Así es Victoria Starmer, esposa de Keir Starmer y futura primera dama británica

Keir Starmer y su esposa, Victoria, en octubre de 2022.
Keir Starmer y su esposa, Victoria, en octubre de 2022.
Dave J. Hogan / Getty Images
Keir Starmer y su esposa, Victoria, en octubre de 2022.

Según explican desde Tatler, "la palabra más utilizada para describirla es la siempre inofensiva y agradable". También "reservada", "sensata", "glamurosa", "encantadora"... Lo cierto es que las alabanzas que recibe Victoria Starmer, la esposa de Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico y ganador por aplastante mayoría de las elecciones de este pasado jueves, a lo largo de la semblanza que le han dedicado desde el citado medio son cuantiosas y ayudan a entender cómo es percibida esta mujer de 49 años que se convertirá en la futura primera dama de Reino Unido.

Nacida en el próspero barrio de Gospel Oak, en el norte de Londres, Victoria Stamper (de apellido Alexander), nunca ha olvidado las raíces de su familia: su padre, Bernard, que curiosamente vive hoy en día en la misma calle que el matrimonio, es un inmigrante judío de origen polaco que hizo fortuna trabajando de contable y que se casó con Barbara, trágicamente fallecida en 2020 víctima de un accidente de tráfico, una doctora nacida en Yorkshire con quien tuvo a sus dos hijas: Victoria tiene una hermana, Judith, con quien se crio.

Lady Stamer —título que posee desde que su esposo obtuviera el de caballero por su mandato como jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona y por su trabajo contra la pena de muerte en todo el mundo— asistió a la Channing School, un colegio privado para niñas en Highgate, graduándose como abogada en 2001 y trabajando luego para el despacho Hodge Jones & Allen, si bien actualmente está empleada en el NHS, el Servicio Público de Salud en el país anglosajón, "un trabajo que ama", según Sir Keir.

Nunca pensó que llegaría a estar en la primera línea política —no por nada ha conseguido mantenerse fuera del foco de atención durante toda su vida—, ni siquiera cuando, por su ocupación como procuradora, conoció a su actual marido, de quien, como curiosidad, se ha llegado a decir que fue el modelo del personaje de Mark Darcy en El diario de Bridget Jones. De hecho, era impensable que llegarían a ser algo, pues la primera frase que dijo Victoria nada más acabar aquella conversación inicial fue "¿Pero este quién diablos se cree que es?".

Pero la chispa del amor surgió, tuvieron su primera cita en el pub Lord Stanley, en la zona de Camden Park Road, comenzaron un romance todavía en los años 90, se casaron en Essex en 2007 y ahora viven en una increíble casa de 1,75 millones de libras —algo más de dos millones de euros— en Kentish Town, un área metropolitana al noroeste de la capital inglesa y, sí, parte del distrito electoral de Sir Keir.

Es allí donde están criando a los dos hijos que han tenido en todos estos años como pareja: el primogénito, Toby, nacido en 2010, y una hija menor, de 11 años, cuyo nombre jamás ha sido confirmado de manera oficial. Entre otras cosas, porque, que se sepa, Victoria no tiene redes sociales.

Esta búsqueda del hermetismo familiar y público —no tiene relación con los medios de comunicación a diferencia de otras Primeras Damas anteriores— ha llevado incluso a que miembros del propio Partido Laborista reconozcan que no conocen a Victoria. Pero sí sus vecinos, que afirman que Vic —o Vicky, como la llaman en su círculo cercano— es una persona "muy cercana" y que mantiene las costumbres.

Por ello ha conseguido que Kier, ateo, asista con ella y sus hijos a la sinagoga de St John's Wood, la misma jéder en la que los menores estudian sobre el judaísmo, o que sigan celebrando la tradición del shabat de cenar los viernes por la noche con familiares y amigos —algunos de tanto renombre como Amal y George Clooney, sobre todo por la labor humanitaria de la abogada— tan a menudo como pueden.

De hecho, hay quien piensa que su religión puede influir sobremanera en las políticas de su marido, dado que sus charlas con Victoria y con el resto de su familia y amistades han llevado a Sir Kier "a tener una mejor comprensión sobre lo que es el antisemitismo", según una fuente de Westminster. Eso sí, en el contexto mundial actual hay que recordar que, antisemitismo y antisionismo no es lo mismo, dado que, con respecto al conflicto actual entre Israel y Palestina, el líder laborista llegó a asegurar su "apoyo el sionismo sin reservas" nada más acceder a dicho cargo.

Además, hay quien opina que su primera incursión oficial en la política, cuando su marido y el resto de la familia se trasladen finalmente al número 10 de Downing Street,  podría estar relacionada con el Movimiento Laborista Judío (JLM) o bien dando un discurso o bien acudiendo a alguna de sus reuniones o festejos. Si esto ocurre, probablemente lo haga con un vestido de color rojo, dado que es el tono que más ha utilizado durante toda la campaña: es el que representa al partido que dirige su esposo, el Labor Party.

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