Más de 800 personas asistieron este jueves en Madrid a la II Gala Benéfica de 'Niños contra el Cáncer', un programa social de la Clínica Universidad de Navarra. Los asistentes colaboraron con el desarrollo de tratamientos diferenciales y líneas de investigación centradas en el cáncer infantil, así como con las familias que necesitan costear terapias específicas.
Casi 80 empresas de todos los sectores, fundaciones e instituciones pusieron también su granito de arena en este evento, en el que se logró recaudar más fondos que en la primera edición de la gala. El evento, celebrado en el Hotel Madrid Marriott Auditorum, fue conducido por el periodista Jon Ariztimuño y contó con la actuación especial de la cantante Diana Navarro.
Joseba Campos, director general de la Clínica Universidad de Navarra, quiso agradecer la solidaridad de todos los colaboradores. Por su parte, se centró en historias reales de enfermos infantiles recientes, afirmó que todas "enseñan que cualquier colaboración, grande o pequeña, tiene un valor incalculable, porque siempre suponen una puerta a la esperanza". Además, el director también quiso hablar sobre los pacientes: "Cuando nos acercamos a ellos con deseo de ayudarles, sacamos también lo mejor de nosotros mismos. Ellos nos dan su ejemplo de superación y de esperanza, y nos reconfortan con su capacidad de lucha y su inocencia”.
Durante su intervención, Campos recalcó la importancia del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, asegurando que "un año y medio después de su puesta en marcha, está siendo una gran ayuda para seguir mejorando el desarrollo de la medicina personalizada para cada paciente oncológico".
La directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de la Clínica, Pilar Lorenzo, agradeció a Madrid su "apoyo incondicional" y su "compromiso individual, social, empresarial e institucional". Lorenzo aseguró que hay dos propósitos que unen a toda la sociedad española: "la colaboración con la investigación oncopediátrica y la solidaridad con las familias con hijos que padecen enfermedades oncológicas y necesitan acceder a tratamientos diferenciales".
Durante la gala se presentó un documental sobre la historia de Gabriel Ávila, paciente oncopediátrico que voló desde Costa Rica a Pamplona para tratar la leucemia lifoblástica aguda que tenía diagnosticada. A pesar de la pérdida de Gabriel, su familia, que dejó huella entre los profesionales, quiso colaborar con el programa de la Clínica y se ha comprometido a ayudar a pacientes infantiles de su país para que obtengan los tratamientos médicos necesarios.
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