Garriga admite que "sintió miedo por su vida" durante la manifestación contra Vox en el barrio del Raval en 2020

Decenas de manifestantes frente al TSJC han dado apoyo a los vecinos del Raval acusados de coaccionar a miembros de Vox.
Decenas de manifestantes frente al TSJC han dado apoyo a los vecinos del Raval acusados de coaccionar a miembros de Vox.
ACN
Decenas de manifestantes frente al TSJC han dado apoyo a los vecinos del Raval acusados de coaccionar a miembros de Vox.

El líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, ha asegurado que sintió "miedo a perder la vida" durante la manifestación contra la visita del partido de ultraderecha al barrio del Raval (Barcelona) en septiembre del 2020. En la primera sesión del juicio, en la Audiencia de Barcelona, contra ocho personas acusadas de coacciones, amenazas, delitos de odio y daños durante la protesta, el diputado ha relatado que la formación visitó el barrio para "recoger testigos de la inseguridad que se vive en este" y ha explicado que, ante la "persecución" de los manifestantes, tuvieron que "protegerse" dentro de un hotel. Garriga ha negado tener conocimiento previo de los mensajes de la diputada Rocío de Meer en las redes sociales días antes de la visita en que tildaba el barrio de "estercolero multicultural".

Los hechos se remontan a la tarde del 2 de septiembre del 2020, cuando dirigentes de la formación ultraderechista, entre los cuales Ignacio Garriga y Rocío De Meer, que en aquel momento eran diputados en el Congreso, recorrieron las calles del barrio para "entrevistarse con vecinos y recopilar material de cara a la futura elaboración de un documental" sobre la zona. Según el escrito de la fiscalía, al poco de empezar el recorrido unos treinta manifestantes intentaron interceptar la comitiva de Vox y los habrían lanzado huevos, petardos, potes de humo, bengalas y latas.

Según consta en el escrito de la fiscalía, los acusados dieron puntapiés a la puerta de acceso del hotel para que la comitiva saliera y marchara del barrio, pero las veces resultaron infructuosos gracias a la fuerza que hacían desde el interior los políticos y sus escoltas. También golpearon con un palo las dos cámaras de seguridad de la fachada del hotel y tiraron huevos, lejía, piedras y latas. Finalmente, encendieron petardos, bengalas y botes de humo al grito de "os mataremos", "fascistas de mierda, fuera, fuera", "el Raval será la tumba del fascismo" y "pim, pam, pum, que no quede ni uno". Algunos de los políticos y uno de los escoltas, de la Policía Nacional, recibieron el impacto de huevos, lejía y otros objetos, pero no les hizo falta asistencia médica.

Por todo esto, la fiscalía les pide 7.200 euros de multa a cada uno por un delito de coacciones con la agravante de discriminación ideológica, junto con un delito de daños y de maltrato de obra leve. Además, pide que los acusados paguen en total 3.500 euros a los cinco dirigentes de Vox afectados, 700 euros a cada uno, por los daños morales causados.

En la primera sesión del juicio que ha empezado este lunes en la Audiencia de Barcelona, Garriga ha afirmado que tuvieron que "bloquear" la puerta de acceso en el hotel durante más de media hora porque había "riesgo" que los manifestantes entraran para "agredirles". Según ha dicho, durante este periodo de tiempo, se vio "secuestrado", con "miedo a perder la vida o un ojo".

La visita de Vox en el barrio barcelonés se produjo pocos días después de que la diputada de la formación en el Congreso de los Diputados, Rocío De Meer, publicara un mensaje en Twitter -ahora 'X'- en que tildaba el Raval y otros barrios de España como "estercoleros multiculturales". Preguntado por si tenía conocimiento previo del "revuelo" que este mensaje provocó en las redes, Garriga ha negado saber que existía y ha afirmado que, en el momento de planificar la visita, no se tuvo en consideración este factor. "No se me comunicó", ha subrayado.

El diputado de Vox en el Parlament ha relatado que, una vez vieron que había una manifestación, decidieron "cambiar de recorrido" en lugar de dar marcha atrás porque "con la distancia", en un primer momento, no vieron que se trataba de una protesta contra ellos. Así, según ha dicho, "la turba" de manifestantes los siguieron hasta la calle Hospital y, una vez allí, las fuerzas de seguridad que acompañaban a la comitiva de ultraderecha "decidieron entrar en un hotel para protegerlos".

Garriga ha afirmado que su agenda de aquel día fue notificada en varios cuerpos policiales, entre ellos Mossos d'Esquadra y Policía Nacional, y ha negado que ningún cuerpo le notificara si el riesgo de aquella visita "era menor o mayor". El líder de Vox en Cataluña ha reiterado que el motivo de su visita era "recoger testigos de la inseguridad que se vive en el Raval" y ha subrayado que se trata de una actividad que la formación hace "en otros puntos del territorio también". A la vez, ha dicho que no era conocedor de si se había abierto ninguna diligencia en contra De Meer por un posible delito de odio a raíz de su mensaje.

La diputada Rocío De Meer también ha declarado en la primera sesión del juicio y ha afirmado que el 2 de septiembre de 2020 la comitiva de Vox sufrió una "persecución" por el barrio del Raval por parte "de una turba" que causó que se vieran obligados a "refugiarse". Según la diputada, "la turba" eran de unas 80 personas y que les echaron huevos, petardos y piedras. Preguntada por el hotel donde entraron, ha asegurado que se "protegieron" allí porque fue "el primer lugar" donde pudieron entrar. "No fue una decisión, fue supervivencia", ha dicho.

De Meer también ha coincidido con Garriga que hubo un "forcejeo" de una media hora entre los manifestantes -a quienes ha tildado "de asaltantes"- y la comitiva de Vox, que estaba bloqueando la puerta del hotel desde dentro, y ha asegurado que temió por su vida. "Fue una persecución inesperada", ha indicado.

Preguntada por el mensaje de "estercolero multicultural", ha dicho que se trata de un 'tuit' por el cual recibió "mucho apoyo".

La defensa de los ocho acusados ha solicitado la aplicación de la amnistía para todos ellos, argumentando que se trata de una manifestación que se produjo en el marco de las protestas posteriores al 1-O y con el objetivo de "apoyar" al movimiento, acciones y objetivos del independentismo. Aun así, la fiscalía se ha posicionado junto a la acusación particular -Vox- y ha negado que los hechos encausados sean amnistiables porque "no expresan una finalidad" vinculada al movimiento independentista.

La defensa también ha solicitado rechazar la declaración telemática de la diputada De Meer y ha solicitado que esta se hiciera presencial o bien desde una instancia judicial y de manera supervisada. Aun así, el tribunal ha rechazado la petición y De Meer ha intervenido en línea desde Almería.

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