Kanye West, de nuevo demandado por burlarse de sus trabajadores llamándoles "nuevos esclavos"

Kanye West y Bianca Censori, en mayo de 2013.
Kanye West y Bianca Censori, en mayo de 2013.
Rachpoot/Bauer-Griffin/GC/Getty
Kanye West y Bianca Censori, en mayo de 2013.

Kanye West no cesa de recibir denuncias de antiguos empleados. Lo curioso de la última que se ha presentado ante una Corte de Distrito de Estados Unidos —un tribunal de primera instancia— es que menciona a su actual pareja, Bianca Censori, y también acusa al bloguero y periodista de ultraderecha que se convirtió en su jefe de campaña y de gabinete, Milo Yiannopoulos.

La demanda explica que todo comenzó esta pasada primavera cuando el músico decidió crear una aplicación para promocionar sus propios temas de rap, aunque todo acabó derivando en un ambiente de trabajo racista, tóxico y opresor en el que tanto Ye como Censori o Yiannopoulos involucraron al staff en  "trabajos forzados y tratos crueles, inhumanos o degradantes".

A principios, Ye se centró en el lanzamiento de su propio servicio de streaming YZYVSN como aplicación para competir Spotify Apple Music o Tidal, de mucho tirón en el país norteamericano, ya que no quería que se quedasen con sus ganancias de sus siguientes álbumes, Vultures y Vultures 2.

Para ello, Kanye y Milo contrataron a un grupo internacional y multirracial de desarrolladores que incluso incluía a adolescentes —se afirma que algunos trabajadores tenían incluso menos de 14 años— y, se detalla en los documentos presentados ante la justicia, la mayoría teletrabajaba, aunque mantenían contacto constante con Ye a través de videollamadas.

La promesa de Milo era el pago de 120.000 dólares, a condición de que aceptasen las condiciones laborales y no hubiese quejas. A partir de ahí, hubo obligación de firmar contratos de confidencialidad, amenazando con despidos y negándose al pago en caso de estampar la rúbrica, así como exigió a los desarrolladores menores de edad a que asegurasen que solo eran "voluntarios".

En cuanto comenzó la labor, los supervisores, de raza blanca según los documentos, comenzaron el trato despectivo, ya fuera por edad, raza, género, orientación sexual o país de origen. Algunos miembros, de hecho, utilizaba el término "esclavos", así como otros directamente les llamaban "nuevos esclavos". Además, fueron intimidados para trabajar durante horas sin poder conciliar el sueño.

En la demanda, que han presentado varios de estos trabajadores y por la que piden una compensación económica por daños y perjuicios, por salarios no pagados y el pago de las horas extras, así como añaden la angustia emocional, detalla cómo Milo llegó a utilizar emojis de piel negra para diferencias a los miembros del equipo o llamó a un adolescente "school shooter" [quienes perpetran a tiros las matanzas en las escuelas norteamericanas].

Además, a finales de abril Ye estaba centrado en su negocio de cine para adultos Yeezy Porn, por lo que su esposa Bianca Censori envió enlaces pornográficos a los trabajadores para compartir los archivos y avances. Dichos enlaces también estaban dirigidos a los menores.  A pesar de ello, la diseñadora no figura como acusada.

El primero del pasado mayo, después de la prisa de Ye por conseguir la aplicación, el equipo le presentó una de ellas terminada, si bien en la demanda no se especifica cuál. Aun así, en los documentos se asegura que nunca les han pagado por ello, lo que, tras un tiempo prudencial, les ha llevado a presentar la demanda.

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