El "insólito" huracán Beryl, un violento presagio de lo que puede ser esta temporada: "Es combustible de primera"

Los daños producidos por el huracán Beryl y su visión desde el espacio.
Los daños producidos por el huracán Beryl y su visión desde el espacio.
20minutos
Los daños producidos por el huracán Beryl y su visión desde el espacio.
Al menos siete personas han fallecido en la región del Caribe por el paso del huracán 'Beryl'
EP

El huracán Beryl, que deja al menos siete fallecidos hasta este miércoles por la mañana en la región del Caribe, ha alcanzado la categoría 5 -máxima en la escala Saffir-Simpson, que mide a los huracanes por la fuerza de sus vientos- y se ha convertido en el más tempranero de esta envergadura desde 1966, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Supera en dos semanas el anterior récord, que lo mantenía el huracán Emily, que llegó a categoría 5 el 16 de julio de 2005.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU, desde que se tienen registros, nunca se había formado a estas alturas de año un huracán de máxima intensidad en el Atlántico, por lo que el Beryl, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, sienta un "alarmante precedente", advirtió este martes, y podría ser el anticipo de "una estación muy activa y con riesgos para toda la cuenca atlántica, lo que una vez más muestra la necesidad de sistemas de alerta temprana". 

Con esta idea coincide el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, que indica a 20minutos que "esta temporada de huracanes, que ya se preveía muy intensa, comienza fuerte y los expertos en seguimiento de huracanes ya avisan de que es probable que Beryl sea el aviso de lo que puede ser esta temporada".

Del Campo reconoce que Beryl es "insólito" y "no tiene precedentes" por ser "el huracán que más al este se ha formado en la cuenca del Atlántico en el mes de junio desde que tenemos registros -segunda mitad del siglo XX-" y porque, además, "es el primer huracán que alcanza categoría cuatro en el mes de junio -lo consiguió el día 30- y también es el huracán de categoría cinco, la máxima categoría, más temprano, dos semanas antes que Emily".

Fotografía tomada el lunes 1 de julio por el astronauta Matthew Dominick desde la Estación Espacial Internacional donde se muestra el huracán Beryl durante su paso por el Caribe.
Fotografía tomada el lunes 1 de julio por el astronauta Matthew Dominick desde la Estación Espacial Internacional donde se muestra el huracán Beryl durante su paso por el Caribe.
Matthew Dominick / EFE

El meteorólogo pide analizar "en detalle" las causas, si bien preliminarmente apunta a unas temperaturas del agua del mar "bastante más cálidas de lo normal" en la cuenca atlántica. "Los últimos días las aguas por las que ha transcurrido Beryl tenían unas temperaturas entre uno y dos grados superiores a lo normal. Las aguas cálidas son combustible para estos sistemas tropicales y han contribuido a esta temprana formación de un huracán tan intenso. Además, estamos en una fase de transición hacia la Niña y la atmósfera está tiene unas condiciones más favorables para la formación de huracanes porque favorece la simetría propia de estos sistemas tropicales. Digamos que la cizalladura, que es la diferencia de vientos entre capas bajas y altas de la atmósfera, es baja. Es decir, hay poca diferencia entre la intensidad y dirección del viento en capas bajas y capas medias y altas y esto favorece que se formen huracanes", explica. 

Esta idea también es mencionada por la meteoróloga de Eltiempo.es Marta Almarcha, que aclara a este periódico que "cuando los vientos a gran altitud, que son los que pueden decapitar y frenar los huracanes, se reducen-como provoca la Niña-, los huracanes cobran fuerza". Esto, unido a que las temperaturas del mar en esa zona del Caribe se sitúan a más de 27 grados centígrados, niveles más propios de finales de agosto y finales de septiembre tras acumular el calo de todo el verano, "hacen un combo perfecto para que tengamos huracanes de gran intensidad", abunda Almarcha. 

