El ganador de las elecciones británicas por aplastante mayoría absoluta y líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ya es primer ministro. Después de mantener una audiencia con el Rey Carlos III en Buckingham Palace para formalizar la toma de su cargo, el nuevo mandatario ha llegado al número 10 de Downing Street, su nueva residencia oficial, donde ha apelado al "cambio" y la "reconstrucción" del Reino Unido. El laborista ha apelado a una "renovación nacional" y al "retorno de las políticas por los servicios públicos": "Nuestro país necesita volver a descubrir quiénes somos, ladrillo a ladrillo construiremos la infraestructura de la oportunidad".

El nuevo primer ministro ha acudido a Buckingham minutos después de que el gobernante saliente y líder de los conservadores, Rishi Sunak, renunciase formalmente al cargo en el palacio. Sunak se ha responsabilizado de la debacle electoral del partido y ha anunciado también su renuncia a la jefatura del partido y al liderazgo de la oposición, aunque no "de manera inmediata" sino "cuando todos los arreglos formales para elegir sucesor estén preparados". "Lo siento, he dado todo a este puesto", ha manifestado tras pasar la formación de 371 a 121 electos. El conservador se ha disculpado también con los candidatos que han perdido su escaño en la Cámara después de haber "trabajado tanto por este país".

Tras pronunciar su discurso, Starmer se puso a trabajar de inmediato y llamó uno por uno a los miembros de su Ejecutivo. Se trata de un equipo con pocas discrepancias ideológicas, con la posible excepción de la viceprimera ministra y titular de Cohesión Territorial, Angela Rayner, que llevará al Gobierno las esencias izquierdistas de las bases del partido. En Reino Unido los miembros del Ejecutivo siempre salen de los escaños del Parlamento, por lo que resulta relativamente sencillo conocer quiénes serán sus integrantes. Sin embargo, algunos de los nombramientos sí han sido inesperados. Entre ellos ha destacado el de Pat McFadden, coordinador de la campaña laborista y cerebro de la estrategia del partido.

En la nueva Cámara de los Comunes -compuesta por 650 escaños-predominarán las voces moderadas al centro y a la derecha del partido, algo que podría complicar los planes de Starmer para Reino Unido. A ellas se podrían unir los independientes que se presentaron sin el aval del laborismo, especialmente de su exlíder Jeremy Corbyn, a quien Starmer despojó del apoyo de su partido. La izquierda, por su parte, estará representada en el Parlamenteo por voces como la vice primera ministra Angela Rayner y por la ministra de Transportes, Louise Haig.