Preocupación en Galicia por el gran aumento de animales que varan en sus playas: "Su desaparición puede romper el ecosistema"

España es uno de los países con mayor biodiversidad biológica marina. Aun así, centenares de estos animales varan en las playas todos los años, tanto vivos como muertos. Una situación que aumenta cada año en el país y sobre la que los expertos ya alertan. "La desaparición de estos animales puede romper todo el ecosistema marino", manifiesta Sílvia Giralt, oceanógrafa de la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM). 

Galicia es la comunidad más afectada, pues solo el año pasado llegó a registrar 630, una cifra que triplicaba la media anual, que se encuentra en 240. Este año, además, podría batir el récord de varamientos, ya que solo en los últimos siete meses ya ha superado los 349, a diferencia de en 2023 cuando hubo 226. Así lo asegura Pablo Covelo, biólogo de CEMMA (Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos).

Según el  experto, el 90% de los animales que llegan a las playas gallegas están muertos, y los motivos son diversos. El 47% de ellos mueren por pesca accidental, lo que significa que han quedado atrapados en las redes de los pescadores, aunque muchos otros mueren por contaminantes. El año pasado "varó un animal con kilos y kilos de plásticos", señala Covelo, que incide en que un 70% de estos varamientos son de delfines comunes.

Las causas detrás de este aumento desproporcionado de los varamientos, no obstante, se siguen estudiando. El experto recalca que "no hay datos concretos", aunque sí hay varias hipótesis sobre ello. "En el último año los delfines comunes se ven cada vez más cerca de costa, y su alimentación puede ser lo que los traslade". Esto se debería principalmente al cambio climático, que hace que los peces se acerquen más a las playas y con ellos, los cetáceos. La contaminación, por su parte, podría ser otra clave para explicar los varamientos. "Un 97% de los delfines tienen ya microplásticos que llegaron por lo que comieron", subraya, haciendo también hincapié en la contaminación química, que puede afectar a sus sistema endocrino o inmunológico.

Red de varamientos

Cada comunidad autónoma tiene una red de varamientos que se gestiona de manera distinta. En Galicia, por ejemplo, es el CEMMA quien se encarga todos los casos de animales que varan en sus playas, con la financiación de la Unión Europea y el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. "Todos están bajo el amparo del Ministerio de Transición Ecológica", asegura la oceanógrafa Sílvia Giralt, quien incide en que "depende de la casuística que se tenga en esa zona". 

Aun así, Giralt subraya que se está trabajando en una base para "homogeneizar todos los datos para que sean también más accesibles a nivel público". "El proyecto ya está en marcha y acabará en diciembre de 2025", asegura, por su parte, Jesús Varas, Jefe de la Sección de Fauna y Flora Silvestre y miembro de la Red de Varamientos de Cantabria. 

De los varamientos que suceden en costas del Mediterráneo se encargan varias fundaciones, entre ellas la Oceanogràfic en la Comunidad Valenciana, o el CRAM en Cataluña. En estas zonas no es tan común la llegada de cetáceos a las playas. En las costas valencianas pueden aparecer "unos ocho ejemplares muertos y cinco vivos", asegura, al respecto, Mariana Saubidet, bióloga de la citada fundación Oceanogràfic y miembro de la red de varamientos de la Comunidad Valenciana, que indica que lo más común son "animales enfermos o bien desorientaciones por desconocimiento de las mareas". Estos números son similares a los de la costa catalana.

Giralt ha ofrecido teorías similares a las de Covelo, que podrían explicar el aumento del número de varamientos. "La destrucción del hábitat y el cambio climático están alterando los ciclos biológicos. Los animales están en constante cambio y esto puede hacer que se acerquen más a costa", indica la oceanógrafa. Aun así, recalca que "casi al 100% somos responsables" de esta destrucción "debido a la presión tan grande que hace el ser humano".

La contaminación, según ha mencionado, también puede ser un factor clave que influya en los varamientos, tanto la acústica, con los sonidos de los radares que perjudican la ecolocalización de los cetáceos, como la física. Existen, según Giralt, unos niveles muy altos de toxinas en el Mediterráneo, que afectan a toda la cadena alimenticia. 

Recomendaciones

Cada comunidad autónoma tiene unos protocolos de actuación en caso de que se produzca un varamiento. Aun así, todos los expertos coinciden en que si un ciudadano avista un animal marino varado, lo primero que debe hacer es llamar al 112. Ellos se pondrán en contacto con la correspondiente asociación. 

"Es un animal salvaje, por lo que debes evitar acercarte tanto si está vivo como si está muerto", expresa Varas. "Tocarlo puede provocar enfermedades a nosotros y sobre todo a los cetáceos. Pueden hacer mucho daño", señala, por su parte, la bióloga de la fundación Oceanogràfic para después añadir que tocarlos supone "un estrés" para ellos. 

Giralt, por tanto, ya alerta de que el aumento de los varamientos y el estado de los mares debería preocupar a la ciudadanía. "Debería estar preocupando y mucho. Son especies que sus poblaciones están disminuyendo a ritmos vertiginosos y son clave en el ecosistema. Su desaparición podría romper el ecosistema", manifiesta, a lo que se une Jesús Varas, que, aunque llama a la calma, también especula que el número de varamientos podría seguir subiendo si "las cosas no cambian".