Así imaginamos de padres a Margot Robbie y Tom Ackerley (y los beneficios para su relación)

Hay parejas que ostentan el título de power couple y la de Margot Robbie y Tom Ackerley es una de ellas. La actriz y el empresario no solo llevan 10 años de exitosa relación romántica, sino que son dos de los fundadores y dueños de la productora LuckyChap Entertainment (la misma detrás de éxitos como Barbie o Yo, Tonya).

Y, hace tan solo unas semanas, 'anunciaban' la noticia de que estaban esperando su primer hijo a través de la nueva silueta premamá de la estrella australiana. Pero, ¿cómo puede afectar este cambio en sus vidas a su relación profesional y de pareja?

Generalmente, cuando se trata de tomar el camino de la paternidad y hablamos de dos estrellas de Hollywood, es difícil que ambas personas puedan continuar con su carrera laboral como antes.

Los viajes o la dedicación de tiempo que requiere no solo la grabación, sino la promoción de las películas hacen difícil mantener una vida familiar normativa. Es más, casos como el de Elsa Pataky y Chris Hemsworth o Eva Mendes y Ryan Gosling han sido muy comentados por el sacrificio que hicieron las actrices.

Ambas celebridades se apartaron durante varios años de proyectos laborales grandes para que sus hijos tuvieran una infancia con toda la normalidad posible, en la que, al menos, uno de sus progenitores estuviera siempre cerca.

Sin embargo, el caso de Margot y Tom podría ser una excepción a la norma si tenemos en cuenta que, además de que solo uno de los dos se dedica al mundo de la interpretación, está el hecho de que pueden elegir en qué proyectos se involucran y de qué manera gracias a su empresa (como, por ejemplo, la película sobre Monopoly que llevará a la pantalla el famoso juego de mesa),  permitiéndoles ser padres igualmente involucrados. 

Esto es algo que les pone condiciones más fáciles en cuanto a la crianza compartida, de lo que no solo se va a ver beneficiado su bebé al gozar de un ambiente familiar en armonía. También tiene un impacto positivo para la pareja.

Entre las ventajas de la paternidad igualitaria, está el refuerzo en la comunicación, ya que tienen que estar en constante sintonía para la toma de decisiones (y es una mejora que se traslada al plano de pareja) o el trabajo en equipo colaborando y apoyándose mutuamente.

Margot y Tom tendrán que desarrollar nuevas habilidades de resolución de conflictos, lo que no solo fortalece el compromiso, sino que les dará el positivismo de que pueden enfrentarse juntos a situaciones difíciles en el plano paternal y más allá.

Involucrarse por igual también implica que tienen menos estrés y cansancio -al no estar uno solo con el mayor peso de la carga-, y se tiene más energía para dedicarse al otro. Además aumenta la empatía, ya que entienden de primera mano los esfuerzos de la otra persona y una mayor comprensión fortalece cualquier vínculo

En resumen, optar por este modelo mejoraría la satisfacción de la relación de pareja logrando que ambos se sientan valorados y tengan una distribución de tareas y responsabilidades que se traduce en una dinámica equilibrada y les da un propósito nuevo como pareja que les une. Además de un gran ejemplo para su hijo.

Una historia de amor y amistad

Trabajar juntos no es algo nuevo para ellos, es más, enfrentarse previamente a desafíos de manera conjunta es algo que vivieron de primera mano con la película Barbie. Tuvieron que hacerse algunas modificaciones al filme, grabando algunas escenas extra meses después de haber terminado con el rodaje.

Además, tanta ilusión como la que volcaron en la película de la muñeca (y el resto de sus proyectos) sería la que también albergarían en esta etapa, porque ambos deseaban empezar una familia.

Fue en 2013 cuando se conocieron gracias a un proyecto cinematográfico sobre la Segunda Guerra Mundial y mantuvieron su romance en secreto porque formaban parte del mismo grupo de amigos.

Un año después se mudaron juntos y confirmaron su romance al aparecer juntos en un partido de hockey sobre hielo. Sin embargo, la discreción siempre ha sido una de las características de su relación, como demostró su boda, una ceremonia privada en Australia en el año 2016.

Y aunque ya se habían dado el "Sí, quiero", no fue hasta el festival de cine de Toronto que tuvieron su primera aparición conjunta en la alfombra roja en la premiere de Yo, Tonya. Así como los sucesivos posados delante de photocalls que han ido coleccionando en estos años al ser, pareja, sí, pero también compañeros de trabajo.

Esa pasión que ambos comparten desde que dio comienzo su amistad es también clave en lo que a sentirse unidos se refiere aunque sea de manera diferente. De hecho, una de las cosas que la actriz ha destacado es que su marido prefiere estar detrás de las cámaras, pero que tampoco se extraña por el estilo de vida que lleva su esposa delante de los flashes.

Entre ellos, los problemas de agenda también han aparecido en ocasiones, pero como la misma Margot ha explicado: "Si tenemos que volar un país entero para estar juntos, lo haremos y luego volaremos de vuelta para trabajar al día siguiente". Un compromiso y prioridad a la pareja que les será de mucha utilidad con esta etapa nueva que se abre ante ellos.

Los fans de la pareja pueden estar tranquilos, el pronóstico de su futura paternidad se antoja colaborativo y positivo si tenemos en cuenta que además de pareja son mejores amigos.