Visto para sentencia el juicio por la violación de Igualada: la Fiscalía asegura que fue "maldad brutal sin finalidad"

El acusado, en el juicio.
El acusado, en el juicio.
ACN
El acusado, en el juicio.

El juicio por la violación de una joven de 16 años la madrugada del 1 de noviembre de 2021 al salir de una discoteca de Igualada (Barcelona) ha quedado visto para sentencia este viernes tras cinco sesiones de juicio.

La fiscal, Paola Tejada, ha asegurado que la violación fue "maldad brutal sin finalidad". Así lo ha dicho ante la sección 10 de la Audiencia de Barcelona, durante la última sesión del juicio, en la que se han realizado los informes finales de todas las partes.

Ha señalado que la joven estaba en una situación vulnerable, porque se encontraba bajo el efecto de las bebidas alcohólicas y por el ataque sorpresivo, y que el acusado "actuó con ánimo ruin, perverso, cobarde y traicionero".

Después de los hechos en un polígono de la ciudad, los Mossos d'Esquadra estudiaron 155 cámaras de seguridad --en las que aparecía el acusado siguiendo a la víctima-- y, al analizar el teléfono del acusado, su geolocalización se encontraba junto a ella y días más tarde realizó búsquedas de 'Chica violada en Igualada'.

El acusado durante su declaración negó reconocerse en las imágenes de las cámaras de seguridad, aunque la fiscal ha asegurado que se trata de él, por su "complexión física y antropométrica".

"Podemos ubicar al acusado en el lugar de la agresión y en la franja horaria de los hechos. El teléfono se conectó en las antenas que proporcionan cobertura en la zona", ha asegurado.

Chaqueta con perfil genético

Además, la fiscal ha remarcado que durante el registro del piso del acusado se encontró una chaqueta con perfil genético de la víctima, a lo que el acusado dijo que esa noche perdió su chaqueta y que encontró esta.

"El acusado ha negado los hechos, dice que había bebido, no se reconoce en las imágenes, y dijo que encontró la chaqueta. Es un relato poco coherente", ha remarcado. 

Vídeo del incidente

También ha recordado que sobre las 2 horas de la misma noche se produjo un incidente donde 11 personas golpearon un vehículo aparcado cerca de la zona de los hechos, cuyo propietario pudo grabar con el teléfono móvil y el vídeo sirvió para que los agentes pudieran identificar al acusado.

En el vídeo llevaba la chaqueta que encontraron en el piso con perfil genérico de la víctima: "Si la chaqueta la encontró después de la agresión, es poco coherente". 

Bebidas alcohólicas

El acusado alegó que tenía problemas con el alcohol, y que esa noche había bebido "bastante" y que se quedó dormido en un banco, aunque los peritos alegaron durante el juicio que el acusado se encontraba en plenas capacidades intelectivas y cognitivas, hecho que ha recordado Tejada.

"Ha sido un milagro. Si no hubiera sido por la actuación temprana del camionero, se habría producido la muerte de la víctima", ha lamentado, y ha asegurado que el acusado quería acabar con la vida de ella, o sabiendo que con su actuación podría hacerlo. 

"Comportamiento vejatorio y humillante

"Las heridas son causadas de forma deliberada buscando la provocación del sufrimiento de la víctima. Fue maldad brutal sin finalidad", ha manifestado, y ha tachado de vejatorio y humillante el comportamiento del acusado.

Por todo esto, ha pedido 45 años de cárcel por agresión sexual e intento de homicidio y una responsabilidad civil de más de 155.000 euros.

El abogado de la víctima

El abogado de la joven que fue violada, Jorge Albertini, ha tachado de "absurda y carente de toda veracidad" la declaración del acusado.

Así lo ha dicho ante el tribunal de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona este viernes, durante la última sesión del juicio en la que se han realizado los informes finales.

Durante su declaración, el acusado negó los hechos y alegó que bebió bastante y que se quedó dormido en un banco esa noche, y Albertini asegura que "es una mentira que se contradice, porque según las imágenes de los vídeos, tras la agresión se le ve caminando de manera correcta y tranquila", según las cámaras de seguridad estudiadas por los Mossos d'Esquadra.

Además, durante el registro de su piso también se encontró una chaqueta con perfiles genéticos de la víctima, y el acusado aseguró que se la encontró por la calle después de haber perdido la suya: "Qué curioso que la chaqueta sea de la misma talla que la de la víctima".

