Cataluña

Una riña, un kalashnikov y la ira del clan de los Tomate: todo sobre el tiroteo de San Juan en Girona que ha dejado dos muertos

Lo que prometía ser una noche mágica se convirtió en un infierno en el barrio de Font de la Pòlvora (Girona) con arma de guerra incluida. La noche de este domingo se saldaba con dos muertos después que dos familias de etnia gitana se enfrentaran en plena verbena de San Juan. Según las informaciones de los medios locales, una riña por un teléfono móvil entre dos menores durante una cena fue el detonante de una rivalidad que, al parecer, venía de antes. 

El doble crimen sucedió en la calle Acacia del barrio gerundense alrededor de las diez y media de la noche. Según adelantó este lunes la periodista Anna Punsí, dos familias se enfrentaron tras una discusión, lo que acabó con disparos de kalashnikov y un atropello múltiple. Como resultado, un hombre de 48 años y una mujer de 44 fallecieron, mientras que otras dos personas resultaron heridas, una de ellas menor. Todos ellos pertenecían a la misma familia, muy conocida en la zona: el clan de los Tomate.

Pese a que los Mossos d'Esquadra activaron este lunes una operación Jaula para dar con el autor de los hechos, este consiguió escapar junto a su mujer y sus cuatro hijos. Se trata de Guillermo Heredia, un padre de familia que llevaba tan solo un mes viviendo en el barrio. Según la mencionada periodista, Heredia habría huido de Figueres después de haberse enfrentado al clan de Los Porros, emparentado con los Tomate. Así que la rivalidad entre estas familias no era novedad. 

Una batalla campal

Heredia, padre de una de las dos menores y con numerosos antecedentes por traficar con armas, fue el que sacó el AK47 cuando las madres también comenzaron a discutir. La esposa de Heredia reclamó su ayuda cuando la otra se abalanzó a atacarla. Juan, padre de familia de 48 años y del clan de los Tomate, intentó detener a Heredia, que lanzó una ráfaga de disparos hiriéndole de muerte. También recibió un disparo Yoli, de 44 años, cuñada de Juan y que trabajaba como cocinera en el centro municipal de acogida La Sopa. 

Al parecer, y según las primeras investigaciones de los Mossos, la mujer habría sido atropellada tras ser tiroteada. Ambos morían poco después en el hospital Josep Trueta al que fueron trasladados. Otros dos hijos de Juan, un menor de 14 años y una joven (en un primer momento se dijo que estaba embarazada erróneamente) resultaron igualmente heridos. Ambos fueron ingresados y permanecen en estado grave pero estables. La guerra estaba servida. 

Momento en el que se produjo el tiroteo y posterior atropello este domingo en Font de Pòlvora, Girona.
EFE

El ingreso de los heridos dio lugar a una batalla campal a las puertas de Urgencias en la madrugada de este lunes. El hospital impedía que un centenar de familiares de las víctimas entraran en el centro y se desencadenaban disturbios contra la propia Policía catalana, que custodiaba la entrada. En un vídeo compartido en redes sociales se puede ver cómo un numeroso grupo trata de acceder al complejo provocando la acción inmediata de los agentes antidisturbios. Algo que no fue óbice para que estas personas agredieran a los policías, provocando una pelea multitudinaria hasta las tres de la madrugada.

Con picos y bates

El suceso produjo que los Mossos mantuvieran un dispositivo de protección para impedir la entrada del clan, pero 50 de ellos se quedaron en la puerta durante todo el día. Mientras tanto, las personas que iban a ser hospitalizadas fueron derivadas a otros centros de la ciudad. Este lunes por la tarde la entrada del Josep Trueta seguía custodiada. 

Ahí no quedó la cosa. A primera hora de la tarde de este lunes, la ira de los Tomate también llegó hasta las puertas de la casa del autor de los hechos en el barrio de Vila-roja. En otro vídeo compartido en redes por Anna Punsí se puede ver cómo familiares y amigos de las víctimas destrozan la casa del presunto autor entre gritos de "asesino". Con picos y bates, el clan barre el interior de la vivienda ante la mirada de los vecinos, que observan desde fuera lo que está ocurriendo.

