El Ayuntamiento de Sevilla va a reactivar a partir del mes de septiembre la estación del Prado de San Sebastián con la instalación de zonas de estacionamiento para los autobuses turísticos discrecionales, es decir, aquellos que transportan grupos de viajeros sin estar sujetos a itinerarios u horarios establecidos. Asimismo, se van a eliminar de la ciudad todos los aparcamientos de estos vehículos pero se amplían las paradas que podrá ser utilizadas únicamente para bajar y subir usuarios. La medida no afecta a los autobuses rojos y verdes que realizan rutas turísticas por los monumentos de la ciudad.
Así lo ha anunciado este jueves el alcalde, José Luis Sanz, con motivo de su visita a la mencionada estación, cuya gestión asumió el Consistorio hispalense en 2013. Se trata de una iniciativa que ya fue presentada por el Gobierno popular de Juan Ignacio Zoido hace diez años y que, como ha recordado esta mañana el primer edil, los gobiernos socialistas posteriores "desgraciadamente lo metieron en un cajón y no se llevó nunca a cabo". Si bien, el regidor hispalense la ha actualizado incorporando algunas novedades.
En concreto, de las 100 plazas aproximadas con los que cuenta actualmente la estación, se habilitarán para los autobuses turísticos más de 70, de las que 27 estarán situadas en los andenes del interior y 35 en el espacio exterior situado en la avenida Carlos V. Dichas compañías, así como sus usuarios, contarán con servicios de vigilancia 24 horas, sala de espera para viajeros y para conductores, consignas para dejar las maletas, así como aseos o cafetería. E igualmente, los vehículos podrán pernoctar en la estación.
De este modo, la estación del Prado se convertirá en el "principal punto de parada de larga estancia y estacionamiento" de dichos vehículos, aproximando a los visitantes al centro de la ciudad y con acceso al resto de servicios de transporte público (metro-centro, autobuses, metro, taxis, bicicletas Sevici).
Paradas autobuses turísticos
En el marco de esta medida, se reorganizarán las paradas de los autobuses turísticos de la ciudad. Se eliminará la situada en la avenida de Portugal y se crearán dos nuevas, una junto al Parlamento de Andalucía y la otra en la calle José María Moreno Galvan, junto al puente de bomberos y Luis Montoto. Estas se sumarán a las ya existentes en el Paseo Colón, en el Paseo de las Delicias, avenida Rábida, Isla mágica, y a las tres situadas junto a los Jardines de Murillo, en la avenida Menéndez Pelayo.
Solo podrán ser utilizadas para bajar y subir usuarios, durante un máximo de diez minutos. Con objeto de que se cumpla, se reunificará la señalítica con "mensajes claros y concisos" y se va a incrementar el control policial con el fin de "controlar el abuso que por parte de muchas compañías" de buses se viene haciendo de las paradas, ha subrayado el alcalde.
Todas estas medidas entraran en funcionamiento de forma piloto en septiembre y partir de enero, después de esos cuatro meses de prueba y estudio, entraran de forma definitiva, donde "el control y la exigencia por parte de las autoridades será estricto y exhaustivo". Asimismo, durante estos cuatro meses, se va a hacer un estudio de la oferta existente y desde la delegación de Turismo se va a hacer un "intenso trabajo de comunicación" a los operadores turísticos y agencias de las nuevas normas y ubicaciones de las paradas, han informado fuentes municipales.
Esta reorganización persigue además acabar con la "imagen pésima" en muchos puntos de la ciudad, afeada por los autobuses turísticos discrecionales que tapan la Torreo del Oro en el Paseo Colón o llenan el lateral de Capitanía, con una " hilera de autobuses aparcados incluso en doble fila muchas veces". A lo que hay que añadir la problemática que supone para las líneas urbanas de Tussam, que "no pueden parar en su parada porque la están obstaculizando" los mencionados autobuses.
A este respecto, cabe recordar que hace unos días, la agrupación sindical de conductores (ASC), que es el que cuenta con mayor representación en Tussam, advirtió de que "las paradas destinadas a autobuses públicos se encuentran asiduamente ocupadas por los turísticos y discrecionales", imposibilitando desplegar la rampa para personas de movilidad reducida y aumentando los tiempos de espera de los usuarios. Extremo ante el cual reclamaban a los responsables de la empresa municipal de transportes controlar que estos autobuses no interfieran en dichas paradas.
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