Segundo encierro de Sanfermines 2024. Este lunes ha sido el turno de la temida ganadería José Cebada Gago, la que más heridos tiene a sus espaldas y, después de Miura, la más veterana de las fiestas.
El balance es de seis lesionados, ninguno por asta de toro. Son todos varones mayores de edad y entre ellos figuran tres por contusiones, uno con una contusión craneal. También hay dos traumatismos faciales, uno con hemorragia en la parte superior de la cabeza y un sexto corredor presenta un traumatismo craneoencefálico.
El encierro ha sido rápido (2 minutos y 40 segundos) en comparación con otros protagonizados por la ganadería gaditana y bastante estirado, especialmente a partir de Estafeta.
Los momentos de tensión, como en casi todos los encierros de Cebada Gago, no han faltado. El más delicado, el de un mozo que se ha caído encima de un toro en Mercaderes, ha permanecido unos segundos en el suelo y se ha levantado justo cuando también lo hacía el animal, lo que ha provocado que el asta le haya pasado muy cerca de la cabeza. El mismo toro que ha protagonizado esta escena se ha roto un pitón en otra caída más adelante.
Por delante el resto de los astados han ido entrando poco a poco a corrales, dos de ellos entreteniéndose unos instantes pero sin mayores incidencias, nada que ver con lo sucedido en el primer encierro en el que dos astados dieron varias vueltas al ruedo generando momentos de muchísima tensión.
El peso de los ocho toros desplazados por Cebada Gago oscila entre los 510 y los 595 kilos. Son astifinos y, si bien no destacan por su enorme tamaño, sí por su rapidez y peligrosidad. Sus nombres son Estafador, Desgreñado, Avanto, Compuesto, Andante, Bético, Semillero y Gritón.
La ganadería acumula 60 corneados en 33 apariciones. En el 69,7% de sus encierros ha habido algún corredor corneado y cuenta una media de 1,84 heridos por asta por encierro, la más alta de cualquier otra ganadería de las anunciadas.
En 2023, Cebada Gago dejó un balance de tres trasladados al hospital y protagonizó el encierro más largo y angustioso de las fiestas: 2 minutos y 53 segundos.
Fermín Etxeberria Irañeta fue el penúltimo mozo que murió en un encierro en Pamplona, el 8 de julio de 2003, y lo hizo precisamente durante el protagonizado por la ganadería gaditana.
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