La prueba de las huellas dactilares del cadáver hallado este lunes en la zona de Masca (Buenavista del Norte, Tenerife) confirma que se trata del británico Jay Slater. Así lo ha puesto de manifiesto este martes al mediodía el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) tras un mes de intensa investigación para intentar dar con el paradero del joven de 19 años, del que se perdió la pista el 17 de junio.
Según las autoridades judiciales, que en un principio habían informado de que los resultados de la autopsia se iban a demorar por el estado de deterioro del cuerpo, se ha podido confirmar la identidad del joven por el cotejo de las huellas. Además, se ha corroborado que el fallecimiento del británico se produjo por un politraumatismo compatible con una caída en una zona rocosa. Concretamente, Masca es un lugar lleno de desniveles y con multitud de barrancos, senderos y caminos.
Las pruebas forenses han dado así luz al misterio de la identidad del cadáver pese a que el tribunal tenía "pocas dudas" desde el principio, ya que junto al mismo se había encontrado toda la documentación de Slater. Aún así, tras casi un mes desde su desaparición, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Icod de Los Vinos había considerado probable que la identificación del fallecido no fuese definitiva hasta la próxima semana.
Una zona muy inaccesible
El cuerpo de Slater fue encontrado este lunes por la mañana por agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, que tuvieron que adentrarse con arneses en una zona muy inaccesible para poder llegar a él.
Pese a que los agentes a cargo de la investigación anunciaron el 30 de junio que culminaba la búsqueda del joven dejando abiertas todas las líneas de investigación, este lunes el Instituto Armado ponía de manifiesto en un comunicado que no habían parado de buscar al británico, pero que, dado lo complicado del caso, se había optado por preservar el espacio natural para que no se llenase de curiosos. "Se ha podido dar con él gracias a la incesante y discreta búsqueda llevada a cabo por el equipo durante este periodo", señalaban.
Slater fue visto con vida por última vez el 17 de junio, cuando decidió irse con dos hombres a un apartamento después de haber salido de fiesta con unos amigos durante sus vacaciones en Tenerife. Tras pasar algunas horas con ellos y pese a que se ofrecieron a llevarle hasta su alojamiento, el británico decidió irse a casa solo, como posteriormente corroboraría la propietaria del Airbnb, que le vio en una parada de autobús cercana a la casa alrededor de las 08.00 horas ese mismo día.
Los últimos mensajes enviados por el joven se ubicaban, precisamente, en Masca. En ellos le contaba a su amiga Lucy que había perdido el autobús, se había cortado la pierna con un cactus, tenía sed e intentaba volver al apartamento a pie. Además, tenía muy poca batería. Desde ese momento sus amigos no volvieron a tener noticias suyas y, al no regresar a la habitación, decidieron denunciar su desaparición.
A partir de dicha denuncia, la Guardia Civil había realizado un intenso rastreo en el que participaron agentes, helicópteros, drones y perros especializados en la búsqueda de personas en grandes superficies de terreno, pertenecientes al Servicio Cinológico desplazados desde Madrid, y que resultó infructuoso.
Como último recurso, se organizó un operativo especial con una batida masiva con la colaboración de las asociaciones de voluntarios. También acudieron particulares expertos en el abrupto terreno de Masca. Pese a que la desaparición se produjo en dicha localidad del oeste, el dispositivo de búsqueda se amplió a otras zonas de Buenavista del Norte, más allá del barranco, donde fue geolocalizado por última vez antes de quedarse sin batería en el teléfono móvil.
Un caso con claroscuros
Los dos hombres que estuvieron aquella noche con él, también de Reino Unido, fueron interrogados posteriormente, pero la Guardia Civil consideró "irrelevante" lo aportado por sus declaraciones, por lo que ambos regresaron a su país. Aunque para la familia del joven, que no ha dejado de hablar con la prensa de su país en todo este tiempo, ellos dos eran la clave para dar con Slater.
Tanto el padre como la madre fueron muy críticos con las autoridades cuando se anunció que se suspendía la búsqueda y decidieron seguir por su cuenta. "Todo apesta", declaraba el padre del chico a un medio británico hace unos días en referencia a la investigación.
Además, el caso no ha estado exento de oportunistas. El exmilitar e investigador privado Juan García aconsejaba a la familia financiar una búsqueda independiente e insinuba que el chico "podría estar vivo en algún lugar "bebiendo agua de lluvia y comiendo plantas". No fue el único. Un joven británico de 17 años viajó hasta Tenerife para ayudar en la búsqueda y denunció haber sufrido amenazas.
Este mismo martes, el periodista de investigación y ex policía Mark Williams-Thomas, que ha estado ayudando también a los familiares, ha denunciado que "varias personas fingieron haber retenido a Slater y que enviaron vídeos a sus familiares para intentar extorsionarlos".
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