El PSC evita apresurar un preacuerdo con ERC para investir a Illa ante el miedo de que lo tumben las bases republicanas

Aunque se divisan avances en las discretas negociaciones entre el PSC y ERC para la eventual investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, también hay ciertos temores. Uno de ellos es que las bases de los republicanos muestren su rechazo a pactar con los socialistas antes de llegar a cerrar un acuerdo. Es un escenario que no descartan desde el PSC después de que Esquerra pusiese finales de julio como límite para alcanzar un preacuerdo con el objetivo de someterlo a consideración de las bases antes de validarlo. Por ello, tanto desde Moncloa como desde el partido de Illa quieren dar más "margen temporal y estratégico" a ERC para afianzar un eventual acuerdo entre sus bases.

Las negociaciones no van nada mal. Eso es lo que reconocen tanto desde el Gobierno como desde el PSC. También en Esquerra, que tras el batacazo electoral de las catalanas ha podido coger aire este fin de semana con la vuelta a Cataluña de su secretaria general, Marta Rovira, que llevaba huida desde 2018 en Suiza. La dirigente de ERC valoró su retorno como "positivo" para su partido, también para Oriol Junqueras y "para todos". Aseguró que volvía con ganas de "ser útil", aunque aclaró que aún no tenía agendado un encuentro con Illa. 

Con todo, los socialistas catalanes reconocen en ERC una situación muy complicada, tanto en su gestión interna como de cara al público, por lo que creen que el tiempo puede ser buen aliado para lidiar con estos dos frentes de la mejor manera posible. A los socialistas les convendría que la vuelta de Rovira fuese en tono conciliador y sin intención de avivar la batalla por el liderazgo del partido, en la que Rovira disputa con Oriol Junqueras. De momento, nadie ha podido constatar cómo afectará su vuelta a las decisiones de ERC o incluso si afectará de alguna forma.

El Gobierno ensalza la amnistía en el regreso de Rovira

A valoración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no lo hará en lo referente a las negociaciones para la investidura de Illa. Así lo dijo durante una intervención en la cumbre de la OTAN, donde no dejó de ensalzar que la vuelta de Rovira era también gracias a la amnistía y a las medidas de gracia que "permitieron su libertad". También valoró su regreso el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, que lo calificó como otra "prueba" de la "normalización" en Cataluña. "La Cataluña que estamos construyendo es una Cataluña en la que cabemos todos y en la que se ha abierto ya una nueva etapa de acuerdos entre diferentes, de entendimiento y de prosperidad, y esa es la clave de lo que estamos viendo", puntualizó el ministro, vinculando así la aplicación de la amnistía con el regreso de la dirigente y llamando al acuerdo con los republicanos.

La vuelta de Rovira ha tenido lugar tras el archivo del caso Tsunami Democràtic a raíz de un error procesal del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón. También después de que el magistrado del Tribunal Supremo que le procesó por desobediencia decidiese aplicarle la ley de amnistía.

Pase lo que pase a partir de ahora entre las filas republicanas, su ultimátum sigue encima de la mesa, por lo que las bases aún podrían tener voz y voto sobre un eventual acuerdo para investir a Salvador Illa, que para un sector de las bases no deja de ser un presidente "del 155", por lo que no ven con buenos ojos darle su apoyo.

El miedo del PSC al posicionamiento de las bases se incrementó a raíz de un congreso celebrado a mediados de junio para decidir sobre la entrada de ERC al gobierno de Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona, y que finalmente fue aplazado por exceder el aforo. La votación coincidía en el tiempo con el intenso debate sobre si pactar o no con el PSC en el Parlament, razón por la que aún no hay fecha prevista para su repetición.

Desde el PSC creen que el hecho de que la cúpula cancelase esta votación responde a que no se esperaban que los contarios al pacto con Collboni fuesen a ir organizados y en masa a votar, cuando su intención era aprobar este pacto con un grupo reducido de gente proclive al acuerdo con el PSC. No fue así y, desde entonces, en el partido de Illa ven en el pronunciamiento de las bases republicanas un problema para cerrar el apoyo de ERC a la investidura del candidato socialista.