Existe una fama líquida que es como el agua en una cesta. Se mantiene a manguerazo limpio y el chorro tiene que ser potente para que parezca que el recipiente de fama está siempre lleno, aunque todos sabemos que no se sostienen por sí mismo, que el agua se escapa entre los mimbres porque hay realidades que pueden simularse, pero que no pueden contrarrestar las leyes de la física.
Estar, figurar, aparecer, mostrar, enseñar se convierten en actividades necesarias para que parezca que los famosos líquidos siempre hacen algo. Si se corta el manguerazo, la fama no tarda en escurrirse por la cesta, en desaparecer de un modo muy rápido y en evaporarse en cuanto le pegan cuatro rayos de sol. Por eso siempre hay que estar haciendo algo.
Con permiso del sociólogo Bauman, la fama líquida no tiene poso, no tiene peso, no es importante, simplemente es. No tiene verdad, no tiene palabra, no tienen nada en realidad, solo ofrece un ahora, una presencia, un discurso, un relato que, como ya hemos dicho, es un cuento. El relato es un cuento. Es el manguerazo que llena la cesta hoy, y que no sabe todavía cómo llenarla mañana.
Estar, figurar, aparecer, mostrar, enseñar se convierten en actividades necesarias para que parezca que los famosos líquidos siempre hacen algo.
La cesta pierde agua por definición y el famoso líquido se afana en tapar algunos agujeros, en analizar las causas de que el agua se escape. La fama líquida es la fama de los jóvenes gurús de Internet que necesitan generar contenido constante, atados a la pata de la mesa, sentados con grilletes en sus sillas gamer, en sus decorados de colorines, en una jaula de oro, en un manguerazo constante que no llena.
Convertirse en un recipiente sin fisuras no es fácil. Tener un fondo sólido, unos cimientos, un armazón que consiga conservar el agua de lluvia o el rocío inspirador de la mañana es un trabajo de fondo en el que la sociedad se fija cada vez menos, pero es, sin duda, el camino más duro y el más interesante, el que nos puede hacer más felices y ayudarnos a inspirar de verdad a los demás.
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