Milei en España: dos visitas en un mes y fractura total con el Gobierno de Sánchez

El enfrentamiento entre Sánchez y MIlei enturbia las relaciones entre países
El enfrentamiento entre Sánchez y MIlei enturbia las relaciones entre países
Carlos Gámez
El enfrentamiento entre Sánchez y MIlei enturbia las relaciones entre países

Dos visitas en un mes del presidente de la República Argentina, Javier Milei, a España, la última este mismo viernes, han vuelto a reabrir la fractura existente entre el líder latinoamericano y el Gobierno español liderado por Pedro Sánchez.

La primera de las visitas se produjo el pasado 19 de mayo, cuando Milei llegó a España para participar en un mitin auspiciado por Vox, en el contexto de la precampaña de las europeas, y en el que se dieron cita varios líderes de la derecha del viejo continente.

Este advenimiento de Milei se esperaba con atención porque venía precedido de un primer roce iniciado por el ministro de Transportes español, Óscar Puente, que sin mediar provocación previa, dijo en un acto que el presidente argentino "consumía sustancias".

Buenos Aires respondió con un comunicado en el que ya apuntaba al escándalo de corrupción que salpica a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, y el propio Óscar Puente, en un gesto poco habitual, admitió haber cometido un error.

Pero Milei la tenía guardada y cuando llegó al mitin de Vox no se mordió la lengua. "No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo", dijo entonces el presidente argentino, en referencia clara a Sánchez y su mujer.

Pocas horas después, el Gobierno reaccionó con virulencia. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, exigió unas disculpas públicas a Milei y anunció la retirada sine die de la embajadora en Buenos Aires. Aquel día, Albares dijo que las palabras de Milei "sobrepasan cualquier tipo de diferencia política e ideológica, no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales".

El gobierno argentino no rectificó y de hecho, pidió a España que lo hiciera: "Lo trataron de odiador, de negacionista, de 'ingerir sustancias', de autoritario, de anti-democrático y de ser gente 'muy mala'. Ojalá en algún momento reflexionen y pidan sinceras disculpas", dijo entonces un portavoz gubernamental.

Madrid insistió en unas disculpas y Milei siguió negándose. Apenas dos días después de su presencia en el mitin de Vox, el presidente argentino llamó "cobarde" a Pedro Sánchez y le acusó de esconderse debajo de la falda de mujeres. Ese día, Exteriores retiró de manera definitiva a su embajadora en Buenos Aires.

Se supo entonces que Milei iba a viajar de nuevo este viernes a España para recibir un premio de un think tank liberal, y se llegó a plantear que el Gobierno iba a prohibir esta visita, que Milei confirmó: "lo tengo match point a Pedrito", dijo entonces el presidente argentino.

Sánchez quiso enfriar el conflicto y renunció a impedir la visita de Milei. Pese a que el presidente argentino sí siguió haciendo frecuentes referencias a Sánchez, y el propio presidente del Gobierno usó los ataques de Milei en la campaña electoral de las europeas (llegó a usar su imagen en un mitin, y se apropió del adjetivo 'zurdo', con el que Milei llama a los de izquierdas), la crisis diplomática se quedó en una especie de standy-by.

De hecho, Sánchez y Milei coincidieron el fin de semana del 15 y 16 de junio en Suiza, durante una cumbre internacional sobre Ucrania. Aunque compartieron foro y foto de grupo, ambos líderes se evitaron y no hubo contacto alguno entre ellos.

Pero la tranquilidad ha durado poco. Esta semana se supo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel  Díaz Ayuso, iba a aprovechar la nueva visita de Milei a España para concederle la Medalla Internacional de la Comunidad.

La decisión de Ayuso ha vuelto a poner en pie de guerra a los socialistas y a la oposición en la Comunidad de Madrid. El Gobierno acusó a la presidenta madrileña de "deslealtad", mientras que esta justificó la presencia de Milei en la Real Casa de Correos por los vínculos que unen a Madrid con la República Argentina.

"Vergonzosa", "ilegal" o que "rompe las bases de nuestra democracia" son algunas de las frases que el Gobierno y sus socios de ultraizquierda han dedicado a la visita de Milei de este viernes, el último episodio, por ahora, de un conflicto diplomático que no tiene visos de zanjarse pronto.

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