Pocos minutos después de la media noche de este lunes, un hombre que paseaba por las calles del distrito madrileño de Carabanchel se topó con un bebé, que había nacido horas antes, en el interior de una bolsa de supermercado. Un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid ha confirmado los hechos y aclarado que el neotato fue trasladado al hospital, donde se encuentra en buen estado de salud. Desde los servicios sociales de la Comunidad de Madrid asumirán la custodia del menor hasta encontrar una familia de acogida.
El bebé se encontraba envuelto en una toalla en el interior de una bolsa que estaba en un contenedor a la altura del número 106 de la calle Toboso, en el barrio de San Isidro. El viandante alertó de la presencia del neonato al ver que el cubo de basura se movía. Tras ello, avisó a una de las vecinas del edificio y avisaron a la Policía.
Al lugar se desplazó también una unidad del Samur-Protección Civil. Al atender la menor y revisar en el estado que se encontraba, los sanitarios comprobaron que todavía tenía restos de sangre y estaba caliento. Por ello, consideran que el bebé había nacido horas antes de ser abandonado. La unidad de emergencias le trasladó al Hospital 12 de Octubre, donde permanece en observación y en buen estado. Ahora, la Policía intenta identificar a sus progenitores. La unidad Científica está recabando huellas dactilares y preguntando a los posibles testigos.
Por su parte, la Comunidad de Madrid asumirá la tutela temporal del bebé y buscará una familia de acogida de emergencia, tal y como ha informado este lunes la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila.
"El procedimiento es ahora, de forma ágil, asumir la tutela del bebé para intentar encontrar una familia de emergencia que pueda acogerlo en el momento en el que esté en condiciones sanitarias", ha señalado la consejera desde las obras del nuevo Centro Ocupacional de la Fundación Los Jardines de España.
Dávila ha señalado que en el caso de que no hubiera ahora ninguna familia disponible, el bebé pasaría a uno de los centros de la Comunidad de Madrid y, una vez finalizada la investigación, el Gobierno regional asumiría la tutela de forma permanente y pasaría al régimen de adopción.
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