El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reaccionado a la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón de cerrar el caso del Tsunami Democràtic en la que estaba investigado, compartiendo su "alegría por el hecho de que tanta gente acusada y perseguida injustamente en una causa delirante pueda recuperar parte de la vida y la normalidad robadas", aunque ha insistido en sus acusaciones de 'lawfare' o judicialización de la política. "Sabían que la acusación de terrorismo era delirante, pero esto los importaba poco, y menos si eran ellos quienes tenían el resorte para poderlo descarrilar cuando los conviniera.
Puigdemont, uno de los grandes beneficiados por este dictamen, ha publicado en su red social X un mensaje donde ha cargado en especifico contra el juez achacándole la imputación: "Me resulta sorprendente que un magistrado de la experiencia y la mala leche de García Castellón haya cometido un error tan estúpido". El exmandatario ha criticado que "cuando la causa ya no daba más de sí y estaba condenada al fracaso, la han lanzado a la papelera". "Buscaban embadurnar durante años, intimidar personas clave, ensuciar la narrativa sobre el independentismo y todos nosotros", ha sentenciado.
También ha reiterado Puigdemont su juego de palabras sobre los jueces y el guiño a la mafia siciliana, "La Toga Nostra". En este sentido, ha asociado a los magistrados con la "ultraderecha" y les ha acusado de "hacer política sobre el miedo" de la lucha independentista. Además, el posconvergente ha hecho hueco para mencionar la ley de amnistía "contra la cual [los jueces] están en pie de guerra y en plan de rebeldía".
"España no es un Estado de Derecho"
El independentista ha cargado contra el poder judicial español en su conjunto y ha hablado directamente de "inseguridad jurídica", poniendo en duda la "separación de poderes" y la "imparcialidad" de los magistrados. "España no es un Estado de Derecho desde el momento que hay jueces que llevan años instruyendo una causa ilegalmente (sabiéndolo, por cierto), que deciden no aplicar una ley del Parlamento [la ley de amnistía] porque no les gusta. En un estado de derecho, la justicia no puede ser patriótica".
Sobre la justificación del juez García Castellón, que cerró la causa del Tsunami Democràtic por haber cometido "un error formal", el catalán ha afirmado que "el supuesto error formal no los disuade de continuar embadurnando y manteniendo las sospechas sobre las cuales han estado construyendo esta causa".
En esta línea, Puigdemont ha incidido en la idea de que este "error" se podría volver a repetir más adelante y rechaza también que lo ocurrido vaya a quedar en el olvido: "El ataque a la reputación y el sufrimiento que ha representado todo esto para muchas personas y sus familias no lo revierte nadie".
Después de que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, haya anunciado su intención de volver a España desde Suiza el próximo sábado tras el archivo de la causa, el fugado líder de Junts no ha manifestado los términos de un supuesto regreso porque su orden de detención sigue en pie tras la decisión de Tribunal Supremo de no amnistiarle la malversación por la que está procesado en rebeldía, un veredicto que el catalán decidió recurrir este lunes. A esto se suma la decisión del juez de la trama rusa de rechazar amnistiar a Puigdemont por la supuesta injerencia de Rusia en el procés y de pedirle al Supremo que le investigue por traición y malversación.
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