Internacional

Entrevista

Aitor Martínez, abogado de Julian Assange: "La presión internacional contra Estados Unidos ha sido determinante"

Aitor Martínez, abogado de Julian Assange, en una imagen de archivo.
Getty Images

"Con este pronunciamiento parece que podrá salir de esta sala como un hombre libre. Espero que esto sirva para restablecer algo de paz". Con estas palabras de la jueza estadounidense Ramona Villagomez Manglona se ha puesto fin este miércoles a más de una década de litigios, acusaciones, reclusión y encarcelamiento del periodista y activista Julian Assange. Tras la vista, el fundador de Wikileaks ha puesto rumbo a su tierra natal, Australia, donde ha llegado tras un acuerdo para conmutar los años de cárcel en Reino Unido a cambio de declararse culpable de un delito de espionaje. En 20minutos entrevistamos a Aitor Martínez (La Línea de la Concepción, 1981), counsel en la Corte Penal Internacional y uno de los abogados de Assange, para conocer la intrahistoria del histórico acuerdo, la jurisprudencia que podría generarse para filtraciones futuras en el ámbito periodístico, cómo se ha vivido el proceso judicial desde dentro y las causas que siguen abiertas.

¿Qué ha ocurrido ahora para que se haya conseguido llegar a un acuerdo para su puesta en libertad tras tantos años?Me sumo a la conclusión que extrae Stella Assange de que la presión de la comunidad internacional y, principalmente, de la ciudadanía global en los últimos años, ha sido determinante. Se han creado movimientos Free Assange en todo el mundo. Todos los organismos de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el marco del Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, relatores especiales, grupos de trabajo, las principales ONG del mundo, Reporteros sin Fronteras, Amnistía Internacional… prácticamente la comunidad internacional en su conjunto se ha posicionado frente a Estados Unidos. Ya era insostenible para la administración norteamericana seguir adelante con esta extradición.

¿Qué implica el acuerdo al que se ha llegado?Sobre Julian Assange pesaban 18 cargos en el distrito este de Virginia, 17 de los cuales se marcaban bajo la ley de espionaje de 1917. Esta es una ley anacrónica de Estados Unidos que se aprobó en el contexto de la Primera Guerra Mundial para perseguir a espías en territorio norteamericano y que no registra precedente de aplicación contra un periodista de ejercicio. Sin embargo, ahora lo que se hace es conmutar un solo cargo por el tiempo que Assange ha pasado en régimen de prisión provisional en Belmarsh, en Reino Unido. Por lo cual, indiscutiblemente es una victoria en el sentido de que enfrentaba potenciales penas de 175 años de cárcel. Con este acuerdo se pone fin al proceso de extradición que nunca debió haber tenido lugar.

¿Qué tiene ahora por delante Assange?Assange es un hombre libre y se desplazará a Australia, su país de origen. A nivel personal supongo que querrá recuperar el tiempo perdido con su familia, con la cual ha tenido además una interlocución muy limitada en estos años. Y en el plano profesional tendrá que decidir si va a seguir o no ejerciendo el periodismo. Hay que recordar que es el periodista más laureado de todos los tiempos y una persona que ha estado nominada recurrentemente y de forma continuada cada año al Premio Nobel de la Paz. Por lo tanto, ahora en libertad seguirá siendo una figura icónica para la libertad de prensa y el periodismo.

Se ha hablado mucho de su estado de salud en estos años de encarcelamiento.Assange ha estado privado de libertad en una u otra forma por 14 años. En un primer momento en una prisión provisional en Reino Unido; después en un régimen de arresto domiciliario en Norfolk; posteriormente casi 7 años en la Embajada de Ecuador en Londres, sin acceso a la luz sola ni aire fresco, en lo que Naciones Unidas determinó que era una situación de detención arbitraria; y, por último, por más de 5 años en una prisión de máxima seguridad que es conocida popularmente como la Guantánamo británica. Eso indiscutiblemente ha tenido un impacto en su salud física y mental que, en gran medida, ya es irreparable. Y esto no es una opinión personal. El redactor de la ONU contra la tortura le visitó estando en la prisión, junto con dos médicos especializados en tortura, y elevó un durísimo informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, afirmando que Julian Assange se encontraba bajo una situación de tortura que habría sido administrada continuadamente en el tiempo por jurisdicciones que se consideraban democráticas y avanzadas.

