Una de cada tres agresiones sexuales en España se cometen con la víctima bajo los efectos de la sumisión química, según datos del Instituto Nacional de Toxicología. Ocurre, especialmente, en entornos festivos como las Fiestas de San Fermín, en las que años anteriores se han producido este tipo de denuncias. Ahora, una empresa navarra parece haber dado con una buena forma de detectar las drogas en la bebida.
El proyecto Centinela, -que es el nombre con el que han bautizado al brazalete- nace de una mala experiencia personal, la de Abel, su creador, que dieciséis años antes de su invención, fue víctima de la sumisión química.
Cómo funciona la pulsera Centinela
Junto a sus socios, Abel ha creado una pulsera capaz de detectar hasta 22 tipos de estupefacientes. Aunque, de hecho, han diseñado dos tipos de pulseras: una estándar, con un precio de entre 1 y 2 euros, y una premium, de cinco euros.
Las diferencias entre ellas es son que, mientras la primera es capaz de detectar GHB (éxtasis líquido), burundanga o LSD, las más conocidas en casos de sumisión química, la segunda puede hallar hasta 22 tipos de drogas y cuenta, además, con un código QR que ofrece un servicio de geolocalización.
¿Cómo saber si la bebida lleva drogas?
El funcionamiento es sencillo. Para detectar la droga en la bebida solamente hay que mojar un dedo en ella y dejar caer una o dos gotas en el recuadro de la prueba. En cinco segundos tendrás un resultado.
Si, efectivamente, esta cambia a color anaranjado, el resultado es positivo y, por lo tanto, la bebida contiene estupefacientes. Sin embargo, la prueba es de un solo uso, por lo que su fin no es que el usuario analice cada bebida, sino únicamente cuando se sienta "una euforia repentina o un bajón inesperado" que no corresponde a la situación y pueda haber sido causado por drogas.
¿Dónde se compra esta pulsera?
La pulsera salió a la venta el pasado 24 de junio y se ha estrenado con éxito en las Fiestas de San Fermín. Puede comprarse en las tiendas físicas que tiene la empresa en Pamplona o encargarse a través de su web.
Desde el proyecto aseguran que "los clientes son fundamentalmente padres y madres preocupados por la seguridad de sus hijas, y, sobre todo, mujeres".
Geolocalización en la pulsera
Las pulseras cuentan además con un código QR con el que se puede llamar rápidamente a emergencias o compartir la geolocalización con amigos o familia. Se trata de un sistema pensado para que, por ejemplo, la víctima pueda pedir ayuda si despierta desorientada tras ser drogada.
"Escaneas el código QR y te geolocaliza. Por ejemplo, a Pamplona puede venir gente de fuera, que se despierta desorientada, no sabe dónde está y no quiere llamar al 112. Se geolocaliza y puede llamar a sus amigos para que vayan a por él. También tiene la opción de llamar directamente al 112", explica Lafuente a El País.
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