Nacional

Verano en el pueblo y trabajando: una opción para universitarios repleta de oportunidades

San Pedro Manrique, Soria
Google Street View

Pueblos pequeños, con apenas un centenar de vecinos en algunos casos y con escasos servicios en líneas generales, atraen en verano a grupos de universitarios que realizan sus prácticas rurales y que, en contra de la opinión mayoritaria y los estereotipos, ven estos lugares como una fuente de "oportunidades".

En cifras, el programa "Campus Rural" ha enrolado en su primera edición a 400 jóvenes de 37 universidades públicas que, gracias al mismo, han tenido la oportunidad de conocer 280 municipios de menos de 5.000 habitantes.

Son perfiles variopintos, pues reúnen a sectores como el agroalimentario, la bioeconomía, los servicios de turismo sostenible y los de alta tecnología. La iniciativa forma parte del Plan de Recuperación y Transformación, el conocido como Perte, que incluye 130 medidas frente al reto demográfico.

Los rostros

Alejandro Antelo tiene 23 años, es de A Coruña, realiza el doble Grado en Geografía y Gestión del Territorio e Historia y es uno de los estudiantes que ya ha realizado sus prácticas en el medio rural. El verano pasado se trasladó durante tres meses a la Mancomunidad Tierras Altas de Soria, San Pedro Manrique (Soria). Allí, trabajó en la elaboración del Plan de ordenación del territorio en el ayuntamiento de la localidad.

"Hay que quitarse los prejuicios", ha asegurado este estudiante de la Universidad de Sevilla, para el que existe una "desconexión" entre el mundo urbano y el rural.

Tras conocer el programa por una charla en la universidad, Antelo decidió mudarse hasta una zona en la que "apenas hay 1.000 habitantes en toda la comarca" y la densidad de población es "de dos habitantes por kilómetro cuadrado".

"¿Estás seguro?", es una de las preguntas que el joven gallego recuerda que más recibió al compartir con sus allegados la decisión de realizar estas prácticas; por ello, ha defendido que es necesario "quitar los prejuicios" que existen en torno al rural.

Y un par de días es el tiempo que lleva Estela Roiz, de 22 años y natural de Muriedas (Santander), realizando estas prácticas en Noja, un pueblo cercano a su localidad. Roiz es estudiante de grado de Ingeniería Marina y grado en Ingeniería Marítima en la Universidad de Cantabria y aboga por "abrir la mente" de cara a realizar experiencias laborales como esta.

"Empecé el pasado jueves, ha sido raro, de repente hay mucho trabajo, mucho papeleo, con auditorias internas y externas, pero tengo que reconocer que estoy contenta", ha señalado al comenzar la conversación la estudiante cántabra.

Para la joven, estos tres meses de prácticas son una ventana para "darle otro enfoque" tanto al medio rural como a lo que está estudiando. En general, ha considerado que el Campus rural puede ser una llave que lleve a mejorar las condiciones de vida de estas zonas y luchar contra la despoblación.

Es el caso también de la recién graduada en el máster en Dirección de Empresas en la Universitat Rovira i Virgili, Liha Díaz, de 24 años y procedente de Cuba. Lleva un mes realizando sus prácticas rurales en Margalef de Montsant, en la comarca catalana de El Priorato (Tarragona); una decisión que celebra haber tomado ya que la considera como "la oportunidad perfecta" para entrar en el mercado laboral.

Para esta última estudiante, "una cosa son los libros y otra la realidad", por ello, las prácticas rurales son una oportunidad de llevar al día a día lo aprendido en las clases, ha defendido.

Barreras y oportunidades

Los tres estudiantes han defendido que esta es una experiencia que, no solo les puede abrir muchas puertas, sino que les ayuda a llevar a la práctica desde otro punto de vista los conocimientos que han adquirido en la universidad.

Por supuesto, no son escenarios bucólicos y también hay obstáculos, en especial el transporte, una barrera que sólo se puede salvar con vehículo propio, que se suma a la escasez de servicios básicos, como los comercios o el médico.

A pesar de las dificultades que puede conllevar vivir y trabajar en el rural, a la pregunta de cómo valoran esta experiencia responden inequívocamente: todos volverían a elegirla.

loading...