Captura de una imagen satelital de la Subdivisión de Meteorología Regional y de Mesoescala (RAMMB) y del Instituto Cooperativo para la Investigación Atmosférica (CIRA) de la Universidad Estatal de Colorado (CSU)
Captura de una imagen satelital de la Subdivisión de Meteorología Regional y de Mesoescala (RAMMB) y del Instituto Cooperativo para la Investigación Atmosférica (CIRA) de la Universidad Estatal de Colorado (CSU)
RAMMB

Inconvenientes

La "rápida y extraordinaria" intensificación de Beryl, que ha pasado de tormenta tropical a huracán de gran categoría en 42 horas -algo que solo tiene seis precedentes en toda la serie histórica-, tiene inconvenientes. Según expone Del Campo, "que muchas veces los modelos de predicción del tiempo, pese a sus grandes mejoras, no siempre son capaces de predecir esta rápida intensificación y esto puede llevar a que algunas zonas afectadas no sean capaces de afrontar las consecuencias". Por ejemplo, el año pasado, en Acapulco, una tormenta tropical se intensificó rápidamente convirtiéndose en el huracán Otis, que causó una gran devastación y al menos medio centenar de fallecidos.

Del Campo recuerda que, como ya lleva años advirtiendo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (más conocido por sus siglas en inglés, IPCC) de la ONU, "el cambio climático antropogénico no tiene por qué incrementar el número de huracanes totales, pero sí es probable que aumente la proporción de huracanes de gran categoría, es decir, los más devastadores y más destructivos".

El paso del huracán Beryl por Barbados deja un reguero de destrucción (ATLAS).

En este sentido, su colega Almarcha apunta a 20minutos que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE UU (NOAA, por sus siglas en inglés) prevé que este año sea de "récord" con entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y 13 pueden convertirse en huracanes y, de estos, entre cuatro y siete podrían alcanzar una categoría superior a tres. Las últimas ocho temporadas de huracanes -del 1 de junio al 30 de noviembre- han superado la actividad media y se prevé que este año se convierta en el noveno año consecutivo de récord de huracanes.

Por su parte, el meteorólogo y colaborador de Meteored (tiempo.com), Francisco Martín, manifiesta igualmente que las aguas "extremadamente cálidas, entre uno y tres grados centígrados por encima de los valores normales, y la tremenda cantidad de energía almacenada en las aguas tropicales que ha sobrevolado Beryl son gasolina de primera". 

"Las aguas cada vez están más cálidas en el Atlántico Norte, pero además el calor almacenado en los últimos 10 años se ha acentuado no solamente en los primeros metros sino incluso hasta los 700 y 2.000 metros de profundidad en algunas zonas. Esto supone que los huracanes de este año van a tener gasolina de primera siempre y cuando se den las circunstancias", advierte el experto. Además de las elevadas temperaturas del agua del océano y de la ausencia de vientos de gran altitud, Martín agrega otro factor: "Tiene que haber un germen, una semilla, que en este caso ha sido una onda del este, es decir, una pequeña perturbación ciclónica que ha crecido desaforada y rápidamente". 

Destrozos de Beryl en Barbados
Destrozos de Beryl en Barbados
LAPRESSE

El portavoz de Meteored (tiempo.com) advierte que la temperatura del mar se está elevando por el calentamiento global de origen antropogénico causado por la emisión de gases de efecto invernadero. En este sentido, los océanos actúan como sumideros y absorben muchos gases y calor de la atmósfera para regular la temperatura del planeta, "pero todo tiene su límite", avisa Martín.

Redactora '20minutos'

Periodista y portadista en 20minutos desde 2012. Empecé en la sección de Multimedia y de ahí he pasado por Redes, Cultura, Cierre y Mi Bolsillo. Desde hace cuatro años formo parte del equipo de Última Hora lidiando sobre todo con el coronavirus. Me gusta escribir de salud, ciencia, medio ambiente, educación y temas sociales.

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