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Marta Francés, del acoso en el colegio y el cáncer en el cerebelo a aspirar a un podio paralímpico en París

La triatleta paralímpica Marta Francés, durante la entrevista.
Jorge Villa

La triatleta Marta Francés aspira a colgarse una medalla en el triatlón de los Juegos Paralímpicos de París 2024 que añadiría un nuevo éxito a una carrera deportiva jalonada de metales en competiciones internacionales de diverso tipo tras superar un cáncer y situaciones de ‘bullying’ en el colegio durante su adolescencia.

Francés ha relatado sus impresiones en el diálogo ‘La colaboración y el apoyo a las personas con discapacidad a través del deporte’, celebrado en Madrid y organizado por Servimedia con el apoyo de Generali.

En el diálogo también participaron José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD); Alberto Jofre, director gerente del Comité Paralímpico Español (CPE), y María Eugenia Muguerza, directora ejecutiva de Operaciones y Chief of Staff de Generali.

Un palmarés que abruma

Marta Francés (Puertollano, 1995) tiene hemiparesia lateral izquierda tras superar un tumor en el cerebelo cuando era una adolescente de 16 años. Compitió en natación mientras estudiaba Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y fue subcampeona de España en 2019. Ese año dio el salto al triatlón y se estrenó como campeona nacional.

Desde entonces, su palmarés abruma con tres medallas en Mundiales (plata en Abu Dabi 2021 y Pontevedra 2023, y bronce en Abu Dabi 2022) y otras tres en Europeos (oro en Valencia 2021 y Madrid 2023, y plata en Olsztyn 2022).

Además, atesora ocho metales en Copas del Mundo (oro en Alhandra 2020, Besançon 2021, A Coruña 2021, Besançon 2022, Analya 2022 y Alhandra 2023; plata en París 2023 y bronce en Banyoles 2019) y otros dos en Series Mundiales (plata en Montreal 2022 y plata en Yokohama el pasado 11 de mayo).

'Era como un bebé'

Antes de conseguir esos éxitos deportivos, Marta recuerda: “Con 16 años me diagnostican un tumor en el cerebelo. Al principio, creían que iban a ser benigno, pero cuando me lo quitaron por segunda vez, porque la primera no pudieron, vieron que era maligno y cáncer. Más que el cáncer en sí, lo más duro fue la recuperación porque, además, me dejó una discapacidad”.

Francés señala que cuando estuvo hospitalizada “solo movía la boca y los ojos. Cuando salí tuve que aprender a hacer todo. Era como un bebé. Entonces, tuve que volver a aprender a escribir, a leer, a caminar, a hablar. Yo tenía la sensación de que sabía hacerlo, pero no me salía”, explica, al tiempo que destaca la ayuda de sus padres en esos momentos.

Tras el tumor cerebral, "Era como un bebé. Entonces, tuve que volver a aprender a escribir, a leer, a caminar, a hablar..."

Antes, Marta sufrió ‘bullying’ durante seis años, motivo por el que tuvo que cambiar de colegio. “Me pegaban, me insultaban, me aislaban, me tiraban las cosas al baño…”, indica.

En una situación de ese tipo, la triatleta recomienda “hablar”. “Lo primero es decirlo porque nos da mucho miedo. Yo sentí ese miedo de decirlo porque crees que va a llegar a más, que te van a hacer más daño, que te van a pegar más y al final no. También depende de tu entorno porque, por ejemplo, en el primer colegio no me ayudaron nada. El jefe de estudios me decía que era culpa mía”, recalca.

Marta subraya: “Cuando me cambiaron de colegio, en el segundo me apoyaron un montón desde los directivos. Diría a ese niño o niña que lo esté padeciendo, y no solo niños, que en edad adulta también se padece mucho, que lo diga a sus personas cercanas y, sobre todo, que se atrevan a plantarse”.

“Haría un llamamiento a todo lo que es el entorno porque muchas veces hay un cabecilla de grupo que es quien toma esas decisiones más fuertes, pero todo el entorno está metido en el meollo”, indica.

