El PP deja a sus diputados sin vacaciones en julio para preparar el terreno ante unas posibles elecciones

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control al Gobierno celebrada el pasado miércoles en el Congreso.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso.
EFE
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control al Gobierno celebrada el pasado miércoles en el Congreso.

El Partido Popular ha ordenado a sus diputados aplazar las vacaciones de julio y aprovechar el mes estival para trasladarse a sus respectivas provincias y comunicar a sus vecinos la agenda legislativa del jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a la vista de unas hipotéticas elecciones generales en otoño.

"Cualquier cosa puede pasar. Estamos absolutamente prevenidos para cualquier escenario", declaró el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, un día después de las elecciones europeas. "Probablemente, otro presidente del Gobierno con más talla estaría pensándose seriamente hoy su futuro. Pero estamos hablando de Pedro Sánchez, que nos ha demostrado que su motivación es única y exclusivamente personal".

Estas declaraciones ilustran la predisposición del PP. Génova quiere mantener engrasada su máquina electoral por si Sánchez cede y vuelve a convocar a los ciudadanos a las urnas, como le reclama la oposición desde hace un mes.

Muchos dirigentes populares consideran que Cataluña está abocada a una repetición electoral ante la dificultad del PSC de pactar con ERC. Y consideran que el presidente del Gobierno podría aprovechar que hay elecciones en su "territorio fetiche" para convocar las generales.

Otros, en cambio, ven a ERC invistiendo a Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña, lo que, a su juicio, provocaría que Junts dejara de brindar su apoyo parlamentario a Sánchez. Y también hay voces que no compran ninguno de estos dos escenarios y creen que la legislatura seguirá adelante. Pero la hipótesis existe.

Por eso, Feijóo quiere mantener la tensión de sus principales activos, a los que pide salir a la calle para preparar el terreno. Esta decisión fue comunicada este pasado martes por el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, en una reunión del grupo parlamentario. Tellado emplazó a sus compañeros a cancelar los planes que tuvieran en julio y dejar todo para agosto, mes en el que tendrán unas tres semanas de vacaciones.

Y, aunque las posibles elecciones sean el principal motivo de esta orden, también justificó la decisión en que los diputados deberían tener los mismos días de descanso que un ciudadano medio y no dos meses.

Julio, mes inhábil

El PP impulsará esta estrategia después de reclamar sin éxito a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que habilitara el mes de julio para recuperar las sesiones plenarias perdidas por las elecciones gallegas, vascas, catalanas y europeas —por cada convocatoria electoral se suele perder una semana de actividad legislativa—.

Tras rechazar Armengol esa posibilidad, el PP ha optado por repetir la estrategia que ya practicó durante las elecciones vascas y las catalanas con los ojos puestos en las europeas: salir a la calle. La idea es desplazar a sus diputados a las distintas circunscripciones para "escuchar a la gente".

Además, la vocación de Génova es que sus diputados aprovechen para presentar todas las leyes que han registrado y cuentan con una mayoría parlamentaria suficiente para ser aprobadas, pero que la Mesa del Congreso ha paralizado con la ampliación 'sine die' del plazo de presentación de enmiendas. Una de ellas, la ley ELA. El PP busca así empezar a sembrar el campo con el objetivo de recoger los frutos en otoño si Sánchez accediera a convocar elecciones.

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