1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio San Fermín. Esta canción pamplonica, sencilla pero muy pegadiza, es casi imposible de leer sin cantarla. Así, ha conseguido trascender fronteras y generaciones, convirtiéndose en un himno "no oficial" de los Sanfermines.
Cada año, miles de visitantes se unen a los pamploneses para cantar esta melodía y participar en el ambiente festivo de la ciudad por las celebraciones en honor a su patrón, que este año se desarrollarán del 6 al 14 de julio. En estos días, la ciudad se convierte en un escenario vibrante de tradición y adrenalina, en el que la música resuena por las calles, plazas y peñas durante los ocho días de celebración.
Como no podría ser de otra forma, Uno de enero es una de las melodías predilectas. Esta es la historia del origen de la tradicional canción.
Origen de la canción y tradición de la Escalera
La canción se consolidó como una pieza clave de la cultura popular pamplonica a principios del siglo XX. Tal y como apunta EITB, su creador fue el navarro Ignacio Baleztena, fundador de la peña Muthiko Alaiak, y la partitura de su melodía fue escrita por Silvanio Cervantes, primer director de la banda musical La Pamplonesa. Así, la secuencia temporal que narra la letra de la canción es conocida como la Escalera de San Fermín y cada una de las fechas se corresponden con sus 'peldaños'.
De esta forma, la melodía ha acabado por convertirse en un rito ineludible, y todo pamplonés que honre al patrón debe celebrar cada una de las fechas marcadas en los seis escalones de la canción: el 1 de enero, el 2 de febrero, el 3 de marzo... así hasta el 7 de julio, día principal de las celebraciones. Así, es típico que en estas jornadas se organicen cenas en las peñas y bares, conmemorando que cada vez "falta menos".
Además, también ha adquirido una dimensión religiosa, pues desde el año 2010, en cada una de estas fechas también se celebra una misa en la capilla de San Fermín de la iglesia de San Lorenzo, a las 19:30 horas.
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