La sequía y la proliferación de la avispa asiática, que se alimenta de abejas, está mermando las colmenas en España, reduciendo el número de explotaciones y haciendo que la producción de miel sea cada vez menos rentable.
Una de las comunidades más afectadas por esta especie es País Vasco. Allí casi un millar de explotaciones están condenadas a desaparecer si no se hace nada para parar sus efectos. Además de recolectar menos miel, quienes se dedican a ello denuncian que el trabajo para conseguirla es más costoso, por lo que los precios de este producto aumentan.
Más allá de los problemas con el abastecimiento del agua, uno de los grandes protagonistas de este problema es la vespa velutina, más conocida como la avispa asiática. Es una especie más grande que la avispa común y que las abejas y cuya velocidad de propagación se ha disparado en los últimos años..
El 80% de su alimentación se basa, además, en las abejas, lo que está haciendo que las pérdidas de miel sean de hasta un 65% en las colonias de abejas según la Academia de Ciencias Veterinarias, unas cifras que están complicando la situación del sector de la apicultura.
A este problema se unen las consecuencias económicas derivadas de la guerra de Ucrania y la entrada masiva en nuestro país de miel procedente de terceros países, especialmente de territorios como Turquía y Reino Unido. Según un estudio de la Comisión Europea, se calcula que hasta un 43% de la miel importada podría "estar adulterada".
Y, aunque España es uno de los principales productores de miel, la realidad es que la mayoría de miel consumida en nuestro país proviene precisamente del exterior que, al ser importadas, son más baratas. Pese a ello, los expertos advierten de que no hay que dejarse engañar por siropes o jarabes que se ofrecen a precios reducidos, ya que la miel de verdad tan solo contiene miel.
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