Los socios de Sánchez le afean la poca concreción del plan de regeneración y Sumar pide también afrontar la "desigualdad" social

El portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, este miércoles.
El portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, este miércoles.
EUROPA PRESS
El portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, este miércoles.

Si el objetivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era afianzar la tocada mayoría parlamentaria que forma con sus aliados progresistas, nacionalistas e independentistas, la sesión de este miércoles en el Congreso se saldó con un sonoro fracaso. La escasa concreción de las medidas del plan de regeneración que presentó Sánchez no gustó nada a sus socios: Sumar fue más diplomático y se limitó a pedir al presidente que no olvide que las medidas sociales son claves para "democratizar" el Estado, pero otros aliados como ERC calificaron de "tomadura de pelo" un paquete de iniciativas del cual el presidente solo dio a conocer las principales líneas.

La Moncloa llevaba días rebajando las expectativas ante la comparecencia de Sánchez, y lo cierto es que el discurso del presidente, aunque fue largo y prolijo, incluyó escasas novedades y concreciones. Buena parte de las medidas en las que se prodigó Sánchez, de hecho, ya eran conocidas porque él mismo las había anunciado hace días: entre ellas se encuentran la de actualizar la ley de publicidad institucional para conocer las fuentes de financiación de los medios, los nombre de sus accionistas y sus cifras de audiencia, y también la aprobación de una reforma para limitar las subvenciones que las administraciones dedican a los medios que, según dice, apenas tienen lectores.

Por no presentar, la Moncloa no presentó ni siquiera un documento por escrito con el detalle de sus propuestas. Y Sánchez, tras la confusión que reinó el martes a causa de las declaraciones en las que la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, anunció que se había acordado "derogar" la polémica Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en 2015 por el PP, dedicó tan solo una frase a este asunto: "Vamos a proponer una nueva reforma de la ley mordaza, a ver si lo logramos en este mandato, en lo relativo a la libertad de expresión". 

En respuesta a la escasa concreción del discurso de Sánchez, el primero de sus socios en tomar la palabra fue el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón. Y su réplica dio una de cal y una de arena: Errejón presumió de que la "chicha" del plan de regeneración la había aportado su partido, pero a la vez calificó de "insuficientes" las medidas expuestas y, sobre todo, recordó al presidente del Gobierno que para "democratizar el Estado" son tan importantes las iniciativas para favorecer la transparencia y pelear contra los bulos como aquellas que combaten "la desigualdad y la carencia".

"Las cuestiones semánticas tienen su importancia. Nosotros a la tarea pendiente que tenemos no le llamamos regenerar la democracia, porque no creemos que ésta se haya quedado tan solo un poco mustia y necesite ser reverdecida con un poco de riego aquí y allá", sino que "en España la democracia está siendo cercada por poderes que actúan como corporaciones privadas y que juegan a torcer sistemáticamente la voluntad popular, hasta que ésta se desgaste, se desmoralice y cambie de rumbo", denunció Errejón. 

"Es esa maquinaria que tritura a los adversarios la que hay que desmontar para defender la democracia", planteó el portavoz, que aseguró que, para Sumar, "Estado social y democrático significa combatir las condiciones estructurales de la dominación y el sometimiento: todas las que hacen que la gente no sea dueña de su propia vida, empezando por la desigualdad y la carencia". "Democratizar es someter a los poderosos al derecho y construir poder para quienes no lo tienen", y el objetivo del Gobierno debe ser poner en marcha medidas "para dejar de estar de prestado en nuestro propio país", espetó Errejón a Sánchez.

"Una tomadura de pelo"

ERC, por su parte, se mostró muy crítica con la poca especificidad de las medidas que expuso el presidente meses después de haber parado públicamente durante cinco días y haber amagado con su dimisión. "¿Qué ha venido a hacer hoy aquí después de tres meses y cinco días de reflexión? Pareciera una tomadura de pelo", denunció el portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, que además criticó que, en varias ocasiones, Sánchez definiera la democracia española como una de las más avanzadas del mundo.

Para Rufián, el régimen democrático en España tiene "enormes carencias", que "empiezan con un juez envalentonado metiendo a nueve personas en la cárcel por un referéndum y acaba con otro juez envalentonando encausando a su mujer por una reunión". El portavoz de ERC, además, se mostró favorable a regular la publicidad institucional para combatir los "medios basura", pero pidió a Sánchez mirar "más allá" y argumentó, en la línea de Errejón, que la mejor vía para combatir a la ultraderecha es aplicar políticas sociales y de redistribución de la riqueza.

En su competición en el ala independentista, la homóloga de Rufián en Junts, Míriam Nogueras, quiso ser más dura que el portavoz de ERC y, directamente, pronosticó el fracaso del plan de regeneración de Sánchez. "Fracasarán porque son corresponsables de la carcoma que ha podrido la democracia española por dentro, porque van tarde y en muchos ámbitos el mal es irreversible", espetó Nogueras, que aseguró que "el pus sale por todos los poros y, si no hay una ruptura clara, la regeneración que proclaman es papel mojado".

La dirigente independentista, asimismo, afeó al PSOE haber alcanzado un acuerdo con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en lugar de haber reformado la ley para hacerlo con la mayoría de la investidura. "Ante las cámaras ustedes lloran y echan pestes de la máquina del fango, pero después ustedes pactan con la máquina del fango para que todo quede como estaba", denunció Nogueras, en la misma línea que un Rufián que también se mostró muy crítico con este pacto de los dos grandes partidos.

De estas críticas participó, igualmente, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que afirmó que es un "mal inicio" para la regeneración pactar la reforma del poder judicial con el PP. Aizpurua calificó de "muy cortas" e "insuficientes" las pocas medidas concretadas por Sánchez, y además también mostró su disgusto por el hecho de que el presidente se refiriese a España como una "democracia plena". "Usted lo reitera, y acto seguido dice que existe el lawfare judicial. Curiosa democracia plena que desinforma y espía a los adversarios políticos", ironizó la portavoz abertzale.

Por el contrario, para su homólogo del PNV, Aitor Esteban, el verdadero problema es que no existe una "verdadera cultura democrática" en España. Para arreglarlo, propuso el portavoz, debería llevarse a cabo de una vez por todas la largamente pospuesta reforma de la ley de secretos oficiales, un "espejo" —dijo Esteban— para medir la profundidad de la democracia y las "carencias" y "debilidades" del Estado.

Daniel Ríos
Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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