Heredia, por su parte, sigue en paradero desconocido tras huir junto a su familia en dos vehículos. El presunto autor tiene familia en Granada, aunque los Mossos creen que también puede haber huido a Francia, por lo que se han habilitado controles en Girona y carreteras de la zona. Además, la División de Investigación Criminal (DIC) ha asumido la investigación del caso, sobre el que la autoridad judicial decretó este lunes el secreto de las actuaciones.

"Crecida vertiginosa"

Ante tales hechos, el Sindicato Independiente de Policías Local SIP-FEPOL advertía este lunes a última hora que este tipo de situaciones violentas son cada vez más habituales. La entidad alertaba de que ha habido una "crecida vertiginosa" de este tipo de hechos, sobre todo relacionado con armas de fuego y tráfico de drogas, si bien hay que tener en cuenta que la muerte de ambas personas en Girona este domingo no estaba relacionada con las drogas. Desde SIP-FEPOL cargaban contra el Departamento de Interior por apostar "solo" por un modelo policial de proximidad que consideran "necesario", pero pedían que se aplique también un modelo de "prevención y reacción".

El sindicato lamentaba así que exista una falta "importante" de recursos para poder afrontar este modelo policial y reclamaban que "de verdad" se invierta en seguridad. En relación al hecho específico de Girona, el sindicato aseguraba que las administraciones habrían "podido hacer muchas cosas para evitar que terminara siendo una tragedia como la que ha sido".

"La falta flagrante de efectivos en los cuerpos policiales tanto de MMEE como de SL, la falta de coordinación entre la mayoría de los cuerpos policiales y la falta de medios, herramientas, recursos y unidades especializadas, entre otros, ya está provocando desde desde hace tiempo que las situaciones en la calle no se puedan atender con la eficacia, eficiencia y proporcionalidad que en la actualidad en el ámbito de seguridad realmente se necesita", destacaban en una comunicado. 

"Delincuencia organizada"

Tampoco se hicieron esperar las reacciones políticas. Este lunes por la tarde, el Ayuntamiento de Girona convocaba, además, una junta local de seguridad para esta misma semana a raíz del doble crimen. Además, el Consistorio decretaba dos días de luto oficial en la ciudad y volvía a condenar los hechos que "no deben volver a repetirse". El alcalde, Lluc Salellas, pedía "serenidad y calma" y reconocía que "hay que seguir trabajando en el barrio para ayudar a que no se vuelva a producir nunca más". "Esto no se soluciona solo con discursos, sino que se hace con acciones concretas y por eso ya hemos convocado reuniones para empezar a hacerlo", señalaba Salellas. 

Salellas condenaba además "con toda la firmeza posible" los hechos y agradecía la labor conjunta" de la Policía Municipal, los Mossos d'Esquadra y los sanitarios del hospital Josep Trueta "ante una situación de mucha tensión" justo después del suceso.

Por otro lado, el expresidente catalán y exalcalde de Girona, Carles Puigdemont, por su parte, resalta en otro mensaje en las redes sociales que "la situación vivida en el hospital Josep Trueta no se puede volver a repetir" y que "la inseguridad en el barrio de la Font de la Pòlvora y la delincuencia organizada no representan solo un desafío local; es una amenaza a toda la sociedad en su conjunto".

Por su parte, Gemma Geis, vicealcaldesa de Girona, condenaba los hechos en nombre de su partido, Junts, y pedía la convocatoria urgente de la Junta de Seguridad de la ciudad. Tras expresar su pésame a las familias de las víctimas y su apoyo a los policías y sanitarios del Josep Trueta que se vieron envueltos en el suceso, la vicealcaldesa afirmaba que "ante los hechos graves, hace falta pedir precisiones". "Contundencia y coordinación", agregaba Geis, quien aseguraba que "las escenas vistas en el hospital Trueta amenazan al conjunto de los ciudadanos": "Sin seguridad no hay libertad".

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