Internacional

Trump se prepara para un baño de masas en la Convención Republicana con Biden en plena sangría de apoyos

El candidato presidencial republicano, el expresidente de EEUU Donald Trump.
GETTY IMAGES

Si hay un escenario favorable a Donald Trump para llegar como claro favorito a noviembre y ocupar por segunda vez la Casa Blanca ese es el actual. El intento fallido de asesinato ha encumbrado todavía más al expresidente tras llevar ya varias semanas a la cabeza de las encuestas y que su figura haya adquirido ahora una dimensión heroica a ojos de sus simpatizantes. 

Tan solo unas horas después del atentado fallido, Trump aseguró que estaría presente en persona para recibir la nominación final de su partido; la pasada madrugada ha aterrizado ya en el aeropuerto de Milwaukee a bordo de su jet privado, el Trump Force One. Lo hará, así, con una imagen icónica a sus espaldas: en pie, con el puño en alto y sangre en el rostro, tal y como le captaron las cámaras instantes después de que Thomas Matthew Crooks abriera fuego contra él. "Trump se encuentra bien y desea veros a todos en Milwaukee", hizo saber un comunicado de su campaña poco después del tiroteo. 

A todo ello se ha unido la resolución del Tribunal Supremo que le permite atrasar sus juicios pendientes y que ha sido el espaldarazo que necesitaba para que el Partido Republicano se esté volcando como nunca en su candidatura. Pero lo que más redito electoral le está dando es la situación de su rival demócrata, el presidente Joe Biden, que se encuentra sumido en una guerra contra los medios, luchando internamente con su partido y con el objetivo cada vez más complicado de convencer a sus votantes de que, pese a las críticas por su salud, es el indicado para vencer nuevamente al magnate. 

Trump se sabe favorito y la Convención Nacional Republicana —a la que acudirá entre importantes medidas de seguridad— que empezará este lunes en Milwaukee (Wisconsin) y le nominará oficialmente como candidato será el colofón final. El peso que ha ganado dentro del partido se ha demostrado en su programa electoral. A diferencia de lo que se pensaba, ha tratado de moderar algunas peticiones históricas de los republicanos, en un claro guiño a los indecisos que dudan de la capacidad de Biden de gobernar los próximos cuatro años. Pese a que puede haber voces republicanas contrarias a estas decisiones, lo cierto es que nadie se atreve a ir en contra de Trump. 

El programa, publicado días después del debate con Biden y aprobado el pasado lunes por la cúpula del partido, cuenta con un plan de 20 puntos y un documento ampliado de 16 páginas que traza la hoja de ruta del que sería su Gobierno. En él se excluyen referencias a la prohibición nacional del aborto y se limita a oponerse a "abortos tardíos", apoyar el acceso a anticonceptivos y a tratamientos de fertilidad. Este es un tema clave para atraer votantes, ya que los derechos reproductivos de las mujeres son una de las cuestiones estrella del equipo de Biden. No solo como baza de su campaña, sino también para atacar a Trump, ya que los demócratas le acusan de tener un plan para prohibir el aborto en todo el país.

Los republicanos insisten en que la Constitución establece que cada uno de los 50 estados del país es libre de adoptar la legislación que crea necesaria. Una postura que está en línea con la sentencia del Supremo que en 2022 rectificaba una que había adoptado este mismo órgano décadas atrás. Trump asume así las tesis de este Tribunal (que tiene tres jueces nombrados por él mismo), que daba la potestad a los estados de decidir si prohibirlo o no.

Lo que si ha mantenido la campaña de Trump en el programa es la deportación de migrantes. Entre sus medidas está "detener" lo que califican como una "invasión migrante" en Estados Unidos y "llevar a cabo la operación de deportación más grande de la historia" del país. Además, propone construir "un gran escudo defensivo contra misiles" en Estados Unidos al estilo de la Cúpula de Hierro israelí. Una medida que no será sencilla teniendo en cuenta el tamaño de Estados Unidos. Así mismo, dice que "deportarán a radicales pro-Hamás" que participen en protestas universitarias y "acabará con los cárteles de drogas extranjeros y aplastará la violencia de las pandillas", además de modernizar el Ejército estadounidense para que sea "el más fuerte y poderoso del mundo".

A nivel económico apuntan que buscarán "poner fin a la inflación", convertir a Estados Unidos en una potencia energética mundial, mantener el dólar estadounidense como la principal divisa mundial y evitar recortes en el programa de salud pública Medicare. En cuanto a cuestiones sociales, el programa amenaza con recortar la financiación federal a los colegios que hablen sobre racismo y sobre identidad de género porque cree que son contenidos "inapropiados" para los niños. También prohibirán que las mujeres trans puedan participar en competiciones deportivas femeninas. El equipo de Trump recoge también en el plan para su mandato "proteger la integridad de las elecciones", en referencia a las acusaciones de fraude del expresidente durante las últimas elecciones que terminaron en el asalto al Capitolio.

