Feijóo propone que toda España se examine de la Selectividad los mismos días y haya formatos y criterios de corrección comunes

El PP propone que todos los alumnos de España que quieran acceder a cualquier universidad del territorio nacional se presenten a una prueba común, que tenga el mismo formato y criterios de corrección, y que se celebre en las mismas fechas. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha rodeado de siete presidentes autonómicos para presentar un modelo de Selectividad para toda España. Bajo la misma premisa que ha empleado para rechazar la amnistía, el popular ha acudido a Salamanca a defender la igualdad de los españoles. 

Y esta pasa, en su opinión, porque todos los alumnos tengan las mismas oportunidades para acceder a una carrera en cualquier universidad del país. Pocos días después de el Gobierno aprobase el decreto de la nueva Selectividad, la oposición lanza su propio modelo que, en todo caso, pone "a disposición del resto de comunidades autónomas". Por ello, Feijóo reta al Gobierno y a sus socios nacionalistas a "superar sus perjuicios políticos en beneficio de los estudiantes de los territorios".

La vicesecretaria de Educación y Sanidad, Ester Muñoz, ha trabajado en una propuesta basada en cinco medidas. Primero, el PP ha establecido unos criterios comunes para todas las comunidades en las que gobierna; segundo, ha acordado tanto fechas como orden de las pruebas; tercero,  ha acordado un día para la publicación de calificaciones. En cuarto lugar, la oposición plantea un acuerdo básico sobre el contenido de la prueba respetando el currículo oficial y, por último, un sistema común de evaluación que tiene en cuenta la corrección ortográfica, la sintáctica, el vocabulario y la presentación.

En este sentido, los populares defienden su propuesta frente a la aprobada por el Gobierno el pasado 11 de junio. "El gran cambio del Gobierno de la normativa ha sido cambiar el nombre de la prueba. Se opta por un nuevo parche en la Selectividad en vez de afrontar un proyecto mucho más ambicioso, como es el del PP, que comienza por una EBAU común con criterios más elaborados y pasa por avanzar en la elaboración de unos currículos con las Reales Academias y otras instituciones de relevancia", sostienen en su plan, que se han comprometido a implementar en 2025 hasta 12 de las 17 comunidades autónomas —las 11 del PP más Canarias—. 

El contenido no es el mismo, pero estaría "armonizado"

El contenido no será el mismo, pero sí estaría "armonizado". De este modo, los populares explican que "de la misma forma que pasa en un instituto, en el que el profesor puede poner unas preguntas en la clase A y reformularlas en la clase B, el examen de la EBAU común no va a ser idéntico". "Sin embargo, sí va a ser el mismo tipo de examen. Es decir, el mismo en cuanto a formato, a los saberes básicos y a los criterios de corrección. Y por ello, todos los alumnos tienen que saber mismos contenidos", explican. 

De este modo, justifican que renuncien a una Selectividad única, ya que para ello, habría que reformar la ley de educación (LOMLOE). "Mientras que los contenidos no sean idénticos, no podemos poner un examen con las mismas preguntas. Lo que sí que podemos hacer es poner el mismo tipo de examen. Es decir, el mismo en cuanto a formato, a los saberes básicos y a los criterios de corrección", insisten.

Para la reorganización del contenido, el equipo de Muñoz ha desarrollado una matriz que consensua cuántas partes tiene la prueba, qué se evalúa  en cada parte, qué tipo de actividades hay en cada parte y qué valor tiene cada parte de la prueba.

Un mismo sistema de corrección del examen

Asimismo, las comunidades gobernadas por el PP que han firmado el acuerdo se comprometen a aplicar un sistema común de corrección para todas las comunidades autónomas. Por el momento, los populares solo ponen de ejemplo la corrección ortográfica: "Se propone un sistema de penalización en la corrección ortográfica, que incluye grafías, tildes y puntuación, y la corrección sintáctica, la propiedad del vocabulario y la adecuada presentación".

De este modo, distinguen entre las materias comunes de Lengua Castellana y Literatura II del resto de asignaturas. En el primer caso, se valorará la capacidad de redacción, "que se manifiesta en la exposición ordenada de las ideas, el correcto engarce sintáctico, la riqueza léxica y la matización expresiva" y además, la ortografía será "evaluada en su totalidad, desde las tildes a los signos de puntuación, y será considerada dentro de la capacidad de expresión del estudiante". Si bien la primera incorreción ortográfica no se penalizará, cuando se repita la misma falta de ortografía se contará como una sola. A partir de la segunda, por cada falta se deducirá 0,25 puntos, hasta un máximo de dos puntos y por errores en la redacción, la sintaxis, el vocabulario y la presentación se podrá deducir un máximo de un punto.

Para el resto de las asignaturas, el PP plantea que la máxima deducción global en el ejercicio será de un punto: los dos primeros errores ortográficos no se penalizarán, pero cuando se repita la misma falta de ortografía se contará como una sola. A partir de la tercera falta de ortografía se restarán 0,10 hasta un máximo de un punto. Además, por errores en la sintaxis, el vocabulario y la presentación se podrá restar un máximo de medio punto.