Animaleros

Jaume Fatjó, director de la Cátedra Animales y Salud: "Los animales son una fuente de apoyo emocional muy importante"

Jaume Fatjó, director de la Cátedra Animales y Salud de la Fundación Affinity en Universitat Autònoma de Barcelona
FUNDACIÓN AFFINITY

Hace 36 años desde que la Fundación Affinity creó su famosa campaña 'Él nunca lo haría', sobre el abandono de animales de compañía en España. En 2009 lanzó su primer estudio, con las primeras cifras, una estimación de los perros y gatos que habían sido recogidos por las protectoras de animales de nuestro país y, desde entonces, cada año, han ido ampliándolo e investigando sobre el vínculo humano-animal.

Este mes de junio han desvelado los resultados de su último estudio sobre abandono y acogida en España en el que destacan que han sido más de 286.000 perros y gatos los recogidos por las protectoras en España durante 2023, una cifra que parece mantenerse estable desde la pandemia.

No obstante, hay otros muchos aspectos que se tratan en este estudio que dirige cada año Jaume Fatjó, director de la Cátedra Animales y Salud de la Fundación Affinity en Universitat Autònoma de Barcelona, y por ello, 20minutos.es ha querido profundizar en los resultados pero, también, en la historia de la fundación.

Para empezar, cuénteme sobre la historia de la Fundación Affinity. ¿Cuándo surge y cuáles son sus objetivos?La fundación surge como una organización corporativa y su objetivo es demostrar los beneficios de convivir con animales de compañía. También busca que estos vínculos sean sanos y fuertes, así como protegerlos, para lo que consideramos que se debe proteger al animal. Esta ide aparte de los beneficios en la convivencia con ellos, los cuales solo se manifiestan cuando hay vínculos fuertes.

​Eso nos lleva a la primera acción de la fundación, que fue la campaña ‘Él nunca lo haría’. Esta campaña fue en contra del abandono, porque lo primero que se detectó fue que el abandono era un problema importante. La inmensa mayoría de las relaciones son satisfactorias, pero el abandono y la pérdida de animales constituyen el principal problema de bienestar. Nunca hemos dejado de prestar atención a este problema. Todavía forma parte de la cultura popular.

¿Cuándo y cómo se unió usted a la fundación?En 2012, cuando la fundación estableció una alianza con la Universidad Autónoma de Barcelona (concretamente con el Departamento de psiquiatría). Creamos una cátedra con el objetivo de potenciar la investigación en esta área (las relaciones entre animales y personas), aunque yo ya había colaborado con la fundación antes de forma no oficial.

¿Y qué le llevó a unirse a la cátedra?​Soy investigador en el departamento de psiquiatría, pero mi formación es como veterinario especializado en comportamiento y bienestar animal. Nada de lo que nos ha pasado es casual. Queríamos que la cátedra estuviera en el departamento de psiquiatría (medicina) para trabajar de la mano con psicólogos y psiquiatras. Es un cambio importante porque demuestra que se entiende que los animales son una parte muy importante de la sociedad, son miembros de la familia y debemos comprenderlos y entender nuestra relación con ellos.

El estudio se ha vuelto más complejo con el tiempo, pero ha mejorado porque trata de ser más completo

Mucha gente conoce la Fundación Affinity gracias a sus estudios sobre abandono y adopción en España. ¿Cómo surgió la idea de realizarlo por primera vez?El estudio surgió del conocimiento de todos los que nos dedicábamos a los animales sobre la cantidad desbordada de perros y gatos abandonados. Sabíamos que era un problema social y surgió de la necesidad de responder una pregunta que nos hacíamos todos: “¿Cuántos animales se abandonan y se pierden?”. Queríamos tener una estimación del problema porque todavía no existían (ni existen a día de hoy) datos oficiales.

¿Cómo es llevar a cabo un estudio como este?El estudio se ha vuelto más complejo con el tiempo, pero ha mejorado porque trata de ser más completo (aunque la metodología es la misma). En primer lugar, debo decir que no se podría hacer sin la colaboración de las entidades de protección animal (teniendo en cuenta la gran carga que deben asumir, en condiciones que no son las ideales). Es de agradecer que encuentren el momento de realmente colaborar, el estudio realmente es mérito suyo.

​Aquí es donde empieza la labor de la fundación: saber cuántas entidades hay. Realizamos un censo lo más exacto posible de todas las entidades de protección animal (1.500 entidades identificadas que trabajan en el ámbito del abandono animal). ​Una vez tenemos esto, a través de un instituto se pide a las entidades que nos faciliten la información (que luego da lugar a los gráficos e indicadores). De este censo de protectoras obtenemos una muestra (ya que no todo el mundo nos proporciona los datos) y nosotros trabajamos con ella (este año han sido 400 entidades de protección animal). Luego se hace un cálculo global para estimar la dimensión del problema.

Y, además, la información se amplía cada año, ¿cierto?Sí. Añadimos elementos en función de reflexiones que hacemos internamente entre todos. Preguntas y dudas que se nos ocurren, pero también del feedback de la gente y de las entidades, que nos sirven de fuente de inspiración para mejorar la metodología. Los cambios y las mejoras provienen de esto y así vamos descubriendo poco a poco y planteándonos nuevas cuestiones.

Además de los informes, ¿en qué otros proyectos trabaja la fundación?Diría que lo que ha ocupado más tiempo son los estudios sobre el vínculo entre personas y animales. Hemos intentado profundizar en cuáles son los diferentes componentes del vínculo que tiene una persona con un perro o gato y hemos descubierto que los animales de compañía son una fuente de apoyo emocional muy importante para las personas: forman parte de la familia y son elementos imprescindibles para muchos. 

También hemos perfilado cómo es el vínculo, ese beneficio emocional y los aspectos de dificultad para mantenerlo (ya que convivir con un animal supone también unas obligaciones), lo cual nos interesa porque conecta también con el abandono y la pérdida.

​Por último, tendríamos los estudios a lo largo de los años en el ámbito de la terapia asistida con animales. La fundación ha sido pionera este campo y ha apoyado muchos programas de terapia asistida.

​Al final, todo converge en la idea de que los animales de compañía nos ayudan. El animal de terapia se entiende como aquel que puede llegar a lugares donde el animal de compañía no. Por ejemplo, uno de los últimos programas ha sido el de visitas a la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Ahí no puede acceder un perro de compañía, pero sí uno de terapia.

Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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