Perros

El perro jindo, Tesoro Natural y protegido por la Ley de Patrimonio de Corea del Sur

El estándar admite 6 colores: fawn, blanco, negro, negro y fuego, gris lobo y atigrado.
20minutos

La isla de Jindo, situada frente a la costa suroeste de Corea del Sur, es el hogar de este perro emblemático tipo spitz. Se trata de una raza de desarrollo natural que ha demostrado impresionantes aptitudes para la caza a lo largo de cientos de años. Su reconocimiento oficial se remonta a la ocupación japonesa de Corea, cuando fue declarado monumento natural en 1938. Más tarde, en 1962, fue incluido en el catálogo de Bienes Culturales de la República de Corea. Hoy en día, los perros nacidos en la isla de Jindo pueden obtener un pedigrí expedido por el gobierno de Corea del Sur, tras una inspección que confirme que cumplen con los estándares de la raza.

Porque la crianza profesional del perro Korea jindo no es tal como la entendemos aquí o en otras partes del mundo occidental. La administración de su reproducción está directamente a cargo del gobierno coreano, que posee oficinas dedicadas a los perros jindo y almacena muestras de sangre de aquellos que han pasado el cribado. Esta gestión tiene el objetivo de asegurar la pureza y la calidad de la raza, respaldada por la ley de Protección y Cría del Perro Jindo. Esta ley incluye directrices de la Administración del Patrimonio Cultural para la adecuada gestión de la raza.

Un antes y un después en la historia del Korea jindo

En la historia moderna del Korea jindo, su fama internacional tiene nombre y apellidos: Lee Kun-hee, el presidente del Grupo Samsung. Desde 1968, Lee mostró un gran interés en los perros jindo, hasta el punto de convertirse en criador profesional. Consciente de la percepción negativa de Corea como un país que consume carne de perro, Lee promovió al jindo como perro nacional de Corea en el extranjero y colaboró en la redacción de su estándar. Su esfuerzo culminó en el reconocimiento del jindo como raza pura por el Kennel Club británico en 2005, seguido por la Federación Canina Internacional (FCI) en el mismo año.

En 2012, se descifró el genoma completo del jindo, y más recientemente, un estudio publicado en 2020 encontró que su información genética comparte linaje con el perro cantor de Nueva Guinea.

No aptos para cualquiera y de un solo dueño

Los perros jindo poseen un fuerte instinto de caza y vigilancia. Son perros que forman un profundo vínculo con un único cuidador, hacia el que será extremadamente leal. También los describen como territoriales y pueden ser hostiles hacia otros animales, especialmente por agresividad intrasexual con otros perros.

“Los perros jindo necesitan educación desde el momento en que son adoptados hasta el final de sus vidas. La educación nunca termina. Y jamás, pero jamás, por mucho que se intente, un jindo se convertirá en un golden retriever”, afirma Hyungwook Kang, un conocido adiestrador canino y CEO coreano especializado en adiestramiento de perros jindo. Sin embargo, también cabe añadir que en la convivencia en el hogar, son perros tranquilos y serios, sin tendencias destructivas.

Cuidados del perro korea jindo

Los jindos son perros medianos, con patas largas y una constitución fina. En Corea, se dividen en dos tipos de cuerpo: tonggol, con proporciones equilibradas entre longitud y altura, y hudu, donde el perro es más largo que alto. Se admiten seis colores en el estándar de la raza.

El pelaje del jindo es corto pero doble, y absorben el calor fácilmente, por lo que se recomienda evitar las caminatas en las horas centrales en verano. Sueltan abundante pelo en primavera y otoño.

Para más información, se recomienda contactar con la Real Sociedad Canina de España o visitar la página oficial de la Asociación del Cuidado de Perros Jindo de Corea (en coreano), que tiene una bolsa de adopción. Desde Animaleros sugerimos considerar la adopción o acogida de perros de las protectoras locales, brindando una oportunidad a animales como la preciosa Zephyr, que se encuentra en Jaén pero puede viajar.

Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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