OPINIÓN

Prietas las filas

El presidente de VOX, Santiago Abascal, interviene durante una sesión de control, en el Congreso de los Diputados.
El presidente de VOX, Santiago Abascal, interviene durante una sesión de control, en el Congreso de los Diputados.
Europa Press
El presidente de VOX, Santiago Abascal, interviene durante una sesión de control, en el Congreso de los Diputados.

Los prebostes de Vox en Madrid no andan nada contentos con el primer año de pactos con el PP. Han constatado en las elecciones europeas lo que decían algunas voces internas del partido: que su protagonismo se diluye en los gobiernos autonómicos y que les acabará por pasar lo mismo que a Sumar y a Podemos. La aparición de Alvise en las europeas ha constatado sus peores temores. Se Acabó la Fiesta logró la mitad de los votos que el partido de Abascal. 

Así que la dirección del partido ha creído que no quedaba otra opción que dar un golpe efectista. No tanto para recuperar el protagonismo mediático perdido, como para lanzar un ‘prietas las filas’ a aquellos miembros de su partido que se han ‘amansado’ una vez han probado las mieles del poder autonómico. Vox no quiere presentarse hoy como un partido del sistema y quiere complicar a Feijoo su relación con sus barones.

Lo que no ha valorado Santiago Abascal y su Comité Ejecutivo Nacional es el peligro de las urgencias. En primer lugar, por el asunto de la ruptura: un pacto de solidaridad entre territorios para la acogida de los menores migrantes que se encuentran en Canarias y que tiene todo el sentido. En segundo lugar, por la forma de tratar a los que gobiernan con el PP y que en algunos casos tienen bastante sintonía con su presidente autonómico, como es el caso de los que gobiernan con Carlos Mazón. Es bien conocida la buena relación del president con el vicepresidente Barrera.

Las caras de Vicente Barrera y Llanos Massó eran este jueves todo un poema. ¿Van a pasar de gobernar o presidir Les Corts a votar junto a Compromís y PSPV contra las políticas del PP? ¿Van a poner al president en la difícil tesitura de cesar a los consellers con los que lleva gobernando un año y con los que mantiene una buena relación personal?

Tampoco la cara del president de la Generalitat era mucho mejor. En sus intervenciones de este jueves no dejó de recitar los avances que, a su juicio, el pacto de investidura había logrado en un año de Gobierno. Y dejó más o menos claro que no habrá adelanto electoral porque a río revuelto…

Con todo, dentro de la difícil situación que atravesará el Consell sin el apoyo de Vox, podrá rentabilizar el traspiés de Santiago Abascal, al que es posible que abandonen otras conspicuas figuras en Valencia como le viene ocurriendo en los últimos tiempos en toda España. Por otra parte, salir del Gobierno dejará a Vox muy tocado para muchos de sus votantes y sin el escaparate de las políticas que ahora podrá rentabilizar el PP.

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