La supervivencia de la pesca andaluza y la diversidad marina, en jaque por la irrupción de un alga asiática: "Nos estamos muriendo"

  • Las cofradías de Cádiz denuncian que una tercera parte de las especies que se capturaban "ha desaparecido".
  • "Son hectáreas de ocupación", dice la bióloga María Altamirano, que alerta del efecto sobre la biodiversidad.
Imagen de la retirada del alga invasora en la costa de Tarifa.
Imagen de la retirada del alga invasora en la costa de Tarifa.
EFE
Imagen de la retirada del alga invasora en la costa de Tarifa.

"Tú me dices: ¿El sector pesquero puede desaparecer en el Estrecho de Gibraltar y a ambos márgenes? Yo te digo ahora mismo que sí". Es la respuesta de Nicolás Fernández, secretario general de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz, al ser preguntado por 20minutos acerca de la irrupción del alga invasora Rugulopteryx okamurae en la costa andaluza. Se trata de una macroalga exótica procedente de Asia que penetró en las costas del Estrecho en 2015 y que, desde entonces, se ha ido expandiendo hasta reinar en prácticamente todo el sur peninsular. Su capacidad reproductiva es exponencial, su adhesión en la zona es ardua de paliar y el impacto económico que genera es tal que empuja al sector pesquero al borde de la extinción.

Lejos queda -aunque persiste- la preocupación de los marineros de ejercer su labor con dificultades porque las artes de pesca quedan "inutilizables" a causa del fuerte arraigo de esta especie. Los efectos van más allá, ya que las algas están acabando con la biodiversidad de la zona y numerosas especies marinas de las que antes se extraían cientos de toneladas ahora "han desaparecido". El impacto es claro para Fernández: "Si no hay pescado, yo no como; ni mi gente, todo el sector entero". Un sector que solo en Cádiz está formado por 1.450 tripulantes y 470 barcos profesionales de Algeciras, Barbate, Cádiz, Chipiona, Conil, La Línea, Puerto de Santa Maria, Puerto Real, Rota, San Fernando, Sanlúcar y Tarifa. Y la amenaza trasciende las fronteras gaditanas.

"Es como si la Sierra de las Nieves se incendiara por completo, desapareciera del todo y solo quedara una especie".

"Estamos hablando de hectáreas de ocupación, de desaparición de comunidades y de ecosistemas nativos que han sido reemplazados por especies que no deberían estar aquí; todo se ha barrido", cuenta a este periódico María Altamirano Jeschke, científica del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga. La experta ejemplifica un símil de lo que ocurre bajo el agua con Rugulopteryx: "Es como si la Sierra de las Nieves se incendiara por completo, desapareciera del todo y solo quedara una especie". 

Altamirano explica que el problema no es solo la desaparición de un número determinado de especies, sino que el ecosistema se ha debilitado tanto que ya "no ofrece el mismo servicio ecosistémico". Por ello, pone el acento en la prevención de la expansión del alga -para reducir los potenciales impactos a nivel nacional y europeo- y en la protección del sector pesquero: "Un pescador sí que deja de comer directamente afectado por Rugulopteryx, por lo que las acciones de mitigación deberían ir directamente a este sector".

"No capturas peces, capturas algas"

A bordo de los buques del Estrecho, se frustra cada vez más la captura de especies marinas. El representante de los pescadores gaditanos revela que estas algas invasoras están tan masivamente concentradas que les es imposible faenar con éxito: "Donde estas algas residen con mayor fuerza, no existe más vida que el alga, no capturas peces, capturas algas". Fernández explica que este fenómeno ocurre en gran medida porque los organismos cubren de tal manera las rocas que impiden la habitabilidad de la zona. "Las rocas son fundamentales en la reproducción de las especies, por tanto, hay una afectación directa", detalla.

La Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz cuantifica en un tercio el número de especies que han desaparecido de su lonja por la invasión de Rugulopteryx, un dato que Fernández califica de "inédito". El ejemplo más destacable para el experto es la extinta pesca de pulpo: "La zona más rica de pulpo de todo el litoral ha desaparecido". El secretario general asegura que antes de la llegada del alga en 2015, solo Conil podía capturar más de 1.000 toneladas en una temporada. "Y llevamos ocho años sin pulpo", lamenta. Lo mismo ocurre con la cherna, la gallineta, el pollo, el jurel de fondo o el rascacio. "Ya no se ven, es impresionante", opina el experto.

