La Plaza de Toros de Pamplona fue un campo de concentración del régimen franquista

La Plaza de Toros de Pamplona fue campo de concentración.
La Plaza de Toros de Pamplona fue campo de concentración.
La Plaza de Toros de Pamplona fue campo de concentración.
La Plaza de Toros de Pamplona fue campo de concentración.
Atlas

El chupinazo daba este sábado el pistoletazo de salida a los Sanfermines 2024 y menos de 24 horas después tenía lugar el primer encierro del año dejando calles abarrotadas, pero sobre todo una Plaza de Toros donde los pamplonicas esperaban la llegada de los toros. El ruedo se convierte durante esta semana tan especial en un lugar de festejo, pero no siempre ha sido así. 

La Plaza de Toros de Pamplona fue inaugurada en 1922, pero hubo momentos en los que no fue escenario de corridas y encierros. En 1939 se convirtió en uno de los 303 campos de concentración que hay registrados en España y acogió a miles de presos del régimen franquista. 

"Fue un campo de concentración al menos durante tres o cuatro meses en los que estuvieron miles y miles de hombres encerrados en unas condiciones absolutamente infrahumanas, hacinados, con hambre, con sed...", explica a Atlas el investigador Carlos Hernández. 

El primer campo se abrió en el protectorado español al día siguiente de estallar la rebelión, el golpe de estado, es decir el 19 de julio de 1936 y el último no se cerró hasta 1947, ocho años después de terminar la guerra civil. Sólo en Navarra, donde hubo cuatro campos de concentración, fueron retenidas al rededor de 3.500 personas.

"Algunos de los prisioneros eran sacados de ese campo de concentración y del otro que había en la ciudad de Pamplona y fusilados en la conocida como Puerta del Socorro que está en la Ciudadela, que era el otro campo de concentración que había en la ciudad de Pamplona", explica Hernández.

El régimen franquista instauró estos campos de concentración con varios objetivos entre los que se encontraba el exterminio ideológico y el trabajo esclavo, con el que se dedicarían a construir obra pública. Los presos eran asesinados si consideraba que su acercamiento a la República era insalvable.

Ahora, 88 años después de que se abriese el primer campo de concentración en España, el experto considera crucial que se tenga conocimiento de lo que ocurrió en el pasado en lugares como la Plaza de Toros de Pamplona, donde ahora se celebran festejos: "Instalar paneles o placas que cuenten lo que ocurrió sería la mejor manera de dignificar a las víctimas"

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