Para qué sirve y qué puede cubrir un seguro de salud para gatos: "Son susceptibles de sufrir accidentes caseros"

En España hay alrededor de 5,9 millones de gatos de compañía registrados, lo que convierte a los felinos en una de las mascotas favoritas de muchas familias, especialmente en la ciudad, debido a su carácter independiente y casero, haciéndoles compañeros ideales para la vida urbana.

Sin embargo, la vida en la ciudad tiene sus encantos y desafíos, tanto para los humanos como para los animales. La curiosidad propia de estos felinos enfrenta riesgos únicos para aquellos gatos que viven en un apartamento o piso en las ciudades y que no tienen acceso al exterior.

Por este motivo, aunque estemos más acostumbrados a hablar de seguros para perros, también existen los seguros de salud diseñados exclusivamente para gatos. "Aunque lo más habitual es que nuestros gatos no salgan a la calle de paseo como los perros, son susceptibles de sufrir accidentes caseros", expresa Paz Belinchón, veterinaria en el departamento de indemnizaciones de Santévet. 

"Además de las caídas al vacío ya mencionadas, pueden electrocutarse al morder cables, padecer obstrucciones intestinales y problemas digestivos severos por ingestión de objetos, (es muy común que traguen hilos y agujas de costura) cordeles, coleteros o incluso juguetes suyos", agrega. 

La veterinaria también afirma que es relativamente común que se suban a estanterías o armarios y sufrir accidentes al caer sobre ellos. "Atentos a la curiosidad de algunos gatos que les ha llevado a introducirse en lavadoras, subido a vitrocerámicas calientes o han querido jugar con el cable de la plancha...", advierte.

Son capaces de caer manteniendo la posición de apoyo sobre las cuatro extremidades gracias a un sistema complejo

Un seguro para gatos también cubriría lo que en medicina veterinaria se conoce como síndrome del gato Paracaidista y se refiere a "un accidente bastante común en gatos domésticos que se precipitan en caída libre desde una ventana o un balcón del hogar", agrega la veterinaria.

"Los gatos tienen un sentido del equilibrio muy desarrollado y son capaces de caer manteniendo la posición de apoyo sobre las cuatro extremidades gracias a un sistema complejo alojado en el oído interno", detalla Belinchón. "Ante una caída, da la orden de 'abrir su paracaídas' con una secuencia en décimas de segundo de rotación de su cuello, giro de su columna y posicionamiento para aterrizar sobre las cuatro extremidades, que sumado al efecto amortiguador de sus articulaciones tratará de minimizar el efecto del impacto sobre el suelo".

No obstante, estos no son los únicos peligros que tienen nuestros mininos en el hogar, también es común la intoxicación por ingestión de plantas y flores. "Existe una lista extensa de especies de Ficus, lirios, tulipanes, Flor de Pascua (muy común en nuestras casas en Navidad) con consecuencias nefastas por la insuficiencia renal o neurológica", advierte la veterinaria.

"Muchas veces las intoxicaciones se deben a la ingestión o inhalación de productos de limpieza o insecticidas/raticidas que utilizamos en el hogar", añade. "Incluso el humo del tabaco o el polvo que se genera en la realización de una obra en casa, puede agravar cuadros de asma felina en gatos que ya padecen esta patología o propiciar que aparezcan problemas alérgicos".

Los problemas urinarios (cistitis, obstrucciones uretrales e insuficiencia renal crónica) son los que motivan más visitas a la clínica veterinaria. "Quizá porque al propietario le resulta más fácil detectar que su gato orina fuera del arenero, maúlla al entrar en el mismo, el color o el olor de la orina es diferente, nota que bebe más o aparecen vómitos por la casa", considera Belinchón.

Otra de las patologías que pueden ser motivo de consulta son las patologías oro-dentales (halitosis, disminución del apetito, dificultad para masticar, salivación y falta de acicalamiento...). "Las gingivitis y estomatitis causadas por infecciones virales, acumulación de sarro o secundarias a un problema sistémico, provocan dolor en la boca, dificultad al comer y que nuestro gato deje de acicalarse con problemas de piel, pérdida de pelo y obstrucción intestinal impactación fecal", apunta la experta veterinaria.

Cada vez más los problemas de alergias e intolerancias alimentarias o ambientales suponen un desembolso económico

"Por otro lado, cada vez más los problemas de alergias e intolerancias alimentarias o ambientales suponen un desembolso económico en el cuidado de la salud de nuestros felinos", detalla Belinchón. "Son medicaciones crónicas y análisis de diagnóstico costosos, que con un seguro de salud puede estar cubierto".

Un seguro para nuestro gato puede ayudarnos a hacer frente los gastos veterinarios de cualquiera de estas situaciones y, por ser unas circunstancias tan propias de los mininos, la compañía de seguros para mascotas ha querido diseñar una modalidad exclusivamente para ellos, pero, ¿cuánto cuesta un servicio como este?

Dependiendo de la modalidad que escojamos (entre Light, Confort y Premium) los precios varían entre los 20 y los 70 euros al año. No obstante, Santévet no es la única opción posible: existen otros seguros para mascotas y, concretamente para gatos, que rondan precios similares según la cobertura (como Petplan, Barkibu o Mapfre, entre otros).