La Audiencia de Bizkaia ha condenado a 16 años y seis meses de prisión a una mujer por intentar asesinar a sus dos hijos menores de edad en Barakaldo. Así, el tribunal la considera autora de dos delitos de asesinato agravado en grado de tentativa, concurriendo la agravante de parentesco y las atenuantes de confesión y de alteración psíquica.
Los hechos ocurrieron el 1 de enero de 2023 en el domicilio familiar, cuando la procesada suministró a sus hijos una cantidad "indeterminada" de benzodiacepinas y antidepresivos al saber que podía perder su custodia, según recoge el tribunal en su sentencia.
"Una vez que perdieron el conocimiento y anulada cualquier posibilidad de defensa (…) les hizo sendos cortes en el cuello con un cuchillo", añade la resolución. Entonces, la mujer llamó al padre de los niños para comunicarle que les había "hecho algo" a los pequeños, y pidiéndole que se presentara en el domicilio.
Una vez allí, el padre -acompañado por otra persona- trasladó a los menores al hospital, donde tuvieron que permanecer ingresados hasta el 5 de enero para recuperarse.
Atenuante de confesión por admitir los hechos
La mujer, añade la sentencia, reconoció los hechos descritos a los agentes que acudieron a su domicilio. Además, en la vista oral manifestó un "reconocimiento pleno e incondicionado" de los hechos por los que venía siendo acusada, así como un "arrepentimiento profundo" por haberlos cometido.
Ante esto, el tribunal ha reconocido la atenuante de confesión y también la de alteración psíquica como muy cualificada. En este sentido, precisa que la procesada está diagnosticada de un trastorno de personalidad por uso de sustancias psicoactivas, así como de un déficit intelectual ligero. Por ello, explica que en el momento de los hechos presentaba una "considerable afectación de sus facultades" intelectivas.
Además de la pena de prisión, el tribunal acuerda, entre otras medidas, imponer a la acusada la privación de la patria potestad respecto a los dos menores, y que abone a los legales representantes de ambos un total de 82.300 euros (41.150 euros por cada menor) por las lesiones físicas y psíquicas y los daños morales causados. Sin embargo, la sentencia no es firme y cabe interponer recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
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