No solo han desaparecido numerosas especies. La cofradía gaditana calcula que, de los dos tercios de animales restantes que aún sobreviven, la producción ha disminuido en torno al 30-35%. Un ejemplo crítico es el caladero de pez sable. Los puertos de Algeciras, Tarifa, Barbate y Conil solían capturar en una temporada cerca de 800 toneladas de esta especie antes de la llegada del alga asiática, y, tras su irrupción, la pesca cayó hasta los 637 kilos, ni una tonelada.

"Los precios más altos no pueden estar, lo único que queda es ver cómo aguantas para que no se siga desmembrando la flota"

Esta pérdida de biodiversidad marina ha llevado a los pescadores a perder una parte de la flota. La Cofradía de Conil ha tenido que prescindir de 12 de los 59 barcos que la componían. "Se han perdido otros muchos en Barbate, en Tarifa… en Algeciras se ha desmantelado la flota", desvela el gaditano. Como consecuencia del descenso de la producción pesquera, el sector ha aumentado los precios, pero los profesionales dudan de que esto sea sostenible: "Ante esta realidad, ya no puedes subir más los precios porque más altos no pueden estar, lo único que queda es ver cómo aguantas para que no se siga desmembrando la flota".

"Teniendo en cuenta que Rugulopteryx es una superinvasora y que la ocupación del sustrato marítimo es del 100% en un rango aritmético bastante amplio, podemos decir que todo se ha barrido", añade la bióloga María Altamirano. La doctora, ganadora del Premio Andalucía de Medio Ambiente en 2023 por un proyecto para controlar la expansión del alga, desgrana las causas de la irrupción y penetración de este organismo desde 2015. 

El origen y la supervivencia del alga

Primer apunte sobre el origen: las introducciones no son únicas, es decir, el alga asiática no llegó una sola vez y se perpetró. Se debe atender a que el continuado paso de barcos procedentes del Pacífico en el Estrecho de Gibraltar hace que crezcan las posibilidades de irrupción de especies invasoras. "No es que haya llegado un único barco cargado con Rugulopteryx y lo haya soltado, no podemos buscar quién ha sido el responsable porque eso no se va a saber nunca, lo que se puede señalar es el vector de introducción, no para buscarlo, sino para prevenir".

La llegada de este organismo no es, por tanto, ni unifactorial ni achacable a una sola causa, sino que depende de dos condicionantes. El primero es la alta invasibilidad o vulnerabilidad de la zona afectada, cuyas comunidades marinas ya estaban debilitadas por invasiones previas. En concreto, explica Altamirano, Rugulopteryx es la cuarta especie de macroalga invasora en el mar de Alborán y en el Estrecho. 

La segunda causa es la invasividad de la especie, es decir, su capacidad para sobrevivir, adherirse al fondo rocoso, habitar en suspensión y multiplicarse. La especialista resalta la velocidad reproductiva de estos organismos, pues un solo individuo es capaz de generar cientos de nuevos individuos. Tanto es así que se han llegado a contabilizar miles de plantas en apenas un metro cuadrado. Si a estos rasgos se le añade la facultad de Rugulopteryx de reproducirse varias veces al año, no es de sorprender el alto volumen de algas al que los pescadores hacen frente.

Altamirano señala que, si bien una parte de las algas capturadas por los pescadores se sueltan del fondo marítimo, no todas provienen de ese origen, ya que las plantas son capaces de reproducirse en suspensión, en la columna de agua. "Tenemos, por tanto, unas balsas de biomasa de Rugulopteryx que nunca llegarán al fondo y que si llegan será simplemente para depositarse como un fardo, pero no para crecer sobre el fondo. Esas balsas de biomasa son las que atrapan los pescadores y las que aparecen en nuestras playas y producen el impacto económico".

Protección y prevención

La catedrática pone el foco en dos soluciones principales: la mitigación del impacto en el sector pesquero y la prevención de la expansión. María Altamirano subraya que, si bien es importante la retirada de algas de las playas para frenar los efectos lesivos en el turismo, se debe priorizar al sector pesquero: "Yo entiendo que para un Ayuntamiento tener que destinar recursos económicos para la retirada frecuente de la biomasas es un perjuicio importante, pero ni el alcalde ni los técnicos dejan de comer; un pescador sí que deja de comer directamente afectado por Rugulopteryx". Para conseguirlo, Altamirano pone hincapié en los modelos predictivos de distribución de la especie.