"Si se la encontró después de la agresión sexual, ¿Por qué aparece en el vídeo de las 2 de la mañana? Esa misma chaqueta aparece en el vídeo", haciendo referencia a la grabación en el que 11 personas --una de ellas el acusado-- golpeaban un vehículo aparcado y cuyo propietario grabó, hecho que facilitó la identificación del acusado por parte de los Mossos d'Esquadra.

Además, ha remarcado que la geolocalización del móvil de la víctima y del agresor estuvieron esa noche en el mismo repetidor.

Actualmente, la víctima se encuentra sometida a cambios de medicación y de tratamientos psicológicos y psiquiátricos, y sufre "momentos de pánico constante y pensamientos autodestructivos constantemente".

Como acusaciones, había también la abogacía de la Generalitat, el Ayuntamiento de Masquefa y el de Igualada (Barcelona), la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm) y Vox, que han relatado la magnitud de las lesiones y la "fuerza y violencia extrema" que utilizó el acusado.

Por su parte, la defensa del acusado, Gerard Negrell, ha alegado que no existen "indicios suficientes" para condenarlo, y ha asegurado que su representado es una persona normal, por lo que ha pedido su absolución, aunque en caso de condena, sólo sea por agresión sexual y no por intento de asesinato.

Finalmente, antes del visto para sentencia, el acusado ha rechazado utilizar el turno de última palabra.

Las anteriores sesiones del juicio

El acusado, que en ese momento tenía 21 años, afronta una petición de 45 años de prisión por los presuntos delitos de intento de asesinato y agresión sexual; y cuando era menor fue condenado por intentar violar a su hermana pequeña y tenía antecedentes por dos agresiones sexuales a dos exparejas.

Durante la primera sesión declararon los dos camioneros que encontraron a la víctima en el suelo, temblando, medio desnuda y ensangrentada, y dijeron que la taparon con sus chaquetas a la espera de que llegaran los efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). 

Esa noche la víctima salió de fiesta con una amiga, que declaró en el juicio y explicó que discutieron porque la joven se fue a media noche a mantener relaciones sexuales consentidas con otro joven --que también declaró-- y que, sobre las 6 horas, cuando habían quedado para ir a la estación de tren para volver a casa, la joven no respondió al teléfono.

Durante las sesiones del martes y del miércoles declararon varios agentes de los Mossos d'Esquadra, que detallaron cómo avanzó la investigación.

Para identificar al acusado, los agentes estudiaron más de 155 cámaras de seguridad de la zona, en las que se veía a una persona siguiendo a la víctima, y trazaron el recorrido que hizo la joven. 

Un hombre grabó un vídeo la noche de los hechos sobre las 2 de la madrugada de 11 personas --entre ellas el acusado-- golpeando un vehículo aparcado en una zona cercana a la discoteca, y ese vídeo permitió a los Mossos d'Esquadra identificar al acusado.

Tras identificarle, encontraron que la geolocalización del móvil del acusado se encontraba en el momento de los hechos en el mismo repetidor que el móvil de la víctima, y lo reconocieron en las imágenes de las cámaras de seguridad.

Además, en el móvil del joven encontraron que días después de la agresión sexual buscó en Google 'Chica violada en Igualada' y, durante el registro del piso, los agentes encontraron una chaqueta con perfiles genéticos de la víctima.

Todos los agentes y los peritos que han dado su testimonio durante el juicio han remarcado la gravedad de las heridas sufridas por la víctima y el carácter violento del acusado, que buscó "hacer el máximo daño posible" a la joven.

Por su parte, el acusado negó los hechos y aseguró que no se reconocía en las imágenes de las cámaras de seguridad, y explicó que estuvo de fiesta con unos amigos, hasta que discutió con uno de ellos y se fue a beber y se durmió en un banco. 

Por su parte, la víctima no ha tenido que declarar en el juicio y en su lugar el tribunal ha escuchado la grabación de la declaración que hizo en la fase de instrucción, que se reprodujo a puerta cerrada para preservar su intimidad.

Con el mismo objetivo, el tribunal prohibió difundir información sobre su identidad, datos que puedan identificarla o circunstancias personales relacionadas con sus necesidades de protección, y tampoco datos o imágenes sobre su familia o entorno.

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