Los embalses siguen perdiendo agua y, esta vez, lo hacen en una cifra muy superior a la de semanas anteriores. En los últimos siete días, la reserva hídrica ha perdido en concreto 755 hectómetros cúbicos de agua, un número que equivale al 1,35% de su capacidad total. Es, así, un nuevo descenso que se une al de las siete semanas anteriores debido a la llegada del verano, pero, además, es la mayor perdida de agua que experimenta el agua embalsada en una semana en casi dos años. 

Así se extrae de los datos publicados esta semana por el Ministerio para la Transición Ecológica, que se encarga de actualizar las cifras de las cuencas hídricas semana a semana. Según sus números, los embalses no habían perdido tanta agua desde la primera semana de agosto 2022, cuando la reserva perdió en ese momento 832 hectómetros cúbicos, el equivalente a un 1,5% de su capacidad. 

A pesar de este nuevo descenso, la reserva se encuentra ahora al 60,41% de su capacidad y almacena más de 33.800 hectómetros cúbicos. Se encuentra, por tanto, en una situación muy por encima de la del pasado año, cuando los embalses en estas mismas fechas contenían tan solo 25.000 hectómetros cúbicos. Se situaban al 44% de la capacidad total, por lo que la reserva se encuentra ahora hasta 16 puntos porcentuales por encima. 

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Algo similar ocurre si comparamos los datos de esta misma semana con los de los últimos diez años. En la última década, esta misma semana se sitúa de media al 58%, con un acumulado de 32.000 hectómetros cúbicos. Ello supone que la reserva se mantiene aún en una situación mejor que la de los últimos periodos, de incluso hasta dos puntos por encima. 

Casi todas las cuencas pierden agua

En cuanto a la situación de las dieciséis cuencas que conforman la reserva hídrica, según los datos del Ministerio, esta semana solo aumenta sus niveles Galicia Costa, que sube hasta el 75,29%. En el mismo nivel que la semana pasada se mantiene la del Cantábrico Oriental, al 63,6%, y las 14 restantes empeoran sus datos. 

Sobresalen una vez más las ubicadas en el norte peninsular. En esta ocasión, la cuenca con los mejores datos es Cantábrico Occidental, que a pesar de que sus niveles desciendan se encuentra todavía al 91% de su capacidad. Tras ella se encuentran las cuencas internas del País Vasco, al 90,5%; la del Duero, al 84,3%, las mencionadas Cantábrico Oriental y Galicia Costa y la del Miño-Sil, al 82,9%. 

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Por debajo de ellas se sitúan las cuenca del Tajo, al 71,6% esta semana, la del Ebro, al 70,7%; Júcar, al 49,4%; la del Guadiana, al 45,8% y la cuenca del Guadalquivir, al 40,1%. 

Peor situación presentan las cuencas internas de Cataluña, al 36,8% esta vez tras volver a perder agua por segunda semana consecutiva. Lejos quedan los niveles críticos que llevaron a decretar la situación de emergencia, pero la región ha vuelto a perder agua estas semanas tras haber experimentando cuatro meses de crecimiento continuo. 

Por debajo de ella se encuentran la cuenca de Mediterránea Andaluza, al 29% de su capacidad, seguida de la de Guadalete-Barbate, en Cádiz, al 26,1% esta semana y de la cuenca del Segura, al 21,6%. Esta se configura de nuevo como el territorio con los peores números de toda la Península, aunque sus características singulares auguran que, a pesar de los datos, no se vayan a decretar restricciones en el territorio.