Marta confiesa que nunca sabrá “a ciencia cierta” las razones de ser víctima del acoso escolar. “Los psicólogos me han dicho que suele ser la envidia por algo que sienten por ti. En mi caso, a los 12 o 13 años era deportista, no todavía alto nivel, pero se me daban muy bien todos los deportes y sacaba muy buenas notas. Entonces, pueden ser que a otras personas les causara rechazo. Se achaca a la envidia en esas edades, pero luego lo he vuelto a ver en edad adulta”, destaca.

Tras superar esas etapas de su vida, el año pasado concluyó un Máster en Biomecánica Deportiva y tiene en mente comenzar otro de educación para ser profesora en un colegio.

“Me encantan los niños, por eso lo de hacer el máster de educación para estar en el cole con niños y también por lo que viví, para romper toda esa historia que yo tuve. Y compaginarlo. La vida da para mucho y también me encanta el alto rendimiento. Estoy formada en alto rendimiento de natación y triatlón”, comenta.

Marta ocupa actualmente la segunda plaza en ranking femenino de la categoría PTS4 (deportistas con discapacidad física moderada que compiten de pie), solo por detrás de su amiga y sempiterna rival Kelly Elmlinger, de Estados Unidos.

Primeros juegos paralímpicos

Los de París serían sus primeros Juegos Paralímpicos, ya que no pudo participar en los de Tokio 2020 al sufrir una fractura por estrés en la tibia derecha, que le obligó a estar 10 meses en recuperación y se perdió las pruebas clasificatorias.

Esta vez, su reto mayúsculo es imponerse a Elmlinger. “Tengo mi espinita de conseguir ganar algún día a mi amiga americana, pero está un pelín por encima todavía. Mi objetivo es luchar contra ella en parís. Creo que voy por el buen camino y lo estoy haciendo muy bien con mi entrenador”, comentó.

Francés añadió al respecto: “Para mí, ir a París ya es un sueño cumplido. Mi objetivo es una medalla, del color que sea, que yo monto la fiesta. Pero el objetivo, por supuesto, es luchar por el oro”.

Por otro lado, Francés irá a la capital francesa París tras ser reconocida el pasado febrero como mejor triatleta paralímpica europea en una gala celebrada en Praga (Chequia) y en la que se sintió arropada por sus padres, pilares en su transformación vital tras el cáncer diagnosticado durante su adolescencia.

Para mí, ir a París ya es un sueño cumplido. Mi objetivo es una medalla, del color que sea, que yo monto la fiesta. Pero el objetivo, por supuesto, es luchar por el oro

Como aperitivo para la gran cita de este año, Francés logró la medalla de plata en la Copa del Mundo de París, que resultó ser un ‘test event’ al disputarse en el mismo circuito donde tendrá lugar la prueba en los Juegos Paralímpicos. Entonces, el agua del Sena estaba a unos 19 o 20 grados, óptimas para bracear con un bañador de neopreno.

1 de septiembre

El domingo 1 de septiembre ya está marcado en rojo en el calendario de la triatleta española. La prueba comenzará a las 8.15 horas, pero los deportistas deben estar tres horas antes en el circuito.

“Me levantaré a las tres y media o cuatro menos cuarto. Hay que hacer muchas cosas. Primero pasamos un chequeo del tritraje: que todos los logos y el apellido estén bien puestos, el casco, el neopreno, las zapatillas de correr, la bici… Todo hay que controlarlo y dura una hora larga. Una vez que te dan el visto bueno tienes que ir a montar la transición”, explica.

El triatlón se compone de dos transiciones: la T1, cuando los deportistas pasan de la natación al ciclismo, y la T2, cuando dejan la bicicleta y se calzan las zapatillas de correr. “Esto hay que hacerlo muy rápido porque muchos triatlones se pierden por algún fallo en las transiciones”, subraya.

Marta Francés está centrada en París 2024 y cree que puede “aguantar” otro ciclo paralímpico hasta Los ángeles 2028, aunque prefiere ir “partido a partido”.

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