La Costa Brava, situada en el noreste de España, es un destino turístico de primer orden conocido por sus impresionantes paisajes, sus playas paradisíacas y sus encantadores pueblos costeros. A lo largo de esta se encuentran varios pueblos con un encanto especial que los convierte en destinos ideales para unas vacaciones.
Uno de estos es Roses, que se encuentra en un entorno natural rodeado de montañas y bañado por el mar Mediterráneo. Este municipio ha sido habitada desde la época romana, tal y como se puede constatar en su casco antiguo y, aunque es un pueblo acogedor y familiar, guarda algunas leyendas de las que sus habitantes se siguen acordando. Una de ellas es una curiosa historia de amor entre un "delfín y una sirena".
Una pareja "enamorada" del mar
En Roses vivían dos jóvenes enamorados se dice que ella soñaba con ser una sirena, libre y danzando entre las corrientes por su amor profundo por bañarse en el mar. Mientras que, él, un muchacho conocido en el pueblo por ser fuerte y valiente, era "como un delfín" surcando las aguas, siempre al lado de su enamorada. Por eso a esta pareja se le conocía en el municipio catalán como "sirena y delfín".
Aun así, durante el día sus caminos se separaban. Ella cuidaba de su anciana tía, mientras que él acompañaba a un viejo pescador en su faenas. Sin embargo, con la caída de la tarde, se escapaban a su refugio secreto: la cala de Canyelles Petites. En la cala nadaban juntos, reían y compartían sueños de un futuro donde su amor pudiera florecer sin barreras y sin tener que estar separados durante el día.
Un canto y un silbido que "se sigue escuchando"
Cuando el verano llegó y las fiestas mayores de Roses comenzaron, la pareja decidió celebrar su amor bajo la luz de la luna llena. Para eso, se dirigieron a su cala, pero, cuando entraron en el agua, el cielo se oscureció y una fuerte tormenta comenzó. Delfín intentó subir a Sirena a las rocas, pero las fuertes olas los separaban. Finalmente ella se vio arrastrada hacia las profundidades y un grito desgarrador brotó de la garganta del Delfín.
Los rosenses, conmovidos por el trágico final, creyeron que la pareja había muerto en las olas, pero que sus corazones "habían trascendido los límites de la vida mortal". Fue entonces cuando Sirena y Delfín se convirtieron en leyendas y dicen que en las noches de luna llena se puede escuchar en Roses el canto de la Sirena y el silbido del Delfín.
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