El atentado abre más las puertas de la Casa Blanca a Trump: "Su victoria es inevitable, ningún demócrata quiere inmolarse"

La bala hirió a Donald Trump, pero mató a Joe Biden. El intento frustrado de asesinar al candidato republicano no ha hecho más que allanar su camino hacia la Casa Blanca
La bala hirió a Donald Trump, pero mató a Joe Biden. El intento frustrado de asesinar al candidato republicano no ha hecho más que allanar su camino hacia la Casa Blanca
EFE
La bala hirió a Donald Trump, pero mató a Joe Biden. El intento frustrado de asesinar al candidato republicano no ha hecho más que allanar su camino hacia la Casa Blanca
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, tras sufrir el atentado.
EFE - ATLAS

La bala hirió a Donald Trump, pero mató a Joe Biden. El intento frustrado de asesinar al candidato republicano no ha hecho más que allanar su camino hacia la Casa Blanca, un sendero ya de por sí cuesta abajo por los crecientes síntomas de senilidad de su rival. Los analistas coinciden: si Trump ya era el gran favorito para ganar las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU, ahora su victoria parece "inevitable".

El propio Trump también se siente ganador y no ha tardado en escenificarlo tras el atentado. Con la oreja derecha aún vendada para cubrir la reciente herida de bala, el magnate neoyorquino se dio un baño de masas este lunes en Milwaukee, en una Convención Republicana que no solo lo proclamó oficialmente como candidato a la Casa Blanca, sino que lo elevó a la categoría de líder mesiánico por haber sobrevivido a los disparos.

El Partido Republicano ha coronado este lunes al expresidente de Estados Unidos Donald Trump como su candidato a la Casa Blanca en una ceremonia rodeada de épica que lo elevó a la categoría de mesías de los conservadores tras haber sobrevivido al intento de asesinato.
Trump, con la oreja vendada

"El atentado no va a ser un punto de inflexión, sino un punto de aceleración porque va a aumentar la expectativa de voto de Trump, una tendencia que ya venimos observando desde hace meses", afirma Víctor Cortizo, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Francisco de Vitoria, quien subraya que el intento de asesinato "va a polarizar aún más el voto en Estados Unidos" y ese es el terreno en el que Trump "se mueve como pez en el agua".

"Sí, sin duda, le va a beneficiar electoralmente. Si cada vez que ha ido a juicio ha ganado un buen número de votos, imagínate ahora con un intento de asesinato, un impacto emocional muy fuerte para la población norteamericana, que en estos casos se predispone siempre a favor de la víctima", coincide Moisés Ruiz, profesor de Liderazgo Político en la Universidad Europea.

Cortizo hace hincapié en que Trump sabrá explotar esa imagen de víctima para exprimir todo el jugo posible al ataque sufrido en Pensilvania, que a punto estuvo de costarle la vida: "Trump es un maestro en este tipo de cosas, domina la comunicación y sabe generar una leyenda a su alrededor. El atentado le ha proporcionado unas fotos icónicas que pronto veremos en tazas, pegatinas y gorras. Va a saber explotarlo como ha sabido explotar su detención, los juicios y todas las circunstancias que para un político tradicional quizás habrían supuesto el final de su carrera". 

"Evidentemente, todo lo anterior es irrelevante frente a un atentado. Ahora le han disparado y por primera vez se va a encontrar con que no tiene que manipular mucho la realidad, pues con la simple exposición de los hechos va a ser más que suficiente para sacarle un importante rédito político", incide.

"Cualquier candidato lo explotaría para intentar beneficiarse políticamente y Trump también lo va a hacer, ya se vio la rabia con la que alzó el puño cuando lo sacaron del escenario herido. La clave es hacerlo de una forma inteligente para que no haya demasiado almíbar en toda esta historia y creo que sus estrategas van a intentar dosificarlo para llevarlo hasta el final de campaña", apunta el profesor Ruiz.

El precedente de Ronald Reagan

Son muchos los analistas que vaticinan una victoria aplastante de Trump en las próximas elecciones y hay quienes encuentran paralelismos con el atentado sufrido en 1981 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan, que en los siguientes comicios arrasó en las urnas ganando en 49 de los 50 estados (solo perdió en Minnesota y en el distrito federal de Columbia). 

"El atentado contra Reagan fue en la calle, no en un mitin, y ocurrió en un contexto menos polarizado de la sociedad, pero es evidente que cualquier político que ha sufrido un atentado siempre tiene un elemento victimista que le va a posicionar mejor frente al rival", dice Cortizo. 

"Este atentado ya ha servido a Trump para reconciliarse un poco con sus detractores fuera de Estados Unidos porque, con mayor o menor firmeza,  todos los dirigentes internacionales han condenado el ataque con rapidez. Ha sido un empujón para su imagen internacional, que en general no es demasiado positiva", recalca el profesor de la Francisco de Vitoria.

Sin alternativa a Biden en el partido demócrata

Cortizo cree que en las filas del partido demócrata también asumen la derrota frente a Trump y esa es, a su juicio, la razón fundamental de por qué no cambian de candidato a pesar de los flagrantes síntomas de agotamiento de Biden. "Todo el mundo es consciente de que la victoria de Trump es prácticamente inevitable y los demócratas saben que tienen muy complicado encontrar a otro candidato que esté dispuesto a inmolarse a cuatro meses de las elecciones frente a un rival que sube en las encuestas, que acaba de sufrir un atentado y que sabe convertir todos sus problemas en oportunidades".

"Es muy difícil encontrar a alguien que sea popular y acepte ser candidato sabiendo que probablemente perderá y que puede condenar sus futuras expectativas de participar en la carrera presidencial más adelante. Biden sigue ahí porque ya lo dan por amortizado y, salvo que su estado físico se derrumbe, va a seguir hasta el final", apunta.

"La teoría política dice que un candidato necesita al menos un año para que la población lo conozca y tenga confianza en su mensaje, pero ahora apenas quedan cuatro meses para las elecciones. Es evidente que físicamente Biden ya no está para ser presidente, pero los demócratas tenían que haber previsto esta situación hace años", indica Ruiz.

Un candidato necesita al menos un año para que la población lo conozca y tenga confianza en su mensaje, pero ahora apenas quedan cuatro meses para las elecciones

No obstante, considera que a los demócratas no les va a quedar más remedio que cambiar de aspirante: "Cada semana que pasa es más difícil lanzar a un nuevo candidato, pero yo creo que en la convención demócrata del próximo 20 de agosto habrá un relevo. Los síntomas de debilidad de Biden son cada vez más recurrentes y alarmantes, y eso no va a mejorar. Las voces discrepantes entre sus votantes y dentro del partido son cada vez más elevadas".

Jacobo Alcutén
Redactor '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Internacional de Catalunya. Diplomado en Ciencias Empresariales. Máster en Banca y Finanzas en la UPF Barcelona School of Management. Periodista en 20 Minutos desde el nacimiento de este periódico en el año 2000.

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