El Gobierno se ha comprometido a reformar en su totalidad la ley mordaza, aunque sin fijarse un calendario para ello, e iniciará conversaciones con sus aliados parlamentarios en los próximos días para sentar las bases de esta negociación. Así lo aseguró este miércoles la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que afirmó que el pacto entre PSOE y Sumar para retocar la polémica norma es solo un primer paso de una reforma en profundidad para la cual, sostuvo, ambos partidos han acordado iniciar conversaciones con ERC, EH Bildu, Junts o PNV, todos ellos imprescindibles para que el texto salga adelante.
La aclaración de Díaz intenta zanjar el barullo que se produjo el martes, cuando las diferentes alas del Gobierno se enzarzaron en un cruce de desmentidos en relación al alcance de su acuerdo. En cinco horas, el Ejecutivo pasó de asegurar que PSOE y Sumar habían pactado "derogar" la ley mordaza —como aseguró la vicepresidenta y líder de Sumar— a abrirse solo a "revisarla" en el futuro, como matizó posteriormente el ala socialista, que además insistió en que el único compromiso que había adquirido el PSOE era el de "abrir el debate".
Finalmente, Sumar admitió que ambos partidos habían acordado tan solo acabar con la posibilidad de imponer multas de hasta 30.000 euros a periodistas que tomen fotografías a agentes de policía mientras realizan su trabajo en manifestaciones. Pero, este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que abrirá una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios para negociar y concretar medidas relativas a la regeneración democrática. Y Díaz aseguró que, en esos contactos, PSOE y Sumar han pactado empezar a conversar también para una reforma en profundidad de la ley mordaza.
Esos contactos los pilotarán los ministros de Justicia, Félix Bolaños, y Cultura, Ernest Urtasun, por parte de los socialistas y de Sumar, respectivamente. Y suponen, dijo Díaz, el "paso adelante" del Gobierno para ponerse a negociar de nuevo una reforma en profundidad de la ley mordaza que fracasó la pasada legislatura cuando estaba a punto de culminar, debido a que ERC y EH Bildu la derribaron en el último momento por no haber logrado convencer al PSOE de prohibir en el texto el uso de pelotas de goma como material antidisturbios y también porque la reforma no recogía la prohibición expreso de las devoluciones en frontera de potenciales solicitantes de asilo.
"Vamos a hacer exactamente lo que dice el acuerdo de Gobierno", prometió la vicepresidenta. En dicho pacto, PSOE y Sumar se comprometen a "reformar y derogar aquellos aspectos de la normativa vigente que limita los derechos de reunión y libertad de expresión" y, "en concreto" a garantizar "el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica". "Vamos a abrir el debate con otras formaciones políticas" y "el Gobierno va a actuar como uno solo negociando con todos los grupos", aseguró Díaz.
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