Así de intenso ha sido el último día de la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza: abrazos, sonrisas y gorra al aire
- La heredera ha recibido de manos de su padre, el rey, el despacho que la acredita como alférez.
- El capitán general Felipe VI y la alférez Leonor delatan con sus gestos la complicidad como padre e hija.
Leonor de Borbón Ortiz ha vivido este miércoles su último día en la Academia General Militar de Zaragoza, donde durante once meses, ha sido una más. A pesar de su estatus particular, la hija de los reyes ha sido sometida al mismo entrenamiento y formación que los demás alumnos, con sus maniobras intempestivas y sus horarios, con sus menús en la cantina y sus salidas con amigos cuando podía librar.
El 3 de julio de 2024 será un día imborrable para la heredera, quien ha recibido su despacho de alférez y ha cambiado sus insignias militares, como corresponde a quien ha subido de escalafón en el estamento castrense y ya no es un aspirante a cadete.
Los momentos más emotivos de este miércoles estival se han vivido cuando el rey, capital general de todos los ejércitos, le ha entregado su nombramiento a la heredera. A las sonrisas y felicitaciones ha sucedido un sentido abrazo de padre a hija.
Leonor, que se ha dirigido posteriormente al palco donde se encontraban también su madre, la reina Letizia, y su hermana, la infanta Sofía, ha sido abrazada por ambas. Las sonrisas de todas denotaban que la misión que las separó el año pasado, ha sido cumplida con éxito.
Leonor ha presidido el desfile y la entrega de despachos a otros alféreces. Junto a ellos entonó el himno de La General y cuando el Rey ha dicho la frase "rompan filas", las gorras de todos, incluyendo la de Leonor, han volado hacia el cielo para clausurar el acto.
La Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, espera a Leonor en menos de dos meses. Allí le esperarán nuevas amistades, tareas renovadas y un largo viaje, pero los recuerdos que se lleva de Zaragoza se quedarán con ella para siempre.