Se acaba el puente de Sant Joan este lunes en un día que para los que decidieron abandonar el área de Barcelona puede resultar difícil en las carreteras. Un problema que no tendrán los que se quedaron en la capital catalana, que además podrán disfrutar de sus playas durante toda la jornada, pues el Ayuntamiento prometió que estarán limpias a primera hora tras la verbena.
Son unos 280.000 vehículos los que volverán a la zona de Barcelona en la operación retorno, según los cálculos del Departament d'Interior de la Generalitat. La cifra es inferior a la de los que salieron entre el viernes y el sábado (460.000), una disminución que se explica, en parte, porque muchos se dirigían a la celebración del Gran Premio de España de la Fórmula 1 en Montmeló, que acabó ayer.
A pesar de este descenso, la cantidad de vehículos que regresarán es elevada, por lo que se instalarán más de 80 kilómetros de carriles adicionales en sentido contrario al habitual en la AP-7 norte entre Sant Celoni y Montornès del Vallès, en la AP-7/B-23 entre Vilafranca y Molins de Rei y en la C-32 norte entre Sant Andreu de Llavaneres y Montgat. Tendrán una limitación de velocidad de 100 kilómetros por hora. Además, desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche habrá restricción para los vehículos pesados en todo el tramo de la AP-7.
Seguirá, asimismo, la campaña intensiva de controles de circulación, alcoholemia y drogas que empezó el viernes, que se espera acabar con 1.106 realizados, con la participación de 1.366 efectivos de tráfico.
Desalojo de playas a las 6:30 horas
Por su parte, Mossos, Guardia Urbana, Policía Portuaria y servicios municipales de limpieza empezarán a desalojar a quienes han celebrado la verbena en las playas de Barcelona a las 6:30 horas para que entre las 9 y las 10 estén listas para los bañistas. Se desplegarán 328 limpiadores, con 152 vehículos. Verbena junto al mar y las llamas
Verbena junto al mar y las llamas
La celebración de Sant Joan abarrotó anoche las playas de la capital catalana, en las que la Guardia Urbana prestó especial atención a los flujos de entrada, la venta ambulante ilegal de bebidas alcohólicas y las violencias sexuales. Pero no solo en el litoral se concentró la fiesta. Triunfaron también las tradicionales verbenas de barrio, que ofrecieron una veintena de hogueras autorizadas. Algunas de las zonas donde se encendieron fueron Sant Antoni, Sarrià, el Poblenou o el Clot.
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