Este martes se ha aprobado en el Congreso de los Diputados el dictamen de la reforma judicial pactada por el PP y el PSOE el mes pasado. Los dos principales partidos del Congreso han cerrado filas para descartar, tras un brevísimo debate, las enmiendas propuestas por Sumar. Por tanto, el texto que debatirá este miércoles la Comisión de Justicia para enviarlo al Pleno será prácticamente idéntico al original. Con todo, la Comisión deberá valorar de nuevo las enmiendas de Sumar. Pero en el dictamen tan solo se recogerán "unos pequeños cambios técnicos introducidos por los letrados", según detallan fuentes parlamentarias.
En todo caso, la mayoría del PP y el PSOE ha servido para que el contenido de la reforma judicial se mantenga intacto en su tramitación parlamentaria, que culminará antes de que llegue agosto. Después de cinco años de bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el acuerdo que alcanzaron populares y socialistas el 25 de junio ha dado paso a una tramitación exprés sin apenas obstáculos en las Cortes.
Por un lado, las Cámaras deben valorar la idoneidad de los ocho candidatos a vocales del turno de juristas del Consejo. Este mismo martes los candidatos han acudido al Congreso y al Senado para presentar sus currículums y responder a las preguntas de los parlamentarios. En dos plenos que se producirán la semana que viene, ambas Cámaras votarán a estos vocales y a los del turno judicial, que el PP y el PSOE han escogido partiendo de una lista de candidatos presentados por la carrera judicial.
Por otro lado, estos dos partidos están sacando adelante una reforma legal para afianzar la independencia del Poder Judicial, y particularmente la de la Fiscalía. Esta reforma incluye, entre otras medidas, dar orden al CGPJ para que elabore un informe sobre una reforma del sistema de elección de sus vocales en el plazo de seis meses.
La semana pasada, las formaciones sortearon sin despeinarse los intentos de veto de Vox y Podemos. Las enmiendas a la totalidad de ambos partidos se votaron en el Pleno del Congreso el pasado jueves. La formación morada apostaba por reducir las mayorías parlamentarias necesarias para renovar el Consejo: en vez de los 3/5 que se requieren a día de hoy, Podemos proponía renovar el órgano por mayoría absoluta y prescindir así del voto del Partido Popular. Pero esta enmienda a la totalidad, como la que presentó Vox, fue rechazada por el Pleno.
Ahora, sin embargo, es Sumar quien está tratando de incluir nuevas enmiendas a la reforma pactada por PSOE y PP. La idea es blindar la correlación de fuerzas en el seno del Consejo. ¿Cómo? Dando a las Cortes Generales la capacidad de elegir a los suplentes de los vocales que componen el CGPJ, de forma que el fallecimiento o la dimisión de cualquiera de los vocales titulares no trastoque la aritmética de bloques del órgano de gobierno de los jueces.
Así lo ha propuesto este martes el portavoz adjunto de Sumar, Enrique Santiago, que se ha encontrado con el previsible rechazo de los ponentes del PP y el PSOE, Fernando de la Rosa y Francisco Aranda. El acuerdo alcanzado, por tanto, solo incluye pequeños cambios de redacción "como comas o mayúsculas" introducidos por los servicios jurídicos de la Cámara, tal y como han confirmado fuentes presentes en la reunión.
"La posición del PSOE y el PP era clara y contundente, así que no ha habido mucho debate", han explicado a la salida fuentes de Sumar, que añadían optimistas: "Mañana veremos si hay más suerte". Si todo sigue su cauce y mañana no hay más suerte para los de Yolanda Díaz, la formación tendrá que plantearse si mantienen las enmiendas vivas hasta el Pleno, que se celebrará el próximo martes.
Una vez el Congreso apruebe la reforma, el texto pasará al Senado y no encontrará allí ningún obstáculo para su aprobación definitiva, teniendo en cuenta que el Partido Popular ostenta una mayoría absoluta en la Cámara Alta. Esta votación se realizará el día 30 o 31 de este mes al filo de agosto. Así que parece más que probable que Ferraz y Génova echen el cierre por vacaciones con la tranquilidad de tener los deberes hechos.
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