo en Beit Hanoun, norte de Gaza. El hombre habría participado en los ataques ejecutados el 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados.
El fallecido es Ahmed Hasán Salamé al Suarké, muerto en un bombardeo y quien ocupaba un cargo como "comandante de un escuadrón de la fuerza Nujba". "El terrorista encabezó y planificó operaciones en Beit Hanun y participó en operaciones terroristas contra las fuerzas israelíes", ha señalado el Ejército.
"Tras una larga vigilancia, Al Suarké fue identificado por militares de la unidad de Inteligencia 414 y eliminado en el área de Beit Hanun", ha manifestado en un comunicado publicado en su página web. Asimismo, ha subrayado que "antes del ataque se adoptaron medidas para evitar daños a los civiles". "No hay víctimas civiles", ha asegurado.
En un vídeo divulgado por el Ejército, se observa a un hombre caminar por una azotea durante unos seis segundos, justo cuando impacta un proyectil y todo se cumbre de humo. Según el comunicado castrense, "se infiltró y llevó a cabo ataques contra comunidades israelíes en el sur de Israel durante la masacre del 7 de octubre".
Por otra parte, ha indicado que los militares continúan sus operaciones en zonas del centro de Gaza, así como en la ciudad de Rafah, situada en la frontera con Egipto, donde han sido "eliminados" varios "terroristas" en "enfrentamientos cara a cara". "Además, se llevaron a cabo redadas en las que se hallaron lanzacohetes", ha zanjado.
Por su parte, fuentes palestinas han denunciado este jueves la muerte de al menos dos mujeres, además de otros 12 palestinos heridos, incluidos niños, en un ataque con misiles contra una casa en la zona de Al Hasayna, al oeste del campamento de Nuseirat (centro). La agencia palestina Wafa ha informado de que también se dieron ataques en Zeitun, sureste de Gaza, en el costado oriental de los campamentos de refugiados de Bureij y Al Maghazi, en el centro, y en las zonas central y occidental de la ciudad de Rafah, con bombardeos de artillería e intensos tiroteos.
A cifras de este miércoles del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, casi 37.400 gazatíes han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y más de 85.500 han sido heridos desde el inicio de la guerra en octubre. El Ejército israelí, sin aportar pruebas, estima que han muerto unos 15.000 milicianos de Hamás en el conflicto.
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