La nueva ley de paridad impulsada por el Gobierno ha dado este miércoles su penúltimo paso en las Cortes antes de su aprobación definitiva. El Pleno del Senado ha dado luz verde al texto para devolverlo al Congreso de los Diputados, donde previsiblemente se ratificará una última vez para que entre en vigor una norma que nace para garantizar la representación de las mujeres en los puestos de poder.
Lo hará, sin embargo, tras haber sufrido algunas modificaciones del Partido Popular, casi una treintena de enmiendas para rebajar de obligatoriedad a recomendación las medidas destinadas a asegurar una presencia equilibrada de hombres y mujeres en los órganos de dirección de empresas e instituciones, y dejar fuera a sindicatos, patronales, fundaciones, entidades del tercer sector o de la economía social, el consejo de Radio Televisión Española (RTVE) o los jurados de los premios concedidos por el Estado.
También en la Cámara Alta, el PP eliminó la enmienda que colaron PSOE y Sumar en el Congreso para suprimir la capacidad de veto del Senado al techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado, así como otra pactada por el PSOE y Podemos para romper la paridad en favor de las mujeres y permitir que ellas sí puedan superar el 60% de representación en los órganos de dirección, siempre que se justifique, mientras ellos no. El Congreso, no obstante, tiene ahora la capacidad de tumbar todas estas enmiendas añadidas por la mayoría absoluta del PP en el Senado y devolver a la ley a la versión original.
El PSOE vota en contra de un texto "devaluado"
Para el PSOE, el PP se ha "cargado el espíritu de la ley" con todas esas modificaciones del texto que ha logrado introducir gracias a su mayoría absoluta en el Senado. De ahí que los socialistas finalmente hayan decidido votar en contra de las enmiendas, que finalmente sí se han incluido en el dictamen con 144 votos a favor del PP, cuatro abstenciones de Vox y 112 votos en contra.
"Lamentablemente el texto que sale del Senado no es un texto que sea de dar un paso adelante firme, la zanjada que se necesita en igualdad, es un pasito corto, un pasito pequeño", ha señalado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante su intervención en la Cámara Alta. Según ha lamentado, "se ha devaluado", "desvirtuado" y "desnaturalizado" la norma en su tramitación en el Senado, donde sostiene que también se ha perdido "una gran oportunidad" para incorporar las listas cremallera.
Por su parte, la portavoz socialista en el Senado, María Fernández Álvarez, ha defendido una ley "eficiente" que, espera, se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) con la misma redacción que salió de la Cámara Baja. Un texto en cuya tramitación, según ha recordado, "venía consensuado por la gran mayoría de los grupos en el Congreso".
El PP, sin embargo, ha acusado a los de Ferraz de "instrumentalizar a las mujeres" metiendo en la ley un asunto que nada tiene que ver, como es el caso de la eliminación del veto al techo de gasto; y les ha recriminado que se atribuyan el mérito de las iniciativas recogidas en la norma que, según ha incidido, nace de a una directiva europea de igualdad. "Las iniciativas que incluye la ley de paridad no son iniciativas socialistas, son iniciativas y medidas que se crean en Europa", ha subrayado la senadora 'popular', Raquel González.
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