Barcelona

La Sindicatura de Greuges de Barcelona alerta de la falta de cambiadores inclusivos en la ciudad

Cambiadores inclusivos de la playa Nova Icària de Barcelona.
Institut Guttmann.

La Sindicatura de Greuges de Barcelona alerta de que faltan cambiadores inclusivos en los equipamientos municipales y en el conjunto de la ciudad. Tras recibir la queja de la madre de un niño con discapacidad que necesita un apoyo especial a la hora de ir al baño, esta institución señala que la falta de cambiadores inclusivos lleva a familias en situaciones similares a tener que cambiar a los hijos al suelo de los baños de forma antihigiénica o bien en los bancos de la calle. 

En un comunicado publicado este lunes, la sindicatura destaca que las cámaras higiénicas accesibles no disponen de literas ajustables en altura para poder realizar la transferencia de estas personas y pide instalar cambiadores específicos para garantizar que puedan realizar las necesidades fisiológicas con seguridad y salubridad. Además, recalcan que el único ejemplo de cambiador adaptado o inclusivo es el módulo que se ha instalado en dos playas de la capital catalana, la de Nova Icària y la de Sant Miquel. 

Esta institución alerta de que la inexistencia de cambiadores inclusivos conlleva que las personas que requieren asistencia para ir al baño tengan que limitar las salidas a sitios cercanos donde viven o, directamente, quedarse en casa. La sindicatura avisa de que esta situación supone una "vulneración de los derechos a la intimidad o la dignidad como personas" y añade que "limitar esta movilidad también tiene afectaciones sobre el derecho al ocio, a la cultura o al deporte".

La institución presidida por David Bondia insta a estudiar la posibilidad de instalar literas regulables en altura y, si es necesario, abatibles en todos aquellos espacios municipales y anima a la ciudad a tomar como referente las prácticas que han inspirado el movimiento 'Changing Places' en Reino Unido, Nueva Zelanda, Irlanda o Australia y 'Toiletten für alle' en Alemania. En la estela de estas iniciativas surgió en Bilbao la asociación Cambiadores Inclusivos.

"Hay que buscar la excelencia"

La Sindicatura de Greuges reconoce que la labor de los diferentes gobiernos municipales han convertido a Barcelona en "una ciudad referente en temas de accesibilidad", pero advierte que hay que "seguir impulsando iniciativas para consolidar y mejorar los derechos de las personas con discapacidad". Esta institución recalca que los servicios deben adaptarse a las personas y no al revés y que Barcelona debe buscar "la excelencia en materia de accesibilidad universal".

Hay personas que necesitan soportes específicos o la asistencia de otra persona para ir al baño y para atender a su higiene personal. El cambiador inclusivo es un elemento que dispone de espacio suficiente para una camilla que puede servir tanto para niños como para adultos, un baño regulable en altura, así como un inodoro y un sistema de raíles con grúa para las transferencias, entre otros.

Para el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), el concepto de cambiador adaptado o inclusivo hace referencia a un cambiador que dispone de todos los dispositivos y requisitos para que una persona con discapacidad física pueda hacer uso de forma autónoma o con el apoyo de terceras personas.

Para dar cumplimiento al artículo 5 de la Ley 13/2014, de 30 de octubre, de accesibilidad de Cataluña, que asigna a los municipios la competencia de elaborar, aprobar y ejecutar un plan de accesibilidad, en 2017 aprobar la Medida de Gobierno para la elaboración del plan de accesibilidad universal de Barcelona. Este plan consta de tres fases: el diagnóstico, la propuesta de soluciones tipos y la planificación e implantación.

En 2020 se analizaron los servicios higiénicos de los mercados municipales, centros de servicios sociales, Oficinas de Atención a la Ciudadanía, centros cívicos, centros deportivos municipales y bibliotecas.

De acuerdo con el resultado, el IMPD ha hecho una serie de recomendaciones, como revisar la apertura de puertas, posibilitar la transferencia a ambos lados de los inodoros, colocar dispositivos de llamada de asistencia, mejorar la señalética con contraste, relieve y Braille y velar por la accesibilidad de pequeñas instalaciones de los servicios higiénicos, como manijas de las puertas, grifos, espejos o pestillos.

En la segunda fase del plan corresponde implementar las soluciones tipos que han sido valoradas conjuntamente con la Red de Accesibilidad y Vida Independiente, formada por personas con discapacidad y entidades del sector y miembros del Acuerdo ciudadano por una Barcelona inclusiva. La sindicatura señala que todavía no se tienen los resultados de la tercera fase, consistente en planificar e implementar las actuaciones necesarias para dar cumplimiento a los objetivos del plan.

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