El Partido Popular ha presentado este lunes su propuesta para una selectividad común en las 11 comunidades autónomas en las que gobierna y ha dejado sellado el compromiso conjunto de unificar el examen de acceso a la universidad para 2025, lo que afectará al 70% de los jóvenes de toda España. El acuerdo se ha dado a conocer en el acto 'Por una EBAU Común' cebrado en la ciudad de Salamanca y ha sido firmado por el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo; los barones autonómicos del PP, como la lideresa madrileña Isabel Díaz Ayuso, el andaluz Juanma Moreno o el anfitrión Alfonso Fernández Mañueco; y los consejeros de educación de las regiones.

La nueva selectividad del PP consiste en la unificación de las pruebas de acceso a los estudios universitarios tanto en fondo como en forma. Los contenidos evaluables pasarán a ser los mismos -aunque las preguntas no serán idénticas en todas las comunidades-, al igual que el tipo de examen a realizar en cuanto a formato, conocimientos básicos exigidos y criterios de corrección. La reforma del PP también incluye unificar las fechas tanto para la realización del examen como para la publicación de las notas, de modo que los alumnos de las CCAA lideradas por la formación se examinarán a la vez y en el mismo orden.

Diferentes exámenes con contenidos comunes

Los exámenes no serán idénticos. Para que así sea, deberá haber una reforma de la LOMLOE y el PP no cuenta con la mayoría suficiente en el Congreso para materializarla. Sin embargo, aunque las pruebas seguirán siendo distintas, los contenidos evaluables que podrán ser preguntados en el examen, así como la estructura y la puntuación, serán los mismas en todas las regiones. "Todos los alumnos tienen que saber mismos contenidos", dicen desde Génova.

Para ello, las consejerías de Educación utilizarán una matriz de especificaciones que permitirá la reorganización del currículo y una mayor concreción del contenido de la prueba. Desde el partido, señalan que este instrumento actuará como un "puente" entre lo que se imparte en clase y lo que se evalúa en la EBAU, "asegurando que los exámenes reflejen adecuadamente los contenidos y habilidades que los estudiantes deben haber aprendido". La métrica determinará si las pruebas de evaluación, al unificarse, recogen los objetivos curriculares. Los currículos, por tanto, permanecerán intactos y solo se reformará su organización, "homogeneizando los niveles de exigencia y los contenidos".

Esta métrica se armonizará en las 15 asignaturas de la fase obligatoria, no en las demás. El PP explica que estas materias abarcan "competencias y conocimientos que son considerados esenciales para los estudiantes". Cada una de ellas se dividirá en en cuatro bloques para su unificación: cuántas partes tiene la prueba, qué se evalúa en cada una de sus partes, qué tipo de actividades hay en ellas y qué valor tiene cada una. Por ello, tanto la estructura como la descripción del examen de cada materia tendrán el mismo denominador común: el tipo de preguntas que pueden aparecer, los temas específicos que deben estudiar, y la distribución de las calificaciones.

Mismos criterios de corrección

En cuanto a los aspectos formales, también habrá una unificación en los criterios de corrección. Se propone un sistema de penalización análogo en todas las pruebas, atendiendo a la corrección ortográfica -grafías, tildes y puntuación-, la corrección sintáctica, la propiedad del vocabulario y la adecuada presentación de la respuesta. Un ejemplo de ello será el número de errores ortográficos permitidos para superar el examen, que será exactamente el mismo en todos los territorios.

La propuesta hace una distinción en los criterios de corrección de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura con respecto a las demás. En esta materia, se valorará la capacidad de redacción -atendiendo a la exposición ordenada de las ideas-, el correcto engarce sintáctico, la riqueza léxica y la matización expresiva. 

Los criterios de corrección en la asignatura de lengua serán más exigentes que en el resto de materias, pues la deducción podrá ascender hasta los dos puntos, frente a la penalización máxima de un punto en las demás. En lengua, la primera incorreción ortográfica no se penalizará (frente a los dos errores intactos de las otras asignaturas) y se sancionará con -0.25 puntos cada fallo (frente a los -0.10 de las demás).

Mismas fechas y calendario

Otra de las novedades será la fijación de fechas comunes tanto para la realización del examen como para la comunicación de las notas. Frente al actual modelo que no establece las mismas fechas ni el mismo orden de los exámenes de cada asignatura tanto en la convocatoria ordinaria como en la extraordinaria, los populares quieren implantar un calendario único para todo su poder territorial.

Con respecto a la publicación de las notas, el partido defiende que actualmente algunas universidades cerraban las matriculaciones antes de que los alumnos de otras comunidades supiesen sus notas, por lo que la unificación de la fecha de publicación de resultados "facilitará la movilidad de los alumnos".

Puerta abierta a las demás comunidades

El nuevo modelo de EBAU se implantará en todas las autonomías del PP (Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Comunidad de Madrid y Región de Murcia), aunque se tenderá el brazo a las cinco comunidades donde los populares no gobiernan (Cataluña, País Vasco, Navarra, Asturias y Castilla-La Mancha) "para que, si quieren, puedan incorporarse al acuerdo", según ha adelantado la vicesecretaria de Sanidad y Educación del partido, Ester Muñoz, en el acto celebrado en la Universidad de Salamanca.

Cabe tener en cuenta que las competencias de las comunidades autónomas en materia de contenidos curriculares son compartidas con el Ministerio (50-50% en el caso de las bilingües, 60-40% en el caso de las no bilingües), por lo que el PP solo podrá trabajar en el marco de sus competencias.