Internacional

Roberta Metsola, reelegida presidenta del Parlamento Europeo: "Voy a seguir trabajando para unir a la gente"

Roberta Metsola, ante el pleno en Estrasburgo.
Philippe BUISSIN

Roberta Metsola seguirá como presidenta del Parlamento Europeo con 562 votos a favor (del total de emitidos, que han sido 623). La maltesa ha aglutinado este martes todo el voto centrista de la Eurocámara en el primer pleno de la legislatura, y revalida la confianza de los eurodiputados para mantenerse en el cargo durante los dos años y medio siguientes, según una regla no escrita de la institución. Metsola, además, se ha impuesto a Irene Montero -que ha sumado 61 votos-, que era la candidata propuesta por el grupo de la Izquierda y su única rival. 

Metsola ha obtenido el mejor resultado de un presidente del Parlamento Europeo en toda la historia y es la primera mujer en ser reelegida para el cargo. Ese volumen de votos confirma que su candidatura era transversal, y ha conseguido apoyos en todo el espectro ideológico, desde los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) hasta los Verdes.

Tras la elección y los aplausos de los suyos, la maltesa ha reivindicado que quiere una UE "más fuerte para todos" frente al avance de las autocracias. Ha ido cambiando de idioma durante su discurso de 'investidura', con el foco en una Unión que sepa adaptarse a los cambios y que haya "aprendido de las lecciones" de los últimos cinco años y sea capaz de mantener el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa. "Tenemos que hacer más, tenemos que estar preparados para hacerlo mejor y para mantener la justicia y la dignidad", expuso ante los eurodiputados. "Europa es esperanza, es paz, Europa es cada uno de nosotros. Viva Europa", terminó, con buena parte del plenario puesto en pie.

El de Metsola ha sido el primer paso para que la décima legislatura en la UE eche a andar, con la mirada puesta en temas como la Defensa, la industria, la economía, la ampliación e incluso la reapertura de un pacto migratorio que ha tardado más de diez años en cerrarse... y que no contenta a nadie. Además, la Eurocámara tendrá que enfrentar una situación un poco anómala, más dividida, y con tres grupos políticos de derecha radical que podrían condicionar los grandes acuerdos a los que está habituado el esquema institucional de la Unión.

La propia Metsola celebró que la UE siga su rumbo, con un discurso emotivo en el que avisó de los retos que vienen por delante, los cuales, dijo, "exigen liderazgos fuertes" para seguir apoyando no solo a los ciudadanos europeos, sino también a los de los países candidatos. "Hemos aprendido que nada es predecible en el futuro", sostuvo ante los eurodiputados. Renovó su "compromiso" con la UE recordando a David Sassoli como el presidente "de la dignidad de las personas", y prometió seguir con su legado. "Prometo que honraré ese legado", concluyó.

"Esta casa no puede tener miedo a liderar y a cambiar"

"Voy a seguir trabajando para unir a la gente. Esta casa no puede tener miedo a liderar y a cambiar, hemos empezado, pero no hemos acabado. Tenemos que fortalecer este Parlamento", prosiguió la dirigente maltesa, pidiendo a la Eurocámara que capitanee las iniciativas de los próximos años para la Unión. "Tenemos que ser un Parlamento fuerte en una UE fuerte. Es lo que necesita la gente. No podemos permitir que este mandato quede diluido", añadió entre algunos aplausos, antes de añadir que la labor de vigilancia de la Eurocámara tiene que ser clave también, con un ojo puesto en la Comisión y otro en el Consejo. "Este es un Parlamento de debate, de discusión, de respeto", alertó, en una clara referencia a la división política, y llamó a ser pragmáticos en la toma de decisiones.

Tuvo referencias Metsola para la paz en Ucrania y también en Gaza, y espacio para temas como el pilar social, el Pacto Verde o las políticas que "mejoren la vida" de la gente. "Nunca he evitado tomar decisiones difíciles, mi puerta estará abierta. Estoy aquí para tender puentes y estoy muy orgullosa de estar aquí", terminó diciendo, mientras los suyos, el PPE, la ovacionaron puestos en pie, asumiendo que tenía los votos necesarios para seguir al frente de la institución.

Antes de Metsola tomó la palabra la otra candidata a la presidencia del Parlamento Europeo, Irene Montero. La eurodiputada de la Izquierda, vicepresidenta del grupo y exministra de Igualdad expuso ante el pleno que ella defiende "una Europa de paz" frente a la "coalición de la guerra" que, según Montero, defienden el PPE, S&D y los liberales. "Con la guerra vuelven los recortes", alertó la española, y "el recorte de los derechos". En sus cinco minutos de intervención, la española sostuvo que "la militarización de Europa acabará en una crisis ecológica y poniendo en cuestión los derechos feministas y del colectivo LGTBI".

"A más de la mitad de la población nos va la vida en ello", esgrimió, antes de defender "el aborto legal" en la UE. "Necesitamos también una Europa antiracista y de acogida", continuó, en referencia al pacto migratorio. "No podemos decidir nuestra política migratoria como hasta ahora; ningún ser humano es ilegal y nuestra política debe responder a este principio". Montero aseguró que "la paz es la tarea más urgente para Europa" frente "al criminal de Putin" porque en el conflicto actual "pierden los pueblos de Europa" y gana "el sector militar estadounidense". Pide, así, que Europa "no sea un súbdito" de Washington.

También tuvo tiempo Irene Montero para pedir sanciones contra Benjamin Netanyahu y contra Israel para "poner fin al genocidio" en Palestina, de igual manera que se hizo frente a Putin. Además, pidió transparencia y un "cordón sanitario" frente a la ultraderecha, a la que, concluyó, "se le gana por la izquierda", con el ejemplo de las elecciones en Francia sobre la mesa. En sus últimas palabras, la candidata española reclamó una UE que "defienda los derechos y las libertades". El presente, para Montero, tiene que servir "para construir un futuro mejor para todos".

La paz es la tarea más urgente para Europa

El jueves (13.00 horas) el protagonismo recaerá en la figura de Ursula von der Leyen. Tampoco hay secretos en este sentido, pues llega nominada por los líderes de los 27. El Parlamento tiene que aprobar al nuevo presidente de la Comisión por mayoría absoluta (la mitad de todos los diputados, más uno). En el caso de la dirigente germana necesita al menos 361 eurodiputados. Las mayorías de respaldo a Von der Leyen y Metsola serán más o menos las mismas, con un bloque centrista formado seguro por populares, socialdemócratas y liberales, además de quizás los verdes. Ahora, habrá que tener en cuenta que durante este pleno no estarán presentes los 720 eurodiputados (61 españoles); por ejemplo, el escaño de Toni Comín sigue vacante pero no es el único caso.

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