La sentencia del Supremo que da aire a Trump

Fue precisamente su imputación en casos como el del Capitolio, en el que se la acusaba de instigar a la multitud para evitar que se confirmara el resultado de las elecciones de 2020, lo que hacía dudar a algun sector de su partido. Sin embargo, lo ocurrido este sábado en Pensilvania y la resolución del pasado uno de julio del Supremo le ha dado alas para terminar de aglutinar a los indecisos. La histórica sentencia de este Tribunal recogía que "un expresidente tiene derecho a inmunidad absoluta frente a un proceso penal por acciones dentro de su autoridad constitucional concluyente". Por tanto, Donald Trump no podrá ser juzgado por las acciones cometidas durante su periodo como presidente de los Estados Unidos. O por lo menos en aquellas realizadas en actos oficiales. Esta decisión ha provocado que los casos en los que está siendo juzgado el magnate se retrasen, haciendo poco probable que tenga sentencias firmes antes de las elecciones estadounidenses que se celebrarán en noviembre.

La sentencia del Supremo tiene consecuencias no solo en el caso del asalto al Capitolio, sino también en otros a los que se enfrenta Trump en Georgia ,por sus intentos de invalidar los resultados electorales en ese estado, y en Florida, por almacenar ilegalmente material clasificado en su mansión de Mar-a-Lago tras dejar la Presidencia. La sentencia anula los fallos que habían negado la inmunidad a Trump y solicita que decidan de acuerdo con los criterios actuales. Por lo tanto, los tribunales inferiores decidirán ahora qué actos de los que están siendo juzgados se consideran oficiales y cuáles no.

Esto es lo que ha ocurrido ya con el caso de de Mar-a-Lago, en el que la jueza federal a cargo ha decidido pausar el procesamiento tras el fallo del Tribunal Supremo. Esta medida llega después de que la defensa de Trump hubiera presentado una moción para que la jueza estudiara la sentencia del alto tribunal estadounidense. Otro de los juicios contra el magnate que tenía previsto este mes ratificar la condena ya impuesta a Trump ha retrasado su decisión. Es el caso del juicio penal por falsificación de registros comerciales en Nueva York, que se aplaza hasta el 18 de septiembre. Los fiscales de Manhattan toman esta decisión de acuerdo con la solicitud del equipo legal del expresidente para que el juez que supervisa el caso pueda estudiar si el fallo del Supremo puede afectar a su condena. Aunque en este caso sí llegaría antes de las elecciones, es posible que la defensa de Trump recurra.

Biden, un rival en la cuerda floja

Por último, uno de los motivos por los que Trump ha aumentado su ventaja en la carrera a la Casa Blanca es la situación de su contrincante. La presión mediática y política de los propios demócratas sobre el presidente estadounidense, Joe Biden, tras el fracaso del debate electoral no ha hecho más que aumentar. A todo ello se ha sumado la perdida de donantes con importante presencia en medios, una cuestión clave para la carrera presidencial de un candidato. Algunos casos llamativos son los de Abigail Disney o George Clooney, que esta semana ha pedido públicamente que abandone pese a haberle ayudado a recaudar decenas de millones de dólares en la industria del cine.

En plena cumbre de la OTAN, muchas han sido las voces dentro del partido que han pasado de los comentarios en privado a las declaraciones públicas. La más llamativa ha sido la de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi: "Le corresponde a él decidir si se va a postular. Todos le estamos animando a que tome esa decisión, porque el tiempo apremia". Pelosi, de 84 años y representante de California, es la congresista de mayor rango que de forma implícita le pide que tome una decisión, pese a que él insiste en que continuará.

A ella le siguió el senador estadounidenses Peter Welch, representante del estado de Vermont, el primer legislador de la Cámara Alta en pedirlo. Lo hizo en una columna en The Washington Post, en la que aseguró que Biden no es la mejor persona para vencer al expresidente Trump. No cree lo mismo el actual mandatario, que durante la rueda de prensa de este jueves para concluir la cumbre de la OTAN aseguró que "es el más cualificado" para esta tarea. 

No obstante, este mensaje llegaba poco después de dos nuevos lapsus: presentar al presidente ucraniano Zelenski como Putin y llamar a su vicepresidenta Trump en vez de Kamala Harris. Estos hechos, que en otro momento de la legislatura hubieran quedado como una anécdota, son a estas alturas una gota más para aumentar la presión sobre el candidato. Poco después de estos comentarios más legisladores demócratas se unieron a la petición pública de abandono de la carrera presidencial. Los congresistas de la Cámara de Representantes Eric Sorensen, Scott Peters y Jim Himes publicaron comunicados reconociendo la labor de Biden en su mandato, pero solicitándole que abra paso a un liderazgo distinto. Con ellos, ya son 17 los congresistas demócratas que han hecho públicas sus opiniones en este sentido.

Mientras los medios demócratas y el propio partido empiezan a ver a Kamala como la potencial sustituta, Trump continúa aumentando su distancia. Todavía quedan cuatro meses, pero el Partido Republicano vive un momento dulce en torno a su candidato; ya que, si todo sigue así, la posibilidad de que sea el próximo presidente de los Estados Unidos está más cerca de cumplirse que nunca.

Redactor '20minutos'

Redactor de Internacional, Exteriores y Defensa. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Múndo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona. En 20minutos desde diciembre de 2020. Escribo sobre conflictos armados, derechos humanos y geopolítica.

loading...