Alga Rugulopteryx okamurae
Alga Rugulopteryx okamurae
FUNDACIÓN CEPSA/UNIVERSIDAD DE SEVILLA

La experta destaca, por otro lado, la prevención. "Hay muchas zonas todavía que no están invadidas y en las que se debería intentar evitar la llegada de esta especie, para reducir el impacto potencial a nivel nacional y a nivel europeo", comenta ante la certeza de que la especie "llega ahora" hasta el mar Adriático. A la vez, reconoce el hecho de que Rugulopteryx es la primera especie de macroalga incluida en la Lista de Especies Exóticas Invasoras de la Unión Europea (2022), después de que en 2020 se incorporarse en el Catálogo español. Una declaración que el gaditano Nicolás Fernández cree que se hizo "tarde".

"No se le ha dado importancia"

Fernández asegura que la tendencia a futuro "no pinta muy bien porque no se ha dado importancia por parte del Gobierno". El experto expresa un enfado especial con la actual gestión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Cuenta que, desde que comenzó la legislatura en 2023, ha intentado reunirse con la cartera en varias ocasiones y que el caso ha sido omiso: "Me contestó la directora de Gabinete del ministro y me dijo el 9 de enero que se pondría en contacto con nosotros la Secretaría General de Pesca. La Secretaría General de Pesca no contestó. Entonces escribí al portal de Moncloa directamente el 5 de febrero y no recibí respuesta. Luego les volví a escribir el 23 de abril, tampoco hubo respuesta", lamenta.

El representante de los pescadores gaditanos cree que "después de siete meses", no recibirán ninguna contestación, en contraste con el anterior mandato, también de Luis Planas: "Si en vez de ser la Secretaría General de Pesca de ahora hubiera sido la anterior, tendríamos posibilidades de futuro. La Secretaría General anterior tenía una disposición hacia el sector que no veo a la Secretaría General actual".

A la petición que este periódico hizo al ministerio acerca de una evaluación sobre la gestión del alga asiática, la cartera respondió con una remisión a la comparecencia del ministro Planas en el pleno del Senado del pasado 7 de mayo. Desde el Gobierno, destacaron la inclusión de la especie en el catálogo español de especies invasoras, la creación de un grupo técnico con la participación de las administraciones afectadas y la elaboración de la Estretegia Nacional de control del alga

Ayudas públicas y acusaciones cruzadas

Además, el Ministerio hizo hincapié en las ayudas concedidas en el marco de la Política Pesquera Común, de las que 144 millones corresponden a la región andaluza, aunque criticó la gestión de la Junta de Andalucía, a la que acusaron de estar "nueve puntos por debajo de la media nacional de ejecución de estos fondos en relación con los compromisos y un 6% por debajo en lo que se refiere a los pagos". 

Desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía, transmiten a este diario que "ha sido solo Andalucía la que ha puesto a disposición del sector ayudas propias por más de 2,3 millones de euros en dos convocatorias para más de 500 barcos" y prometen una nueva convocatoria después del verano. Nicolás Fernández agradece estas ayudas autonómicas, aunque cree que fueron como "café para todos", y espera que las siguientes sean específicas para "la gente que está más afectada". El Ministerio, por su parte, dice haber pagado "20,1 millones de euros en subvenciones, con más de 900 beneficiarios".

Los pescadores reclaman que, para socavar el problema, sería muy útil que las Administraciones "fomenten las posibilidades de pesca de atún de la flota artesanal más afectada", ya que esta especie sobrevive al impacto del alga. Sobre este asunto responde la Junta, que afirma haber solicitado al Ministerio de Agricultura una actuación, "ya que las poblaciones de atún rojo están en abundancia".

"Lamento decir que el Gobierno de España ha mostrado un desprecio absoluto hacia los pescadores del Estrecho de Gibraltar. A mi me parece muy doloroso, porque hay una flota artesanal que está sufriendo, porque hay puertos que ni siquiera se plantean llevar un control porque saben que tienen que comer y no saben de qué. Y me duele, me duele en el alma, no te puedes imaginar", concluye el pescador.

Ignacio Blanco
Redactor '20minutos'

Estudiante de doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Escribo en la sección Última Hora del periódico 20minutos desde 2023, mientras dirijo la sección de Política del periódico universitario La Colmena, asisto a torneos de debate nacionales, juzgo varias ligas preuniversitarias y formo equipos de debate escolares. Cuento con buenas habilidades para la redacción, locución, diseño, edición y manejo de redes sociales.

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