En estos años han calificado la situación de Assange de persecución política. ¿Cómo califica todo el proceso judicial?La libertad de prensa es un derecho que está más o menos consagrado en las principales constituciones de los países democráticos del mundo. De hecho, la libertad de prensa está garantizada en Estados Unidos ampliamente por jurisprudencia reiterada. Hay casos antiguos, como por ejemplo el Watergate, donde los periodista fueron incluso premiados, o los papeles del Pentágono, en el que los periodistas publicaron información que provenía del del Departamento de Defensa norteamericano. Ninguno de ellos fue perseguido por ejercer libremente el periodismo. Sin embargo, 50 años después, lo que hemos presenciado con esta causa es una gravísima agresión a la libertad de prensa, porque un periodista que recibió información veraz de fuentes legítimas, de interés público y que además acreditaba la comisión de gravísimos crímenes de guerra, ha sido perseguido por más de una década. Indiscutiblemente, la acción que ha desplegado Estados Unidos lo que nos demuestra a todos es que la libertad de prensa no está ni mucho menos consagrada en el mundo. Sin periodistas libres no se podrá ejercer la rendición de cuentas de los gobernantes y eso lleva a una senda peligrosísima de totalitarismo.

¿Continuará con la denuncia contra la empresa española de seguridad que trabajaba en la Embajada de Ecuador en Londres a la que acusan de supuesto espionaje?El caso sigue abierto en España en la Audiencia Nacional y sigue su curso. El acuerdo no está vinculado al acuerdo con Estados Unidos. Ya se ha entrado y registrado la sede de la empresa y el domicilio del dueño, al que incluso se detuvo y posteriormente se le dejó en libertad provisional con medidas cautelares. El caso seguirá investigando que esta empresa y su dueño habrían estado eventual y presuntamente proveyendo de información a la inteligencia norteamericana en relación a todo lo que sucedía en la Embajada con Julian Assange, incluidas sus visitas y las reuniones con sus abogados. Hay muchísimas fuentes abiertas que ya han reportado sobre esta causa, donde se dan todos los detalles de lo que se está investigando en relación a cómo se cambiaron las cámaras de la Embajada y se les introdujeron presuntamente micrófonos que no se percibían. Así como presuntamente se copiaron los documentos de identidad con los sellos y visados de todas las personas que iban a la Embajada. 

¿Es ahí donde aparecen por primera vez las acusaciones de que había un plan para matar a Assange?Los testigos protegidos en la Audiencia Nacional, que son extrabajadores de esa empresa, habían declarado que dentro de todo ese presunto espionaje se especuló con la posibilidad de secuestrarle dentro de la Embajada e incluso envenenarle. Años después salió un artículo de un periodista muy reconocido norteamericano, Michael Isikoff, que entrevista a 30 fuentes de la inteligencia norteamericana, tanto agentes como exagentes de la CIA, que reconocen el plan. Y entre otros, con nombre y apellidos, se entrevista a William Evanina, que fue jefe de contrainteligencia de los Estados Unidos. Y es él el que confiesa abiertamente que la CIA tenía acceso 24 horas 7 días a la semana a las cámaras de la Embajada de Ecuador en Londres. 

Desde este miércoles Assange es una persona libre pero, ¿Qué implicaciones tendrá en la jurisprudencia estadounidense la resolución de su caso?Esta causa desde sus inicios es un peligrosísimo precedente para la libertad de prensa en el mundo y, en concreto, para los periodistas de investigación. Esto debería generar un debate interno en Estados Unidos en torno a la ley de espionaje y la primera enmienda, que reconoce la libertad de prensa, porque evidentemente esa ley anacrónica no puede ser aplicada a periodistas que simplemente cumplen con su función, que es informar de hechos de los que tienen conocimiento. Y más cuando esos hechos acreditan la comisión de crímenes de guerra.

Redactor '20minutos'

Redactor de Internacional, Exteriores y Defensa. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Múndo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona. En 20minutos desde diciembre de 2020. Escribo sobre conflictos armados, derechos humanos y geopolítica.

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